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EL LIBRO DE BHIKU PAREKH

ahah2 de Junio de 2014

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El libro de Bhiku Parekh titulado “Repensando el multiculturalismo”, aborda el capitulo IX el tema de: La lógica de la evaluación intercultural.

Refiere que en la sociedad multicultural las prácticas de algunas minorías son controvertidas y que existe una discusión respecto a si las mismas debieran ser permitidas, toleradas o prohibidas.

Discute las posturas que usualmente se asumen:

Enumera las siguientes:

1. La circuncisión femenina.

2. La poligamia.

3. El sacrificio de animales como práctica religiosa por judíos y musulmanes.

4. Los matrimonios concertados.

5. Los matrimonios entre parientes consanguíneos.

6. La práctica de herir alguna parte del cuerpo como parte de un rito de iniciación.

7. La práctica de prohibir que las mujeres realicen prácticas deportivas que implique exponer algunas partes del cuerpo.

8. La imposición en el uso del “hijab” (pañuelo en la cabeza) al ir a la escuela.

9. La negativa de los “Sij” de llevar cascos en vez de turbantes al usar la moto o trabajar en la construcción. No inclinarse en la cámara de los comunes. No quitarse el turbante al prestar juramento en los tribunales o afeitarse cuando manipulan alimentos en su trabajo.

10. La negativa de los gitanos o “Amish” a mandar a sus hijos a la escuela, con una oposición total por razones culturales.

11. La exigencia de los hindúes de quemar a sus muertos en piras funerarias, arrojar sus cenizas al río o a sumergir el cadáver directamente.

12. El estatus subordinado de la mujer, negándoles oportunidades en su desarrollo personal.

El autor refiere que se requieren principios que nos indiquen si debemos o no tolerar ciertas prácticas.

*En lo personal considero que el autor trata de encontrar un sentido objetivo de evaluación, con un principio de racionalidad, con una actitud de “tolerar”, antes de descalificar. La inicial tolerancia podría también considerarse como un principio.

En autor señala que en el discurso filosófico y el popular resultan cuatro principios:

El primero.- Es apelar a los derechos humanos o a principios morales generales. Afirmando que constituyen un mínimo moral y que son neutrales. Por tanto se deben de hacer de ellos estándares universales y válidos para la evaluación.

El segundo.- Le llama principio de valores fundamentales o comunes.- Parte de que las sociedades tienen un carácter o identidad históricamente adquirida que se encarna en valores centrales compartidos. Estos valores sol la base de un modo de vida y tienen el deber y el derecho de prohibir las prácticas que atenten contra esos valores.

El tercero.- Le llama principio de daños a terceros.- Se basa en el presupuesto de que los valores morales tienen una incardinación cultural, (Es decir, son relativos). Por lo que sólo se deben prohibir aquellas prácticas que dañan a otros. Ir más allá sería imperialismo cultural.

*Este principio es muy parecido es una versión en negativo del utilitarismo.

El cuarto.- Le llama principio de consenso dialógico. Que lo forma con base a la crítica de los anteriores. La idea es que no se dispone de valores con validez universal, que el concepto de valores universales es conflictivo. Que el concepto de daño no se puede definir de manera culturalmente neutra. Considera por tanto que lo más deseable es un establecimiento de un diálogo serio con las minorías a fin de lograr un consenso. Es un proceso de negociación de adquirir compromisos y ceder en las posturas como resultado de la discusión de sus miembros en una sociedad dividida.

Parekh refiere que todos los principios o modelos planteados tienen atractivos y defectos:

Por ejemplo: Alcanzar un corpus de valores universalmente válidos implica señalar como sospechosas las prácticas que atenten ellos.

El problema es que estos valores serían escasos, tenues e insuficientes para cubrir todos los aspectos importantes de la vida. Se limitarían a lo básico, en los que no existen muchos desacuerdos, resolverían algunas cuestiones pero serían irrelevantes en lo demás.

Otro problema es que tanto los derechos humanos o los valores universales están sujetos a interpretación. Los que se deben de adecuar a circunstancias concretas y tradiciones culturales de cada sociedad. Además de la necesidad de jerarquizarlos en caso de conflicto.

Los desacuerdos no podrán entonces resolverse apelando a los valores. El universalismo moral es de utilidad limitada.

*Como comentario en este punto es frecuente la crítica de la occidentalización de los derechos humanos y la discutida neutralidad cultural de los mismos. Los

que se sigue viendo como una imposición cultural. Poniendo en duda la legítima imposición a todas las personas en todas las culturas del planeta.

Por otro lado Parekh refiere que si bien hay mucho que decir a favor de los valores compartidos o fundamentales de una sociedad, esta postura tiene dificultades porque generaliza y se supone que son compartidos por todos tanto en lo personal como en lo colectivo.

Ejemplifica: ¿En una sociedad liberal el respeto a la igualdad de sexos es un valor fundamental? Refiere que si bien es un valor importante no todos los miembros lo comparten. Los fascistas, los sexistas, los conservadores, las personas muy religiosas.

También argumenta que una sociedad puede compartir ciertos valores que son moralmente inaceptables. Como por ejemplo: la desigualdad en las sociedades esclavistas, racistas, basadas en castas. Este valor puede ser inaceptable para las minorías igualitaristas.

Los valores fundamentales de una sociedad pueden ser definidos, jerarquizados, relacionados entre sí o eliminados de distintas formas. Lo más probable es que existan desacuerdos entre sus miembros. Asirse a estos valores no resolvería la tensión. Son útiles para estructurar los debates pero no para resolver los problemas.

Parekh refiere respecto del principio de daños a terceros, que el acuerdo en el daño físico no es tan problemático en la discusión. Pero cuando existen nociones emocionales, morales u otras más complejas, la discusión no es posible abordarla con una noción simplista de daño.

Pone por ejemplo: Prohibir o no la práctica del incesto, la poligamia, los matrimonios concertados, la eutanasia entre otras.

Por último Parekh señala respecto al principio de consenso dialógico; que es necesario dialogar para resolver los profundos desacuerdos morales y culturales. Para ello debe llevarse de forma específica y contextualizada en el caso concreto. Tomando en cuenta:

Una sociedad concreta.

Dentro de una determinada estructura moral.

Considerando su historia.

Considerando sus tradiciones.

Considerando a las personas.

Para identificar lo deseable en esa sociedad, con seres humanos reales, con valores y formas de entenderse entre ellos.

Por tanto el diálogo ha de desarrollarse entre iguales, especificando el vocabulario, la estructura y el contexto. Eso nos fijará los límites y resultados probables.

Para ello parte de un concepto denominado “Valores públicos operativos de la sociedad en cuestión”. Cree que esta discusión permitirá un consenso tentativo sobre la respuesta generalmente aceptada ante las prácticas en disputa.

1.-

Parekh refiere que El diálogo intercultural.

una sociedad dividida que quiera sobrevivir haciendo que todo funcione fluidamente debe llegar a un tipo de acuerdo sobre los valores y prácticas que van a informar las conductas en la gestión de los asuntos colectivos.

Es frecuente que estos valores adquieran una posición dominante a través del adoctrinamiento y la coacción. Mientras tanto seguirán siendo puestos en entredicho por los grupos marginales que se resistirán a ellos de manera activa o pasiva. Con el tiempo terminarán formando parte de la estructura moral de la sociedad y sus instituciones.

Puede ser que algunos miembros en privado tengan otros valores, pero en sus relaciones interpersonales se espera que sean los de la sociedad en su conjunto.

La vida en común la divide en tres niveles, los valores públicos están articulados en cada uno de ellos.

En primer lugar esta la constitución que refleja el diseño legal y moral básico de la comunidad, incluye los derechos fundamentales y las obligaciones de sus ciudadanos.

En segundo lugar están los valores presentes en las leyes que son consistentes a los de la constitución pero son más concretos y sustantivos. Están a su vez limitados por la constitución.

En tercer lugar están los valores que se encarnan en las relaciones cívicas de sus miembros. Son un intermedio entre la vida pública y la vida privada. Algunos aspectos pueden estar regulados por las leyes pero la mayoría no lo está. La cultura cívica de una sociedad es el conjunto de valores y prácticas.

Pone por ejemplos los migrantes africanos en Israel que querían negociar el precio del transporte. O el caso del profesor pakistaní en Inglaterra, que quería que sus alumnos hicieran su compra semanal. Algunos valores rigen en sus países pero no en otros. P. 396.

Parekh define que los valores públicos operativos son los valores constitucionales, legales y cívicos que representan la

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