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Filosofia


Enviado por   •  25 de Enero de 2015  •  2.235 Palabras (9 Páginas)  •  201 Visitas

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Introducción

En el presente trabajo de investigación trataremos de manera sucinta algunos de los grandes filósofos que precedieron a Sócrates, resaltando los aportes hechos por los mismos al campo de la filosofía, así como también en la búsqueda de dar respuestas a los fenómenos que le presentaba la naturaleza y en la justificación del saber.

Como podemos ver algunos parten de la naturaleza como fuente del origen de las cosas.

También trataremos el método inductivo y deductivo,

Hablando de sus características, clasificación, funciones, sus reglas, su principio, fundamento y valor.

Los filósofos PRESOCRATICOS tratan de dar una respuesta a la pregunta acerca del origen y constitución del cosmos. Tratan de determinar el ppio (arche) ultimo y eterno del que todo procede y del que todo se compone. Esto ya no se busca en dioses sino en la naturaleza (physis). Todos ellos viven en Jonia o Italia meridional. Se pueden clasificar en dos familias: La tradición científica jónica: son llamados físicos ya que centran su atención en la naturaleza.... Y la tradición mística itálica: tienen tendencia metafísica y religiosa.

Anaximandro de Mileto: Afirmo que la tierra es esférica y ocupa el centro del mundo. El arché de todas las cosas es el apeirón, es decir, lo indefinido e indeterminado. Se trata de un elemento no empírico y por su carácter indefinido, permite explicar la derivación de todas las cosas mejor que de un elemento como el agua. El apeirón es inmortal e indestructible, eterno y sin envejecimiento; de él se engendran todas las cosas. Todo sale y vuelve al apeirón según un ciclo necesario, medidos por periodos rítmicos. El ritmo de surgimiento y desaparición se daría en el interior de un mismo mundo actual. Concibe el orden necesario del mundo como un orden jurídico y moral: Toda existencia individual y todo devenir son una usurpación y una injusticia que se paga con la muerte. Quizá quería decir que del apeirón comienzan a separarse substancias opuestas entre si, cuando una prevalece sobre otra, se produce una reacción de equilibrio.

Anaxímenes de Mileto: El principio primordial es infinito, pero no lo afirma indeterminado, sino determinado. Dice que es el aire. También concibe el mundo como algo vivo, "de la misma manera que nuestra alma, que es aire, nos sostiene, igualmente un soplo y el aire envuelven el mundo entero".

Heráclito de Éfeso: Es posible exponer su filosofía en contraposición con la de Parménides. El ve en el fuego el arché del universo, que se enciende y se apaga con medida. No sólo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a el, sino que es el mundo entero el que perece en el fuego, para volver a renacer (ciclo cósmico y juicio universal). El acontecer del mundo es un flujo permanente: no es posible descender dos veces al mismo río. Esta permanente movilidad se fundamenta en la estructura contradictoria de toda realidad. La contracción y la discordia están en el origen de todas las cosas. Sin embargo la contradicción engendra armonía. Pero se trata de una armonía oculta y por ellos los hombres no entienden como lo que difiere esta de acuerdo consigo mismo, la armonía consiste en tensiones opuestas. Si esto es así, es porque una ley única rige el curso del universo, un logos que todo lo unifica y orienta. Afirma que este logos o razón esta también en el hombre haciendo su propia razón. Una misma razón rige el mundo y la mente humana. Heráclito se lamenta de que los hombres, en vez de atender a la razón dentro de ellos, viven de sueños y distraídos. Elabora una teoría del hombre: el alma es una parte del cosmos y por eso permanece modificándose experimentando la tragedia del devenir y la contradicción. La misión del alma es conocer el lógos universal pero también penetrar en si misma, lo cual es lo mismo. El alma se mantiene activa por el conocimiento y por eso, conserva al máximo su carácter ígneo, sobrevive a la muerte y se une al fuego cósmico.

Filósofos de Italia meridional: Pitágoras y los pitagóricos: Tiene un contenido místico-religioso: doctrina de transmigración de las almas y por eso, afirma que hay parentesco entre todos los seres vivos; creencia de un eterno retorno de los mismos en ciclos cerrados. Para ellos, la ciencia esta muy relacionada con la mística. Eran matemáticos. Afirman que los números son los principios de todas las cosas. Concibieron los números espacialmente, confundiendo el punto geométrico con la unidad aritmética. Las unidades tienen extensión espacial y pueden ser consideradas como elemento material de las cosas; si las cosas se componen de números es porque se componen de agregaciones de unidades-puntos. Esto viene a que los griegos tenían problemas en concebir la realidad sin extensión espacial. El número es el arché de todas las cosas. Un rasgo característico de ellos es el dualismo. El dualismo y la doctrina del número vienen a coincidir en cuanto que la primera oposición (limite-ilimitado) coincide con la 2da. (impar-par) y esta constituye los elementos del número. Este dualismo no es sino una versión mas de la doctrina de los opuestos de los jonios. Esto implica una doctrina de armonía; las cosas similares no tienen ninguna necesidad de armonía, pero las que son distintas tienen necesidad de reunirse por esta armonía, esta es la unidad de las mezclas y concordancia de las discordancias. En la cosmología pitagórica se dice que primero existió la unidad rodeada por lo ilimitado; luego la unidad crece y se escinde en dos, el vacío de lo ilimitado se introduce en el medio y mantiene las 2 partes separadas, de este modo se originan el nro. 2 y la línea, después se generan el 3 y el triangulo y el 4 y el tetraedro. Música y armonía (traducibles en números), esta es la visión del mundo de esta escuela.

Parménides de Elea: Inició su filosofía a través de grupos pitagóricos y luego hizo su propia escuela. Expuso su doctrina en un poema. Comienza el poema con estilo mítico que da a entender que lo que sigue es una revelación filosófica. El núcleo del poema se divide en dos: la vía de la verdad (su propia doctrina) y la vía de la opinión (expone cosmología que rechaza Parménides como engañosa). Dice que: sólo es lo que es y no lo que no es. Solo lo que es, es y es pensable. El no-ser, ni es, ni es pensable. A partir de esto, construye la vía de la verdad... El Ser es ingénito e imperecedero, finito, continuo y único, indivisible e inmóvil. En efecto, el ser es imperecedero e inengendrado, porque en el caso contrario habría que suponer que procede del no-ser y vuelve a él, pero el no-ser es impensable e inexistente. Del mismo modo, el Ser es uno,

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