Existencialismo

"EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO"

DE SARTRE

Existencialismo es la doctrina filosófica que implica que toda verdad y acción implica un sujeto humano. La tesis central del existencialismo es que la existencia precede a la esencia. El punto de partida es la subjetividad. El hombre tiene la posibilidad (libertad) de elegir lo que quiere hacer con su vida. Se entiende la vida como un proyecto, como algo que está por hacerse. El hombre se construye a través de sus actos. Ejemplo: el hombre cobarde no lo es por naturaleza o esencia, sino porque se ha construido como un hombre cobarde a través de una serie de actos concretos. El hombre no tiene una esencia o naturaleza definida de antemano sino que lo que puede ser depende de lo que él decida hacer a cada momento.

“Lo que dice el existencialista es que el cobarde se hace cobarde, el héroe se hace héroe; hay siempre para el cobarde una posibilidad de no ser más cobarde y para el héroe de dejar de ser héroe”.

Hay existencialistas católicos como Gabriel Marcel y Karl Jaspers y ateos como Heidegger y los franceses (el propio Sartre y Merleau-Ponty, por ejemplo)

Según el existencialismo ateo existe un ser en el que la existencia precede a la esencia, antes de ser definido conceptualmente. Es el ser humano quien surge al mundo y existe y luego es definido.

El hombre es indefinible porque al principio no es nada. Sólo es después de que él mismo se hace eligiéndose a través de sus actos. No hay naturaleza humana (pre-definida) porque no hay Dios para concebirla. El hombre es tal como él quiere ser; es lo que él se hace. La dignidad del hombre, por su capacidad de elegir libremente es superior a cualquier otra cosa.

El hombre en proyecto subjetivo lanzado al futuro. Nada existe antes del proyecto. El hombre es lo que ha proyectado (querido ser) él mismo con sus elecciones/acciones. Hay una elección más original, más espontánea en el hombre. La decisión consciente siempre es posterior a lo que él hombre ya ha hecho previamente de sí mismo. Es responsable de sus actos, de la totalidad de su existencia como elección y acción. Pero no es solo responsable de su estricta individualidad, sino responsable de todos los hombres.

Subjetividad se entiende en dos sentidos: (1) elección individual del sujeto por sí mismo (2) Imposibilidad de sobrepasar la subjetividad humana. El segundo es el sentido profundo del existencialismo.

Cuando elegimos individualmente, también estamos validando, con nuestra elección el modelo o prototipo de hombre que deseamos promover en la práctica en la sociedad. Es decir, nuestra elección como individuos implica también una elección colectiva. Si algo es bueno para nosotros también sería propuesto como bueno para los demás. Nuestras decisiones y actos individuales comprometen, pues, a toda la humanidad. Es decir soy responsable por mis actos ante mi mismo y ante los demás. Al elegirme un camino, también elijo una imagen de hombre.

El hombre es angustia implica aceptar que el hombre se compromete en el mundo y no puede escapar a la responsabilidad por sus elecciones. Soy yo –y no un Ser Superior Trascendente, Dios- quien decide si un acto es bueno o malo para mí. No hay excusas ni justificaciones para elegir por mí mismo ante diversas posibilidades de acción.

Si Dios no existe, no hay determinismos; el hombre es libre. Si Dios no existe, no encontramos frente a nosotros valores que justifiquen nuestra conducta. Estamos solos, sin excusas. El hombre está condenado a ser libre. No se ha creado a sí mismo, pero una vez arrojado en el mundo, es responsable por lo que hace. Sin ningún apoyo, el hombre está condenado a cada instante a inventarse a sí mismo.

De acuerdo con Ponge, hay un porvenir por hacerse. Ninguna moral puede indicar qué hay que hacer; no hay signos en el mundo. Por ello soy yo el que elijo el sentido

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