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Filosofía del lenguaje


Enviado por   •  27 de Febrero de 2021  •  Ensayos  •  2.429 Palabras (10 Páginas)  •  78 Visitas

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Universidad Católica Andrés Bello                                                            Abache, Carlos

Instituto de Teología para Religiosos

Filosofía del Lenguaje I

Aproximación a la realidad del lenguaje religioso

El tema de este trabajo surge del enigmático cierre del Tractatus, creo que es un interesante punto para empezar a aproximarse al campo, no digo aún a la realidad, del lenguaje religioso. Aunque pareciera que lo adecuado sería callar, me valdré del mismo rodeo que da sentido y utilidad al Tractatus, proponer pseudo-proposiciones con una finalidad aclarativa, aunque sería más correcto escribir que tiene el fin de dilucidar. Porque no sería infiel al pensamiento de Wittgenstein considerar estas cuestiones como verdaderamente importantes[1]. Con esto deseo exponer una postura como la Wittgenstein que se inclina a una concepción que reconoce la validez del uso del lenguaje religioso, pero sin concederle valor cognoscitivo, y por otra parte estudiar posturas que defiendan que más allá de un uso emotivo y conativo, efectivamente el lenguaje religioso posee un uso cognoscitivo.

Antes de avanzar, suele hablarse de un primer Wittgenstein y un segundo, ciertamente tenemos al primero en una línea positiva y a un segundo considerando otras dimensiones dentro del lenguaje, fuera de la exposición isomórfica estricta. Por ello creo que lo que se percibe en Wittgenstein es una auténtica evolución y no una ruptura simple que distingue al primero del segundo, sino que ya en el Tractatus está la semilla del pensamiento posterior, aquél que se atrevería a hablar sobre lo que se debería callar, así lo atestigua su conferencia sobre ética en Cambridge el año 1930. La religiosidad de Wittgenstein es una cuestión muy interesante, refleja una actitud profundamente humana y que puede tener cuestiones interesantes para continuar una discusión, intentaré tomar del trabajo de Isabel Cabrera sobre la Religiosidad de Wittgenstein aspectos centrados en la filosofía del lenguaje, aunque bien este tema también tiene un fuerte componente de epistemología y metafísica.

De lo que se debería callar es aquello trascendental: la ética, la estética, la religión, pues como se expresa en el Tractatus estos discursos no explican o describen nada, corresponden a valores y no a hechos, estos discursos no resuelven nada, pues únicamente muestran algo, pero sobre ellas no se puede decir nada. Y precisamente esto lo considero acertado, considerando que en este momento del pensamiento de Wittgenstein “decir” implica entrar dentro del modelo de la ciencia y su descripción de los hechos, esta cuestión no es propia de la naturaleza estética, ética o religiosa. Esto, en la temprana etapa de su pensamiento filosófico nos permite ojear sus propios ideales, ante lo que se encuentra Wittgenstein es que el lenguaje religioso no puede dar respuesta a cómo es el mundo, pero por el contrario la actitud de nuestro filósofo no cae en un reduccionismo, sino que es consciente de que esto no es una limitación para el lenguaje religioso, sino que este propiamente debe ubicarse en otra dimensión que no sea la de dar cuenta de hechos. El lenguaje religioso, ético y estético es un intento de mostrar algo al decir.

Wittgenstein comenta: “nuestro hablar sólo adquiere sentido a partir del resto de nuestra conducta”[2]. Lo cual en el sentido religioso tiene pleno sentido, pues “nadie se convierte en un hombre genuinamente religiosos sólo porque emplee el lenguaje religioso”[3]. Así queda constatado una característica del lenguaje religioso, el hecho de ser autoimplicativo, las palabras religiosas exigen una manera propia de vivir, pues precisamente el lenguaje religioso pertenece a una forma de vida (Lebensform) y dentro de los conceptos de su pensamiento, justamente un lenguaje que es parte de una forma de vida es un juego mediante el cual se ve y se relaciona con la realidad. Me acabo de referir a un concepto que forma parte de la segunda etapa de su pensamiento por ello quisiera intentar señalar cómo se ejecuta este interés de Wittgenstein de decir algo de lo que debería callarse, precisamente la evolución de su pensamiento creo que está es considerar que la teoría figurativa del lenguaje era adecuada para la realidad de hechos propios de la ciencia, pero que no se muestra como absoluta si nos acercamos a el lenguaje que habla la vida humana, con el que verdaderamente se vive, ciertamente en un autor como Russel se ve la inclinación hacia un nuevo lenguaje ante la incapacidad del lenguaje natural, pero los intereses de Wittgenstein van más allá y lo llevan a formular una nueva concepción del lenguaje como distintos juegos dentro de un gran juego.

De este modo para Wittgenstein el lenguaje religioso es un juego, el cual no pretende ser una teoría del mundo, ni una teoría de nada, quien juega el juego religioso no se equivoca al clamar a Dios como San Agustín ni se equivoca el budista[4], de este modo si bien no es teoría, tampoco es meramente opinión, pues las opiniones pueden aún ser erradas, de este modo ni una sola frase de la Biblia contradice lo escrito en el Corán[5]. Así se comprende por qué este lenguaje no es admitido para ser usado como algo cognoscitivo, no se involucra en un conocer sino en un relacionarse y comprometerse. De este modo el lenguaje religioso debe estar fuera de cualquier teoría, incluso metafísica, pues esta última aún pretende dar carácter de validez o de comprensión de la realidad, que, en definitiva, para Wittgenstein, era un sinsentido.

Lo anterior se articula como un mecanismo que funciona debido a que para este pensador el conocimiento debe ser justificado, pero la fe no puede ser justificada ni siquiera a través del testimonio, pues el testimonio de una fe es sencillamente la vida que ha decidido creer algo sin dudarlo, así se diferencia el creer y el conocer, el cual fue tratado por Wittgenstein en su trabajo Sobre la certeza. Lo que salva de esta cuestión es que si bien no podría considerarse racional una certeza total si sostenemos que no hay posibilidad de dudar de la fe (cosa un poco difícil de sostener), tampoco podríamos simplemente decir que sea irracional, aunque el argumento aquí pareciera ser un poco como el antropológico de San Agustín, simplemente muchos usan el lenguaje religioso, por ello no sería posible sólo decir que un enorme porcentaje de la humanidad sostiene la irracionalidad.

De este modo creo que una expresión sucinta y muy clara de la concepción general del lenguaje religioso y su relación desde el hombre con la realidad se comprende en que la religión “no es una teoría de lo que sucede o habrá de suceder con el alma humana, sino que es una descripción de un acontecimiento fáctico en la vida del hombre”[6]. De este modo no está el lenguaje religioso para transmitir conocimiento como que el alma sea inmortal, sino que su propósito es encausar nuestras vidas desde la confianza en busca de aquello prometido.

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