ENSAYO: LA FORMACIÓN ÉTICA DEL CONTADOR PÚBLICO

ENSAYO: LA FORMACIÓN ÉTICA DEL CONTADOR PÚBLICO

INTRODUCCIÓN

A continuación haremos un pasaje por el lado humanista de una de las profesiones con las que más formas complicadas de la vida y sociedad tiene que afrontar, desde el ámbito intelectual hasta el social y normal.

Digo esto porque como plantearé más adelante, la profesión del contador arrastra consigo un montón de principios, responsabilidades, reglas, normas y una moral muy pesada que debe ser escuchada cuando es necesario, además de estar comprometidos a trabajar con algo que ya casi nadie conoce, la verdad en todo su esplendor, trabajando diferentes métodos como la honestidad, justicia y otros principios que abordaré mucho más adelante y que no mencionaré ahora.

ARGUMENTACIÓN

Si quien decide leer esto no tiene como objetivo darse a distinguir por la dignidad que porta ser un notable, ético y respetable contador, mejor que ni siga leyendo.

Pues esta lectura nos lleva a las maneras en que el ser humano se ve envuelto desde dentro en algo que es para ayudar a los demás, la contaduría.

Digo esto, pues es un servicio digno, del cual no cualquiera puede gozar, pues hay que contar con diversos puntos, desde los más sencillos como las ganas y la vocación, hasta los más complicados que pueden ir desde la preparación hasta las decisiones y normas morales que uno decide tomar y seguir según sus experiencias propias.

El ser humano es de los pocos seres que se pueden preguntar “¿qué hago aquí?” por lo que al momento de escoger una carrera es cuando uno más lo piensa. Porque de eso se trata la vida, de decisiones, y de cómo cada una de ellas va a tener efecto en nuestro porvenir.

Claro ejemplo de esto es la contaduría, pues va más allá de números y monedas, va en la toma de decisiones, como dice Herbert A. Simon, pues muchas premisas parten de esto, por lo que podemos decir que el enfoque social de la contaduría es producir la información financiera que está estrechamente relacionada con la toma de decisiones en empresas e instituciones.

Para quienes entienden su lenguaje saben que eso es una fuente de información que permite tomar decisiones para seguir con éxito y no decaer, por eso es que la forma de trabajar de una empresa debe tener involucrado a un contador, pues como dice Juan Pablo II “jóvenes, no sólo hay que pensar en el sentido de la vida, sino también en un plan concreto para construirla” lo que nos lleva a deducir lo necesario que puede ser un contador, pues no sólo hay que pensar a dónde vamos, sino cómo vamos a llegar.

Otro punto importante de la contaduría son los valores, que además de los cuantitativos, están los cualitativos, pues es una profesión que merece respeto por las convicciones que se deben llevar. Hablamos así de la ética profesional, que viene siendo el camino de quien desea llegar a su meta a pesar de lo que esto implique, pero de la manera moralmente correcta, porque como dice Santo Tomás de Aquino “Si el objetivo más importante de un capitán fuera conservar su barco, lo mantendría siempre en puerto” entonces no tendría caso hacer algo por sentirse autorrealizado, eso sin contar que recorrer ese tramo con ética nos llevará más lejos y con mejores beneficios.

Para hablar de la ética, se recurre a diversos pensares que nos llevan hasta el punto de decir que es un servicio, o la manera en que la sociedad nos dicta tratar en determinados sentidos, puede ser un ideal, un mandato u sentido, todo con la conciencia de que se debe hacer pues es de naturaleza colectiva.

Ahora si se trata en el ámbito profesional, es la “Ciencia normativa que estudia los deberes y los derechos de los profesionales en cuanto a tales” según Aquiles Menéndez. Sin embargo, esto no se debe desvincular de la vocación, que es la inclinación que tiene una persona a dedicar su vida a una actividad determinada; entonces cuando decide volverlo profesión, esto se torna en la actividad con un fin y función social específico, además de todos los dotes cualificados que tiene de llevar a cabo su vocación, por lo que se le confiere deberes y derechos especiales, pues en sus manos lleva una responsabilidad profesional que nos guste o no, tiene la responsabilidad moral, en la cual le trae el compromiso que hizo con la sociedad.

Para logra esta ética profesional existen diversos puntos clave, uno de ellos es la justicia, que no es más que dar a cada uno lo que le corresponde, dejar que ocupe el lugar que debe tener. El segundo punto es la solidaridad, que es buscar la unión con los demás, todo con el fin de llegar al bien común, para la sociedad y entre los mismos profesionistas. El tercer punto sería la filantropía, en el que según Ludwig Berg, hay que amar a nuestro prójimo, no es válido odiarlo y además debemos preocuparnos por él, porque es quien se nos une. El cuarto punto sería la subsidiariedad, donde uno debe dar todo de sí en búsqueda de que todos se encuentren bien, para que quien necesite ayuda pase a ser parte provechosa de la sociedad. Para el quinto punto tenemos la autoridad, que es, según Ludwig Berg, establecer el orden para el bien común, que expresa lo que debe hacerse en concreto respecto al todo o a lo que constituye el bien común y sus exigencias.

Abro paréntesis en este punto pues quien tiene la autoridad si se hablase de los contadores, es el Instituto Mexicano de Contadores públicos, que son quienes rigen el ejercicio profesional de dicha vocación. La organización es el puente necesario entre lo legal y lo demás con los contadores mismos, por lo que puede decirse que trabaja a favor de los contadores y del público y lo que buscan, además de otros beneficios que brindan como estar emitiendo constantemente información para el bien de todos los contadores.

Ya llegando a los principios claves de la ética profesional, contamos con los siguientes:

El primer principio, que es que todo profesionista debe actuar con preparación y calidad profesional, debe ser leal, tener un criterio libre e imparcial, guardar el secreto y rechazar aquello que no cumpla con la moral. También le agrego un pensar de Juan Pablo II que dice “la verdad posee una dimensión social y pública, por tanto, no se debe negar nuca al hombre la verdad. Esta negación puede adoptar diversas formas en un mundo tan complejo como el nuestro, una de ellas es ciertamente, la que consiste en manipular la verdad, difundiendo determinadas informaciones y ocultando otras”.

El segundo principio habla de cómo un profesionista debe respetar a sus colegas, así como asegurar que sus servicios y los de sus compañeros ofrecen calidad, fomentando la formación y el desarrollo profesional de quienes colaboran con él.

En el tercer principio encontramos que se debe dignificar la imagen profesional con base en la calidad y mantener las normas de la ética y conocimientos de la profesión, colaborando con instituciones profesionales y participando en la docencia e investigación en donde se preste la oportunidad, que no es más que mostrar que uno es digno de ejercer la profesión por sus valores y por lo que se sabe.

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