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El curriculo en las escuelas griegas


Enviado por   •  2 de Marzo de 2024  •  Ensayos  •  1.442 Palabras (6 Páginas)  •  17 Visitas

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HACIENDO MAS EXPLICITO EL CURRICULO OCULTO EN LA ESCUELA FILOSOFICA  

FABIO MARÍN VÁSQUEZ

Trabajo de teorías del currículo

SEBASTIAN RESTREPO

Mg en educación

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE ORIENTE

FACULDAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN FILOSOFÍA

RIONEGRO

2023

           La cultura Griega es quien sienta las bases de la cultura occidental. Los Griegos descubren el logos (λóγος), ese concepto tan abstracto que hoy día es motivo de grandes discusiones filosóficas. En la edad media la palabra logos es traducida por “razón” y desde entonces entendimos que tener logos era, solo, sinónimo de ser racionales. Siglos después, Gadamer nos dice que logos también puede ser palabra. Entonces, tener logos, siguiendo a Gadamer, significa que podemos hablar, que somos capaces de discurso. (de la Maza, 2005)

 Dijo alguna vez Borges: “los griegos inventaron el diálogo”. Y, por supuesto, este es una característica de la escuela Griega que no podemos dejar a un lado: el amor a la palabra, a la discusión crítica, el amor al logos. (de la Herrán , 2012)

Teniendo en cuenta lo anterior, en este ensayo, hablaremos de lo que significa el dialogo en el estudio de la filosofía. El dialogo como sustrato importante del currículo. El dialogo como fuente capaz de crear comunidad, y  como explicaremos más adelante, la comunidad entendida como escuela filosófica. Después pasaremos hablar del currículo y las prácticas escolares en las escuelas Griegas y como esto debería permear la escuela hoy.

Se ha tenido la firme convicción que estudiar filosofía tiene que ver con un ejercicio teórico, entonces el filósofo es quien habla de cosas abstractas, inútiles, cosas raras, incluso superfluas, a tal punto que muchos se han atrevido a afirmar que la filosofía es aquello con lo cual, o sin lo cual, la vida seguiría siendo lo mismo. La concepción anterior, no puede ser comprensible para una persona que se adentre con convicción al estudio de la filosofía, pues se entiende que el estudio de la filosofía no solamente se reduce a un saber teórico, sino a una opción ética, es decir, quien estudie filosofía es porque quiere ser y vivir de cierto modo.

El estudio de la filosofía, en Grecia, se daba en tres bloques: ética, lógica y física, pero la ética era el eje transversal de toda la formación. Toda esta convicción ética fue permeando el mundo Griego, a tal punto que aquellos a los que se les daba el título de filósofos, no era tanto porque habían creado un sistema complejo, sino porque pertenecían a una comunidad, por tanto una vida en común, es decir tenían unos principios puntuales y vivían de tal manera que pudiera ser más soportable la vida de la ciudad.

El saber dialogar era una de las experiencias más bellas que se vivía en la academia y escuelas Griegas. Es así, como la experiencia de clase es siempre un ejercicio del dialogo. A Sócrates, en los diálogos de Platón, siempre se le veía hablando. Platón, perfecciona este método, a tal punto que sus libros pasan a nosotros como los diálogos. El dialogo es todo un ejercicio espiritual, dado que los interlocutores pueden fecundar mutuamente sus espíritus a través de las preguntas y las respuestas. Por tanto, el dialogo reclama la presencia del otro y es así como el dialogo crea comunidad, crea escuela. Es por esto, que los filósofos Griegos raramente se veían en soledad.

Una connotación muy bella en la escuela Griega era el saber escuchar. Esa tradicional relación entre alumno y profesor (Discípulo-maestro) que algunos han afirmado “esta mandada a recoger” y que a veces se ha relegado, incluso satanizado, por algunos pedagogos que quieren construir unos modelos más constructivistas, participativos o democráticos. Saber  las experiencias, enseñanzas, sabiduría, de los maestros es de las cosa que más nutren el espíritu. Recordemos que Sócrates nunca escribió, el privilegiaba la oralidad, por encima de la palabra escrita, quizás porque sus palabras iban acompañadas de su ejemplo de vida. Fue tan coherente su vida que cuando estaba apresado, y a punto de tomar la cicuta,  le dieron la oportunidad de huir y no acepto porque ese gesto desdecía de todo lo que había enseñado.

Otro matiz muy bello del saber escuchar, es porque escuchar al maestro se convierte en una verdadera dirección espiritual. Por lo anterior, el discípulo debe estar atento a las enseñanzas de su maestro, porque es allí donde toma conciencia de su progreso, de sus avances y desde allí puede ir renovando su opción de vida. Sócrates, en este sentido sigue siendo el maestro por excelencia, pues con  sus palabras y su modo de vida, provoca al discípulo y le hace moverse interiormente, llevándolo a interpelar su propia vida.

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