ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Explicaciones en el Timeo: Lógos y Mythos


Enviado por   •  20 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  3.027 Palabras (13 Páginas)  •  83 Visitas

Página 1 de 13

Explicaciones en el Timeo: Lógos y Mythos

La gran influencia del Timeo en las tesis y doctrinas que tendrán lugar posteriormente acerca del universo, su origen, y en general, la naturaleza, es innegable. Por esta razón no es de extrañar que este diálogo de Platón sirva como punto de referencia para una considerable cantidad no solo de filósofos, sino también de teólogos y científicos. El peso de las explicaciones expuestas en el diálogo, hace de este, probablemente, el primer escrito que tiene una explicación lógico-racional, si se quiere, acerca del origen y la estructura del universo. Por esta razón, es casi que una lectura obligada para físicos, matemáticos, biólogos, químicos, médicos, y todos aquéllos que tengan como objeto de estudio la naturaleza, tanto del mundo, como del hombre. Sin embargo, el Timeo no es un diálogo absolutamente claro y definitivo, sino más bien lo contrario: es un texto que además de presentar algunas contradicciones con otros diálogos del corpus platónico, es en sí mismo ambiguo. Esto último trae consigo problemas de carácter interpretativo, ¿De qué manera debe entenderse el Timeo? Es la pregunta por excelencia acerca del diálogo y que ha generado opiniones opuestas: hay quienes consideran que el sentido de lo expuesto debe ser tomado de manera literal, y otros quienes creen que debe ser tomado de manera alegórica. Comparto la opinión de Finkelberg[1] de que las interpretaciones absolutamente literales o absolutamente metafóricas no satisfacen los problemas que surgen de la lectura.

Es mi propósito en los siguientes párrafos dar cuenta de lo que hace especial este diálogo, y esto es, de su carácter explicativo, pues claramente hay un contraste entre el discurso de Platón sobre estos asuntos, al de, por ejemplo, Homero o Hesíodo sobre los mismos. Por alguna razón nos parece el primero más sensato o razonable que el otro. Con una lectura cuidadosa de cada una no es difícil estar de acuerdo en decir que el discurso de Platón nos parece ‘más verdadero’ que los otros, pero, ¿En virtud de qué podemos dar cuenta de esto? En virtud de las explicaciones de las que da cuenta cada uno. Pero antes de hablar acerca de la naturaleza de las explicaciones que da Platón en el diálogo, merece la pena preguntarnos ¿Qué es lo que pretende explicar el diálogo? ¿Cuál es su objeto?

Objeto del diálogo

“[…] vamos a hacer un discurso acerca del universo, cómo nació, y si es o no generado” (Tim. 27C.)

Las anteriores son las palabras que dirige Timeo a sus interlocutores antes de poner en marcha su discurso. Claramente el universo y su naturaleza es el tema principal del diálogo. Platón nos habla acerca del origen del universo, sobre los elementos primarios y cómo generan los otros cuerpos del mundo, sobre la naturaleza del alma del mundo, sobre el hombre: su anatomía, y su alma; entre otras cosas. A medida que la lectura del diálogo avanza, se hacen evidentes los temas sobre los que trata y difícilmente será puesto en discusión de qué es lo que se está hablando. En este sentido, la pregunta relevante no es ¿De qué se habla en el Timeo? Ya vimos que es una pregunta de fácil respuesta. La pregunta importante es: ¿Para qué se habla de lo que se habla en el Timeo? Es decir, cuál es el propósito de Platón por traer a colación los temas que allí se exponen, y esto sí que genera diversas opiniones.

Recordemos que los interlocutores del diálogo se encuentran reunidos un día después de Sócrates haber dado un discurso similar al que encontramos en la República, esto es, un discurso acerca de la organización política  y sobre “cuál (organización política) consideraba que sería la mejor y qué hombres le darían vida”[2]. En este sentido, el propósito del Timeo puede entenderse como un intento por completar el proyecto político que parece insuficiente en República. Desde luego, hablar de hombres y de sus relaciones básicas y, posteriormente, políticas, exige hablar de la naturaleza en general de estos hombres, una naturaleza que está determinada por algo a lo que pertenece íntimamente, esto es, el cosmos. En ese aspecto, podríamos decir que el objetivo del Timeo será completar un proyecto político, pero dicho así sin más parece una insensatez, pues estaríamos reduciendo el carácter del diálogo casi que a una jugada metodológica de Platón para dar cuenta de algo más, y no creo que sea el caso. Platón lleva a cabo un riguroso procedimiento en su explicación que trae consecuencias no solo políticas, sino también de orden ontológico y epistemológico. Por esto prefiero decir, no que el discurso cosmológico tenga como objeto sostener o reafirmar el discurso político (aunque sí lo hace), sino el de dar cuenta de una realidad propia del universo para así, relacionarla con una realidad propia del animal social que es el hombre y lograr una unidad y coherencia entre los diálogos. Esta realidad del universo de la que se da cuenta consiste básicamente en explicar su origen y estructura, entendiendo por estructura del universo no solo la disposición de la tierra y los demás astros, sino el orden y el movimiento de todo lo que le pertenece, incluido el hombre.

Naturaleza del discurso

Una explicación del origen del universo y su estructura, exige un tipo de discurso en particular, uno que le es propio. Para dar cuenta de cuál es este discurso debemos traer a colación cuál es la naturaleza de las cosas sobre las que el discurso se refiere.  Recapitulemos entonces uno de los puntos principales del diálogo, que es la distinción ontológica entre los dos principios[3] de todo. Sabemos que Platón habla de dos principios: lo que no deviene que siempre es, inmutable, comprendido por la inteligencia, y lo que deviene que nunca es, siempre en movimiento y opinable. El primero corresponde a la realidad inteligible y el segundo a la realidad sensible, que es de lo que Platón dará cuenta en su discurso, pues si decimos que es acerca del universo, es por tanto un discurso acerca de lo generado, que corresponde al segundo principio. Es importante decir esto último, pues es en virtud de la realidad de la que se habla que un discurso toma un sentido determinado, es decir, un discurso acerca de lo inteligible será necesariamente distinto a un discurso acerca de lo sensible, como un discurso acerca del paisaje pintado en un cuadro será diferente al discurso del paisaje en sí. Los discursos son diferentes en virtud de la relación que guardan los dos principios entre sí, ¿Cuál es esta relación? Primero que todo hay que decir que si bien estamos hablando de que el principio inteligible es paradigma y modelo, no diremos que lo sensible es una copia del modelo, o al menos no en sentido estricto. Lo que quiero decir es que la relación entre los dos principios no es de absoluta identidad, sino más bien de mímesis entre el mundo generado y el modelo, es decir, lo sensible intenta imitar al modelo, pero al tener características diferentes e incluso contrarias, el discurso que se haga del uno y el discurso que se haga del otro deben ser necesariamente distintos, pues ¿Cómo vamos a hablar de la misma manera de aquello que es invisible, inmóvil, inmutable, y de aquello que posee cualidades sensibles, que está en movimiento y sujeto al cambio?

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (18.1 Kb)   pdf (203.2 Kb)   docx (16.7 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com