Filosofía Del Arte

UNA MIRADA MÁS ALLÁ DE LO SENSIBLE

“El arte es la filosofía que refleja un pensamiento” Antonio Tapies

La estética tiene un problema realmente intrínseco, en el cuál el filósofo del arte se debe responder tres preguntas, siendo éstas: ¿Qué es la belleza?; El hombre que contempla tal belleza, ¿Qué episodios espirituales cumple en su erudición estética? Y El hombre que engendra una obra de arte, ¿Crea o falsifica? El motivo de este ensayo es explorar a profundidad el concepto de estética y los aspectos más importantes que gravitan alrededor de ésta.

Es necesario definir y ejemplificar la estética para tener ideas claras acerca de los posteriores argumentos. La palabra estética es utilizada para denotar el conjunto de reflexiones y pensamientos con respecto a lo que es el arte y la belleza. Ésta es también denominada “Teoría del Arte y de la Belleza”.

El objetivo de la estética es reunir cualquier tema que tenga relación con arte y belleza, pero éstas observadas desde un punto de vista filosófico, tratando de encontrar un sentido a su existencia. Aunque ésta no es considerada del todo una ciencia, debido a su estricto material y argumentos, es cierto que la estética está establecida como una disciplina independiente, reafirmada en escritos como “Aesthetica” (Baumgarten, Alexander; 1750) o “Crítica del juicio” (Kant, Inmanuel; 1790)

La estética se divide en ciertas categorías que son necesarias para juzgar una obra de arte. Estas consisten en la belleza, la fealdad, lo trágico, lo sublime, lo cómico y lo grotesco.

La belleza es la primera categoría estética. Está generalmente ligada con la definición de ‘bueno’, ‘bien hecho’. Pese a que aún no se ha encontrado una definición concreta de belleza, tiene ciertas características que la representan, por ejemplo la fijación y la armonía que conforman las cosas bellas.

La fealdad es, al igual que la belleza, una experiencia por la que pasa el hombre frente a una obra de arte, y es totalmente opuesta a la experiencia que se siente con la belleza. La fealdad fue asociada con lo ‘feo’ y lo ‘negativo’. Las cosas feas son un antónimo de estética, ya que caen en la descripción del mundo sensible.

Lo sublime denomina algo demasiado elevado. Se encuentra en fenómenos naturales, pero se puede aplicar para ciertas acciones humanas. Lo sublime se ve recreado a lo que posee un gran poder y que pone en segundo plano la capacidad de pensamiento humano. Cuando un hombre observa algo sublime, no tiene más remedio que admirarlo. La diferencia entre lo sublime y lo bello es que este primero está hecho de claroscuros, grandes dimensiones. Lo bello es agradable, pero uno se deleita completamente con lo sublime.

Lo trágico representa la vida cotidiana, ya que al hombre tener una vida trágica, dicha tragedia se ve representada en el día a día. Aquí están las obras que comprenden todo lo que es sangre, peleas, muerte, catástrofes, entre otros.

Lo cómico se usa si una obra produce un efecto burlesco en el hombre. La vida diaria está repleta de situaciones cómicas. Los antiguos romanos consideraban que la risa era un don que se les había concedido. A pesar de esto, a las obras ‘cómicas’ no se les puede considerar que son artísticas, porque el fin de la contemplación es admirar la obra, y no causar risa.

Finalmente lo grotesco, denominado un conjunto de formas animales y humanas que se encontraban combinadas. Desde el punto de vista clásico, estas obras solo tenían una descripción: monstruoso. Se dan notables transformaciones de la realidad, observando que pierde su forma y se vuelve extraño. Se expone lo absurdo y lo irracional.

Pero para poder comprender en su totalidad la filosofía del arte contemporánea, es necesario remontarnos a sus inicios. La estética a lo largo de los años se vio desde distintas perspectivas. Por ejemplo, contamos con una estética de Platón, de Aristóteles… entre otras.

Arrancando desde Edades Antiguas y Medievales, la estética de Platón se basaba mayoritariamente en la existencia de dos mundos separadas y totalmente diferentes, como los son el mundo visible (sensible, objetos que nos rodean, el mundo fugaz) y el mundo inteligible (el mundo de las ideas, perfecto, fijo). Según el filósofo, las ideas eran la esencia de las cosas, la razón de por qué una cosa era lo que era.

Platón se planteaba ¿Qué

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