¿El mal depende de la cultura y de la moral social o existe el mal en el ser humano?

TÍTULO DEL ENSAYO: ¿El mal depende de la cultura y de la moral social o existe el mal en el ser humano?

1. INTRODUCCIÓN

La maldad o el acto de hacerle daño a alguien siempre ha existido en el desarrollo de la cultura a lo largo de los años. La continua reflexión sobre el acto de la maldad ha sido uno de los puntos principales bajo los cuales se ordenan las diferentes comunidades a lo largo y ancho del planeta. El ser humano, en su vida comunitaria, trata de definir lo bueno y lo malo para poder configurar un orden moral que permita la vida comunitaria entre sus pares. La pregunta de qué es lo malo y cómo podemos castigarlo es eterna y fundamenta la moral y el cómo vivir bien. En este ensayo, a partir del análisis de diversas posiciones filosóficas de autores variados se tratará de responder la siguiente pregunta: ¿El mal depende de la cultura y de la moral social o existe el mal de manera inherente en el ser humano? A través de la respuesta de este complejo problema se tratará reflexionar sobre el rol y funcionalidad del mal en la sociedad para poder describir un bosquejo de la maldad y la necesidad de su existencia como herramienta comunitaria que controla y ordena la vida comunitaria del mundo.

1. CUERPO ARGUMENTATIVO

Carpintero (2012) señala lo siguiente en las concepciones del mal en el pensamiento religioso. La primera señala que:

Las poderosas fuerzas malignas externas seducen, conjuran, corrompen o avasallan al individuo, llevándolo a cometer actos perversos. Esta es una de las más antiguas explicaciones religiosas del Mal. De aquí proviene la idea de que el ser humano es naturalmente bueno ya que su maldad proviene de las injusticias de la sociedad.

Esta posición concibe la maldad como un elemento ajeno al ser, ya que el mal proviene del exterior para dañar y tratar de confundir al ser humano sobre sus actos correctos. Lo exterior puede ser concebido como algo ajeno y no natural al ser humano. La maldad desde esta perspectiva está construida por fuerzas externas. La pregunta que se puede establecer a partir de esta concepción es la siguiente: Si el mal es una fuerza externa, ¿Quién lo crea o lo concibe? La respuesta a esta incógnita puede ser analizada desde la perspectiva de Frederic Nietzsche (2021), quien señala lo siguiente sobre la idea del mal en la sociedad:

Durante el período más largo de la historia humana - se lo llama la época prehistórica - el valor o el no valor de una acción fueron derivados de sus consecuencias: ni la acción en sí ni tampoco su procedencia eran tomadas en consideración, sino que, de manera parecida a como todavía hoy en China un honor o un oprobio rebotan desde el hijo a sus padres, así entonces era la fuerza retroactiva del éxito o del fracaso lo que inducía a los hombres a pensar bien o mal de una acción.

El mal, según la concepción de Nietzsche tiene un valor utilitario. En este sentido, se juzgaba lo malo de lo bueno según el valor que producía la consecuencia de una acción. Bajo este precepto, el mal se sigue concibiendo desde una forma externa al concebirse a partir de una acción externa y su interpretación a partir del pensamiento comunitario externo. Si el hombre se constituye e interpreta como ser humano, ¿Cómo podemos concebir siquiera la posibilidad de señalar que el mal es algo inherente al ser humano? Bajo la interpretación utilitarista del mal de Nietzsche, el acto humano necesita interpretarse para poder ser señalado como bueno o malo. Por ende, lo malo solo se puede construir desde la perspectiva comunitaria. Hasta el mal individual que uno se ocasiona a si mismo parte de esta concepción comunitaria. Si dejáramos que cada persona prosiga su moral individual, con su propia concepción individual del mal, la sociedad desembocaría en su desgobierno moral y social porque no podríamos construir un orden que controle la utilidad, desarrollo y aporte individual del ser humano a la sociedad.

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