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Filosofia E Introducción Historica


Enviado por   •  21 de Octubre de 2013  •  3.712 Palabras (15 Páginas)  •  273 Visitas

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Concepción del hombre desde la filosofía escolástica

El ser humano es en esencia un ser que lo creo Dios para amarlo, y por naturaleza de su corazón él ama a Dios. Toda la grandeza de Dios (que se habla en el antiguo testamento) en el misterio se encarna en Jesús, su hijo amado. Él es la palabra de Dios.

La escolástica es la filosofía de las "escuelas", esto es, de la tradición surgida en las universidades medievales y que es asociada con los métodos y tesis de los grandes filósofos de los siglos XIII y XIV. Dominó hasta el siglo XV, cuando sucesivamente dio paso al humanismo renacentista, al racionalismo y al empirismo.

Hoy en día se habla de neoescolástica.

Para San Agustín de Hipona el hombre dentro de la doctrina cristiana, no es solo espíritu es superior; pero esto no es obstáculo para que la salvación del hombre alcance sus dos niveles. De otro modo no podría entenderse el misterio de que es "la resurrección de la carne".

La naturaleza humana es buena, puesto que es creación divina y esta hecha a imagen y semejanza de dios, sin embargo el hombre sufre de las consecuencias que resultan de sus desviaciones al actuar; la naturaleza es herida, tal es el caso de la doctrina del pecado original transmitido a todo el mundo.

Pero la superioridad de estas nociones con respecto a las concepciones griegas consiste en la donación de sentido a la existencia del ser humano.

El hombre es una criatura de Dios, su origen y su meta están en Dios. Así es como la existencia humana queda ontológicamente abierta a una gran serie de preguntas, que la mayoría de estas no tienen aun una respuesta verídica.

Tomas de Aquino define al hombre como un compuesto sustancial de cuerpo y alma. El cuerpo es principio de individuo. El alma esta dotada de entendimiento y voluntad, que tiene como orientación natural la verdad y el bien. Solo existe un alma en los hombres la racional. El hombre tiene su primer principio intelectual (al que damos nombre de mente o entendimiento) sin la participación del cuerpo, ya que cada cuerpo cuenta con defectos y estos defectos hacen que el concepto no pueda ser universal. El segundo principio es la moral que es basada en la costumbre.

Considera que el hombre es un ser ubicado en el mundo, del cual es parte y en el que ocupa un lugar. Ese lugar esta situado en el culmen de lo material y espiritual, por lo cual le da sentido a todos los demás seres de la naturaleza. Concibe que el hombre es un todo constituido por la unión inseparable del cuerpo y el alma. Sin embargo entiende que el alma es individual e inmortal y creada por Dios, está en todo el cuerpo y requiere de éste para manifestarse. Concibe una serie de funciones intelectivas y apetitivas, que le permiten al hombre conocer por lo sentidos, pensar, vivir por instinto, querer y moverse.

Según Tomas de Aquino el hombre concibe en tres tipos de inclinaciones, que son las siguientes:

• La inclinación al bien según su naturaleza, en cuanto a desee la conservación de su ser según su naturaleza; y pertenece a la Ley Natural todo aquello que contribuye a la conservación de la vida del hombre, y prohíbe lo contrario.

• La inclinación a cosas más especiales según la naturaleza en la que comunica con los otros animales; y son de la Ley Natural aquellas cosas que la misma naturaleza enseña a todos los animales, (la unión del varón y la mujer, la crianza y educación de los hijos, etc.).

• La inclinación a lo bueno según la naturaleza de la razón que le es propia; es natural que el hombre quiera conocer la verdad acerca de Dios y a vivir en sociedad; y pertenece a la Ley Natural que el hombre evite la ignorancia, que no ofenda a otros con los que debe convivir.

La naturaleza humana posee unas líneas de conducta orientadas hacía el bien, es decir hacia Dios, que solamente el ser humano es capaz de conocer y comprender en la Ley Natural.

El alma, según Tomás, afirma que es la que regula todas las funciones del "hombre" y determina su corporeidad. Pues esta se concibe como principio vital y como principio de conocimiento. Es el ser humano, el individuo, el que vive y conoce, el que razona y entiende, el que imagina y siente. Todo ello es imposible sin tener un cuerpo, por lo que éste ha de pertenecer al "hombre" con el mismo derecho que le pertenece el alma.

La relación del alma y el cuerpo es una relación natural, según la cual estaría el alma en el cuerpo como el prisionero en la celda.

No obstante, dada la necesidad de explicar la inmortalidad del alma, santo Tomás afirmará que en ella existen ciertas facultades que le pertenecen como tal, y que no dependen para nada de su relación con el cuerpo. Otras pertenecen al compuesto "hombre" y no pueden ser ejercidas, por lo tanto, sin el cuerpo.

La relación fe y razón

Después de haber conocido los orígenes de la filosofía y las distintas formas de pensar de algunos autores con respecto a la teoría del conocimiento, la felicidad, el reconocimiento del ser humano como ente social, entre otras muchos otros conceptos que se manejaron en el tema anterior, le daremos un giro muy interesante y hablaremos un poco de la llegada de la religión cristiana y el choque que tiene con la filosofía Griega, puedo decir que es un tema algo complejo pero muy diverso. En aquel entonces muchos filósofos cristianos trataban de conciliar la fe cristiana con la razón filosófica, mientras que otros por su parte proponían una separación total entre ambas. Pero los filósofos griegos y latinos de la época rechazaban completamente la nueva religión que introducía conceptos que les parecían completamente absurdos y escandalosos como la reencarnación de dios.

Sin embargo la separación entre la fe y la razón se fue oponiendo gracias a autores como San Agustín de Hipona, quien defendía la idea de que la fe y la razón no estaban necesariamente en oposición, si no que su relación es de complementariedad. Según él la fe es un modo de pensar asintiendo, y si no existiese el pensamiento, no existiría la fe. Por eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la razón son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados. Estas posturas las asentó en las personas que pertenecían al Fideísmo y racionalismo, explicando que sus ideas venían de la mano, por ejemplo a los fideístas les decía: “Comprende para creer” y a los racionalistas: “Cree para comprender”.

Pero después aparece Santo tomas de Aquino quien pretende replantear la relación entre la fe y la razón, manteniendo una clara distinción entre

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