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EL SUFRIMIENTO Y EL DOLOR


Enviado por   •  9 de Mayo de 2015  •  3.801 Palabras (16 Páginas)  •  575 Visitas

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EL SUFRIMIENTO Y EL DOLOR

El presente tema fue de mi elección ya que creo que es muy importante reflexionar desde el punto de vista filosófico y espiritual sobre el dolor y el sufrimiento. Se sabe que estos temas son poco discutidos en la sociedad moderna, cuya naturaleza humana es evitar los dolores y los sufrimientos a cualquier costo.

Buscando comprender el real significado de estos conceptos y adentrándome en el pensamiento del filósofo Schopenhauer. Según este autor, “el dolor y el sufrimiento son frutos de una voluntad contrariada, pero que la persona que sabe vivenciarlos está más cerca de la salvación”. En el campo de la espiritualidad las diferentes corrientes religiosas y filosóficas tienen diversas percepciones sobre el significado del dolor y del sufrimiento humano. En esta reflexión, nos adentramos más en la búsqueda de la comprensión de los mismos según la doctrina espírita, en que son percibidos de manera positiva por representar la posibilidad de evolución, crecimiento y purificación del espíritu. Ciertamente, encontramos diferentes comprensiones acerca del sufrimiento del dolor si miramos desde el punto de vista de la cultura, de la tecnología, de las dimensiones físicas y psíquicas, entre otras. No tuve aquí la pretensión de agotar el tema, sí, de comenzar a reflexionar sobre el mismo.

CONJETURAS

Hablar del dolor y del sufrimiento, en un primer momento, de alguna manera, hace retomar esa vivencia. Incita movimientos internos, rememora situaciones experimentadas, trae a la actualidad imágenes que estaban adormecidas y sin ninguna necesidad de despertar.

El sufrimiento puede ser considerado como una cuestión subjetiva, incluyendo las dimensiones psíquicas, mentales, sociales, espirituales. El dolor, generalmente, está más ligado a una percepción de un estímulo doloroso periférico o en el sistema nervioso central, pero está asociado a una respuesta efectiva. Tal vez el sufrimiento pueda ser visto como de mayor amplitud, complejo, global, existencial. Sin embargo, se refuerzan mutuamente, o sea, un dolor insoportable puede influir en las dimensiones del sufrimiento y de la misma manera, una ansiedad puede acentuar el dolor.

Las personas pasan en el transcurso de sus vidas por uno o más momentos de dolor y sufrimiento. Estos les acompañan, en cierta manera, durante sus vidas, siendo provocados por diversas disfunciones, tales como: físicas, psíquicas, sociales, espirituales o diferentes combinaciones de las mismas. En esa perspectiva, se puede enfocar el dolor físico, el dolor de la indiferencia, el dolor del desprecio, el dolor del abandono, el dolor de la pérdida, el dolor de la inmovilidad y tantos otros dolores que van presentándose.

El dolor y el sufrimiento que surgen de enfermedades, pérdidas, injusticias, violencias, odio, envidian, desamor, o sea, un rol de determinantes que van limitando el vivir. Son cuestiones que se pueden abordar como metafísicas, morales, corporales y, que constituyen la esencia del ser humano.

Considerándose el dolor y el sufrimiento como uno de los componentes de la dinámica del vivir, generalmente se procura ignorarlos. Esa es una realidad tan próxima, tan familiar, en cuanto a la extrañeza y al pavor, que muchas veces coge de sorpresa. Es estar frente a dolor; considerándolo como un espectáculo, con imágenes bien elaboradas, reales o virtuales, que de cierta forma satisfacen, sensibilizan. Mientras tanto, por la constancia con que se piensa o se vive esa situación estas van dejando de causar emoción. Sin embargo, puede también llevar a reflexionar o a olvidar el propio dolor; a cuestionar sobre el contenido de su significado o sentido para la vida.

El dolor y el sufrimiento son experiencias únicas, propias, intransferibles, difíciles, que hieren profundamente; experiencias que pueden ser consideradas como opuestas a placer. Por otro lado, el dolor es considerado importante para la supervivencia. Si no fuera presentida la vivencia del dolor, los medios de prevención, de cierta forma, serían imposibles.

La sociedad moderna dirige su quehacer para evitar los sufrimientos, los dolores, para “proteger” de alguna forma a las personas, lo que no ocurría en las sociedades primitivas donde los rituales, las ceremonias, estaban presentes integrando al hombre con su cuerpo, al hombre con el cosmos y a todos se les daba la oportunidad de vivenciar sus dolores.

REFLEXION FILOSOFICA

La reflexión y la discusión sobre el dolor y el sufrimiento vienen siendo efectuadas desde la antigüedad y aún están fuertemente presente como un desafío teórico, pues se caracteriza como una constancia en la historia de la humanidad, constituyendo, en cierta forma, el vivenciar humano.

Haciendo un recorte de la filosofía y buscando establecer un paralelo con ese contexto presentamos algunos aspectos del trabajo de Schopenhauer (1788-1860) que es considerado un filósofo pesimista en virtud de que está presente el sufrimiento en todo lo que ve. Tal vez eso puede tener su origen en las relaciones conflictivas vivenciadas con su madre.

Tuvo una vida solitaria, prefiriendo mantener relaciones con los animales más que con las personas. Para él toda la vida es sufrimiento. La existencia es concebida como trágica, pero una catarsis también es provocada. Su filosofía es concebida como del consuelo, que vacila entre el pesimismo teórico y el optimismo práctico. Este consuelo tal vez puede ser pensado cuando se observa que algunas personas son más infelices que otras.

El pensamiento de Schopenhauer tuvo a la filosofía kantiana como punto de partida. Para él, el mundo sería nada más que representaciones, la síntesis entre lo subjetivo y lo objetivo, la realidad externa y la conciencia humana. Este filósofo tuvo como principal obra El Mundo como Voluntad y Representación, escrita en 1819. El mundo considerado como representación abarca dos partes necesarias, importantes e inseparables. Una de ellas es el objeto; sus formas son el espacio y el tiempo donde hay pluralidad. La otra parte es el sujeto; no se encuentra colocado en el tiempo y en el espacio, porque existe entera e indivisible en todo ser que percibe.

Al hablar en relación a la voluntad, “todo acto real, efectivo de la voluntad es inmediata y directamente un acto fenomenal del cuerpo; y, por el contrario, toda acción que es ejercida sobre el cuerpo es por ese hecho e inmediatamente una acción ejercida sobre la voluntad”. De esta forma el dolor, el sufrimiento, surgiría como consecuencia de que esa acción sea contra la voluntad; y resultaría placer, satisfacción, bienestar, felicidad

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