Fe y razón son necesarias en un mismo mundo

Fe y razón son necesarias en un mismo mundo

Fe y razón son conceptos que conllevan una gran variedad de interpretaciones, la idea de mantenerlas juntas provoca un amplio cuestionamiento de cual influye más, parece ser que se está tratando con cuestiones que conllevan cierta complejidad y una refutación que se ha tratado de esclarecer desde tiempos inmemorables. La razón parte de la capacidad del ser humano a cuestionarse y a tomas ciertas decisiones con una intención en particular, en cuanto a la fe, es la capacidad de creer sin una prueba que involucre hechos físicos, solas y simples creencias de algo en particular, fe podría ser confianza. La fe y la razón necesitan ir juntas es necesario que estas se complementan y dejen de negarse como una articulo particular e individual del otro, sin la simple capacidad que posee el ser humano de racionalizar sus propios pensamiento no podrían poseer esta fe incondicional, sin la razón como podrían negar la existencia de aquel Dios al que se le ha reconocido como el todo de este mundo.

Santo Tomas de Aquino conocido como el "Doctor Angélico" de quien dijo es un ejemplo de la necesaria relación y complementariedad entre fe y razón, entre la filosofía y la teología que permiten llegar a la verdad y así a Dios. Este parte de la necesidad de que sean complementarios Para Santo Tomás, la distinción filosofía/teología descansa en la separación entre orden natural y sobre- natural: el orden de conocimiento natural procede de la razón humana, da lugar a la filosofía y tiene carácter demostrativo; el orden sobrenatural procede de la revelación y de la fe y es un conocimiento oscuro; algunas de sus verdades están al alcance de la razón, y otras la exceden. Ambos conocimientos provienen, en último término, de Dios, por lo que entre ellos no puede haber contradicción. Entre las dos esferas de conocimiento cabe la colaboración, dando lugar a la teología: la revelación puede orientar a la razón y le permite evitar errores; la razón le sirve a la fe para aclarar y defender los misterios de la revelación. Algunas creencias nunca podrán ser demostradas por la razón y otras sí, como los preámbulos de la fe (existencia de Dios e inmortalidad del alma). La credibilidad con la que hay relación entre la razón y la fe es una necesidad fundamental con la que usualmente tratamos inconscientemente, la sensatez con la que hablamos de Dios y pensamos en el en las mañanas al despertarse, antes de dormir cosas tan simples que al final les realizamos un raciocinio en el cual tenemos completamente fe. La esencia es con lo que principalmente vemos a dicho Dios concepto muy separado del de existencia; esa esencia se puede comprender aun sin saber de su existencia un claro ejemplo en el que todos nos relacionamos es con el Fénix. No verlo no nos quita el pensamiento de su existencia, es más que suficiente con que este en alguna parte minúscula de nuestro pensamiento.

La unión entre la filosofía y la religión, entre razón y fe, están más que ligadas por unos cuantos filósofos que han dado su a probación, sino a causa de la pertenencia que le hemos brindado, Por consiguiente, la fe es el fundamento para la esperanza y la prueba convincente de las realidades que no se ven.

De manera que la fe verdadera no es credulidad, es decir, el estar presto a creer algo sin que haya prueba sólida, o sencillamente porque uno quiera que así sea. La fe verdadera requiere que tenga conocimiento básico o fundamental, que se conozcan los hechos y que se muestre aprecio. Así, aunque es imposible tener verdadera fe sin conocimiento exacto, está claro de que Dios y ciencia poseen una conexión donde la que cree y desarrolla es el humano, algo de lo que provenimos, algo supremo nos permite confiar en sus actos, algo de dentro de cada ser nos da la esperanza de su existencia, nuestro raciocinio nos permite tener

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