FILOSOFIA DEL LENGUAJE

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD CATÓLICA CECILIO ACOSTA

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA

PROGRAMA FILOSOFÍA

SOBRE LA INTERPRETACIÓN

        PARTICIPANTE:

                                  CONTRERAS ASCANIO

                YENNY CAROLINA

PROFESOR: RENZO GOTERA        CI: V-26.096.537

MARACAIBO EDO. ZULIA

DESARROLLO

El ser humano, al igual que todos los animales, poseen la cualidad de entenderse y comunicarse entre sí para intercambiar intereses, deseos, peticiones, emociones o cualquier otro mensaje. La comunicación puede llamarse la base de la convivencia animal y/o humana, porque es la que permite que una sociedad funcione conjuntamente; esta se puede identificar en el intercambio de ideas o mensajes que un individuo transmite a otro, y es una característica imprescindible del hombre.

La comunicación humana ha sido el soporte del conocimiento y desarrollo de los hombres y su entorno, pues a través del lenguaje primeramente, estos se intercambian sus ideas; estudiando el pensamiento de Aristóteles al respecto, se puede distinguir su percepción del lenguaje y su inclinación ante la idea de que el hombre es diferente de un animal por la capacidad que tiene de usar el lenguaje y razonar, pues el lenguaje sigue al pensamiento como una expresión de el mismo y, por consiguiente, este sigue a las cosas^[1].

Siguiendo a Aristóteles, el lenguaje es la expresión del pensamiento humano el cual se caracteriza por poseer un signo y símbolo respectivamente, es decir, para el distinguido pensador las palabras habladas son la simbología o aquellas impresiones de los contenidos o afecciones que hay en el alma del hombre, esto es, aquellas nociones del alma extralingüísticas que son las mismas para todos los hombres sin importar que su lengua y escritura sea diferente, por ejemplo la idea de árbol, rio o montaña; mientras que, por otro lado, las palabras escritas son el signo o representaciones directas del habla, las cuales si son diferentes según el entorno cultural del hombre y es, por consiguiente, posterior al símbolo para Aristóteles^[2].

A pesar de que el estagirita es considerado el padre de la lógica, considera que el lenguaje es natural en tanto que hace parte del proceso mental del pensamiento humano para distinguir su entorno, nace de manera espontánea porque es una necesidad permanente para el hombre la de comunicarse en primera instancia con el lenguaje oral, y posteriormente con el lenguaje escrito; este ultimo se puede considerar convencional, puesto que pertenece a una construcción lingüística lógica de plasmar en caracteres y signos los sonidos del habla^[3].

Dentro de esta construcción lingüística, Aristóteles define el nombre como aquel sonido que no denota tiempo y que tiene significado por convención, es decir, no tiene sentido por naturaleza sino cuando se convierte en signo de esos sonidos así sean nombres inarticulados^[4]. Por otro lado, el verbo si es un nombre que significa algo, pues es signo de lo que se dice de otro y denota tiempo verbal. Por ello, los verbos para Aristóteles son aquellos nombres que expresan lo que se dice de un sujeto en tiempo presente^[5], por ejemplo, estar comiendo:

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