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Filosofia


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2013  •  1.337 Palabras (6 Páginas)  •  210 Visitas

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Friedrich Nietzsche – Más allá del bien y del mal

El tema central al que va a referirse Nietzsche es la moral, su crítica se basa en destruir las verdades absolutas edificadas sobre la base de valores religiosos, como así también va a luchar contra el positivismo, o más precisamente contra la falsedad del supuesto “objetivismo de la ciencia”.

Este autor rechazará en toda su obra los valores, o la moral de rebaño, y hará hincapié en la independencia moral, personificada en su Superhombre en el que la voluntad de dominio se revela con toda la fuerza, es el hombre situado más allá del bien y del mal, calificado como “autosuficiente” y opuesto a la moral de masas. Todo lo que es o ha sido se convierte para él en “un medio”; su “querer la verdad” equivale a “querer el poder”. Él es el hombre verdaderamente libre, que busca dominar todas las posibilidades sin renunciar a ninguna, es la encarnación de la voluntad de poder.

La valoración de la acción a lo largo de la historia

• Período pre-moral: durante la época prehistórica el valor o el no valor de una acción fueron derivados de sus consecuencias. Era la fuerza retroactiva del éxito o del fracaso la que inducía a los hombres a pensar bien o mal de una acción.

• Período moral: en esta etapa el valor de una acción reside en su intención, considerada como procedencia y prehistoria enteras de una acción.

Ya no son las consecuencias, sino la procedencia de la acción, la que decide sobre el valor de ésta. Esto representa la repercusión inconsciente del dominio de valores aristocráticos y de la fe en la procedencia. Así la primera tentativa de conocerse a sí mismo queda así satisfecha.

• Período extra-moral: el valor decisivo de una acción reside en aquello que en ella es no intencionado, ya que considera que la intención es sólo la superficie o el exterior de una acción, que delata cosas pero que oculta muchas otras.

La intención no es más que un signo que necesita interpretación, ya que puede significar demasiadas cosas pero que por sí sola no significa casi nada.

La moral en las intenciones es un prejuicio, una precipitación que necesita ser superada; superación moral tal vez reservada a las conciencias más sutiles, honestas y maliciosas.

En las morales que han dominado o continúan dominando en la tierra se encuentran en común ciertos rasgos, revelando dos tipos básicos: una moral de señores y una moral de esclavos.

Aparecen intentos de mediación entre ambas morales y la confusión de las mismas y su recíproco mal entendido, incluso dentro de una sola alma.

Moral de señores y de esclavos

El hombre aristocrático separa de sí aquellos seres en los que se expresa lo contrario a los estados elevados, los desprecia. En esta moral la antítesis Bueno-Malo, es sinónimo de Aristocrático-Despreciable.

Es despreciado el cobarde, el mesquino, el que piensa en la estrecha utilidad. La especie aristocrática del hombre se siente a sí misma como la “determinadora” de los valores, no tiene necesidad de dejarse autorizar, su juicio es “lo que es perjudicial a mí, es perjudicial en sí”.

Ella es la creadora de los valores. En el primer plano se encuentra el sentimiento de plenitud, de poder. El hombre aristocrático honra al poderoso, también al que tiene poder sobre él, y además supone un profundo respeto por la vejez.

Dentro de esta moral se sostiene que sólo frente a los iguales se tienen deberes, frente a los de rengo menor es lícito actuar como mejor parezca, “más allá del bien y el mal”.

La moral de esclavos no ve con

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