EL PODER DE HADES

EL PODER DE HADES

FABIAN DAVID GARCIA CASTRO

Cod: 152003514

Lic. MARIA YANETH RUIZ BERNAL

UNIVERSIDAD DE LOS LLANOS

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS

ESCUELA DE ECONOMIA Y FINANZAS

CONTADURIA PUBLICA

PROCESOS COMUNICATIVOS

JUNIO DE 2015

EL PODER DE HADES

Hablar en  nuestros días acerca de  uno de los dioses más conocidos del Olimpo griego como Hades puede ser habitual en un entorno académico en donde además se mencionará la gloria de Zeus y  la valentía de su hijo el Semidios Perseo, pero pensar  que el dios invisible  de la muerte está presente  en nuestro entorno y que ha hecho de las suyas, sería una  razón de peso para visitar  el psiquiatra.

Si se va más allá de  lo que  parece un pensamiento vago  y sin fundamento,  a la realidad  de  algunas de las peores y más significativas catástrofes de la historia  reciente de la humanidad, podríamos pensar que  en nuestros días Hades habita entre nosotros y su poder destructivo trabaja de manera invisible en formas apenas imaginables.

El Hades no muy griego  y más moderno ha manifestado su poder desde hace algunos siglos, de las siguientes formas: acompañando a los caballeros templarios  en masacres y saqueos a lo largo de la edad media, pasando por los juicios en la santa inquisición, de brujas, brujos y herejes; personas con ideas y argumentos diferentes, se convertirían en una clara oposición  a su poder.

Del mismo modo,  a comienzos del siglo XX derrotando al más grande  titán interoceánico de la época “El Titanic” condenándolo a él y a mil quinientos de sus pasajeros a la muerte, con el fin de cumplir una de sus más emblemáticas actuaciones más conocida como  la primera guerra mundial;  unos años después podemos ver su papel  en la  segunda guerra,  que no fue menos catastrófica que la anterior, puesto que sus cifras de víctimas se contaron en  millones.

Su poder oscuro y de muerte también estuvo presente en el ocaso de uno de los inventores más importantes de la historia, Nikola Tesla, cuyas ideas  e inventos iban seguramente en contra de sus intereses particulares;  puesto que su ideal de cambiar al mundo en una manera sostenible de tal forma que aseguráramos la existencia humana en el futuro, no fue bien visto al parecer por nuestro Hades, gracias a su ambición por el poder y la muerte.

Es evidente que, no se podría llegar a pensar en Hades como un dios en nuestros días, sino como una organización que como el dios griego tiene la capacidad de ser invisible, además una irremediable ambición por el poder y el beneficio propio.

Sin embargo para muchos la existencia de  un dios de tales magnitudes no es posible  y muchos de estos hechos están entrelazados por el azar del universo o por casualidad, y que son los seres  humanos los que le dan una interpretación trascendental a un  hecho que más adelante se fundamentará como irracional y sin sentido, como lo menciona el astrónomo  Phil  Plaitten en una conferencia  sobre las conspiraciones: “No puedes razonar con una persona que no está usando la razón y es muy probable que estuviera  en lo cierto. Desde el pensamiento crítico no es fácil llegar a alguien  que posee creencias irracionales precisamente porque ha desechado ese pensamiento lógico. Es una de esas pescadillas que se muerden la cola: la razón de poco sirve  para quien cree por encima de ella”1.

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