El culturalismo y los derechos humanos desde una perspectiva psicologica

DISCENTE: MORENO ZÁRATE ÁNGEL FERNANDO

NO. DE MATRÍCULA: 1327367

Introducción

Abordar algunos aspectos psicológicos es de suma importancia y esencialidad, ya que aparte y en relación al presente trabajo, nuestra licenciatura amerita que apliquemos los conocimientos necesarios para materializarlos en la vida práctica en la solución de conflictos, para buscar alternativas viables y eficaces.

Ya que  la sociedad así como las personas que la integran, se encuentran en constante cambio, es decir, no un cambio biológico del cual habla Charles Darwin, sino de atender y adoptar diferentes formas de pensamiento lo cual genera condiciones de desigualdad en determinadas prerrogativas señaladas en nuestra Constitución General de la Republica, buscando la forma de solucionarnos ya que la ciencia del Derecho es una rama neutra porque no atiende a cuestiones religiosas, culturales, de sexo, de ideas sino a cuestiones de carácter social para el cual fue creado y eliminar todas las barreras de desigualdad y desintegración social que involucran muchas cuestiones que a continuación se abordaran

Multiculturalismo y derechos humanos desde una postura psicológica

Como lo citan Papalia Diane y Wendkos Old en su obra titulada “Psicología del desarrollo”, científicamente se ha comprobado y la relación directa de los rasgos específicos la personalidad, que contribuyen de entre muchos factores más, la formación desde tempranas edades  de ciertos valores y principios hacia los demás.^[1]

La personalidad juega un papel importante en la formación, actitudes, posturas, el respeto a la diversidad de culturas y creencias de los integrantes de una determinada sociedad. Es por ello y causa principal de ciertas situaciones de hecho que acontecen día con día, motivo de conflictos, racismo, violencia, discriminación que generan ciertas problemáticas sociales que se buscan combatir a través de los derechos humanos. La principal que engloba las anteriormente señaladas da origen a la desigualdad e inacceso a las mismas oportunidades labores, de educación, salud y justicia.

En nuestras vidas en ciertos periodos de ella nos predomina una actitud emocional, como también una actitud moral, en nuestra infancia le teníamos miedo a el más fuerte como por ejemplo a nuestro padre o hermano mayor, y por eso es que cuando éramos niños  nuestra moral era objetiva, porque de ahí le teníamos respeto a las reglas impuestas por el más fuerte. Cada individuo encamina y desarrolla su vida social y cultural de acuerdo con las reacciones emocionales de los instintos que predominan en cada uno de ellos.

Pero para desarrollar un análisis con una mayor profundidad con la finalidad de tocar el punto clave de la temática ya abordada es importante hacer mención del concepto de personalidad, y entonces, ¿qué es la personalidad?. Son cuatro elementos principales los que definen la personalidad, a) la forma en como un individuo aparece frente a las demás personas, b) el papel que desempeña en la vida y las relaciones sociales que establece, c) un conjunto de cualidades que comprenden a la persona y d) como sinónimo de prestigio y dignidad. ^[2]Para nuestro estudio solo comprenderemos las primeras tres y analizando los elementos que integran su definición esencial la personalidad quedaría entonces como aquel conjunto de cualidades, valores, ideas que comprende y adopta una persona durante su existencia para ponerlos o adecuarlos en práctica frente a la sociedad.

La personalidad sufre ciertas variaciones ya que esta es susceptible de transformaciones o cambios a través del tiempo,  esto mediante un proceso evolutivo de nuestro desarrollo psicosocial comprende 5 etapas las cuales son: la infancia, la juventud, la adultez, madurez y  la vejez.

La infancia es la primera etapa y si no de todas, la más importante en la cual se desarrollan ciertos valores e intereses adquiridos por la educación paternal sobretodo. Por ejemplo cuando éramos niños todo queríamos hacer explorar, imitar, tocar, probar, teníamos miedo de los regaños si realizábamos ciertas acciones que no eran correctas.  

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