Filosofía Del Renacimiento
dianita94kiss5 de Febrero de 2012
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FILOSOFÍA del RENACIMIENTO
Filosóficamente hablando, los siglos XV y XVI, son un periodo de transición entre la edad media y la edad moderna, y es que durante el renacimiento hay una ruptura con la tradición y la autoridad que impregnó la reflexión filosófica durante la edad media. Ya durante la baja edad media -S. XIV-, a partir de la crítica que el nominalismo, Ockham a la cabeza, había hecho a algunos de los dogmas característicos de la escolástica, por ejemplo en el ámbito del conocimiento, empezó la valoración positiva de la experiencia, es decir, del conocimiento empírico, de lo que cada cual podía conocer directamente sin necesidad de recurrir a autoridad alguna: Acordaros, por ejemplo, del papel de la intuición en Ockham, o de su gusto por las explicaciones sencillas, simples –principio de economía: no hay que multiplicar los entes sin necesidad -. Son los preámbulos de la revolución científica del renacimiento.
En resumen, primer rasgo a considerar: cae el rígido sistema escolástico
¿Por qué se le llama renacimiento? Porque durante estos dos siglos, se produce un renovado interés por el mundo greco-romano, un “renacer” de la cultura antigua, especialmente por la figura de Platón, en detrimento de Aristóteles. Segundo rasgo a considerar.
Políticamente, continúa la emergencia de la burguesía. Durante el S. XVI se inicia un periodo de guerras, que continuará a lo largo del s. XVII. El pensador político por excelencia del renacimiento fue, sin duda, Nicolás Maquiavelo, para muchos, el primer pensador político de la modernidad.
Maquiavelo:
Nace en 1469 –S. XV- en Florencia. Muere en 1527. Su obra primordial, clave a partir de ahora en filosofía política y en la filosofía del Estado –en muchos sentidos una obra moderna que influirá en autores posteriores, como veremos, en el sentido de que inicia la reflexión política que impregnará los siglos venideros- es Il Príncipe (El Príncipe) escrita en 1513, si bien apareció publicada en 1532 con el título: Il Príncipe di Niccolò Machiavelli al Magnifico Lorenzo di Piero de `Medici. Con esta obra intentaba ganarse el favor de Lorenzo de Medici (Lorenzo el magnífico)
Además de El Príncipe escribió Los Discursos, que escribió al mismo tiempo que El Príncipe aunque más larga y con un carácter más republicano y liberal que esta obra….
El Príncipe se propone descubrir cómo se ganan los principados, cómo se conservan y cómo se pierden.
El naturalismo de Maquiavelo: A Maquiavelo podemos considerarlo un autor
naturalista, porque en su obra – El Príncipe- subyace el presupuesto naturalista de que los seres humanos, todos ellos, están movidos por las mismas pasiones, una misma naturaleza que permanece invariable a lo largo de la historia, según la cual todos aspiran al poder o al orden y a la seguridad; los que aspiran al poder y son capaces de conquistarlo y manejarlo son los “príncipes” o jefes de las ciudades; en cambio, los que aspiran al orden y la seguridad son, por naturaleza, súbditos.
Maquiavelo, hombre del renacimiento: Además Maquiavelo considera que su reflexión sobre la naturaleza del poder político y sobre los modos de conservar este poder es el resultado de la observación y de la experiencia histórica, es decir, de los acontecimientos políticos de su tiempo, por algo era un hombre del renacimiento. Efectivamente, Maquiavelo vivió en una época convulsa de la historia: luchas políticas en las ciudades del Norte de Italia y guerras, y coincidió históricamente con el rey Fernando de Castilla y Aragón (Fernando V), que le pudo servir, entre otros, de modelo para su obra principal, el príncipe. En este sentido Maquiavelo fue un autor historicista porque tomó la historia como la realidad.
Ya señalamos antes que Maquiavelo es, en muchos sentidos un autor moderno: Hegel y Marx, por ejemplo, reconocieron en ellos a los maestros de su propia sociedad, porque señalan la ruptura con la sociedad jerárquica de la edad media. La organización social y política se debe a la acción humana, al individuo –un concepto moderno, sin duda- el ser humano va a ser el artífice de la historia, ya no la Providencia divina, como ocurría en la edad media. El individuo es soberano, independiente, pero a su vez está sometido a leyes inmutables. Después de Maquiavelo será lógico esperar que surja algún tipo de teoría moral y política centrada en el individuo y en el poder. El filósofo inglés Thomas Hobbes (1588-1679. S. XVII) satisfará plenamente estas expectativas. Maquiavelo, autor realista: Maquiavelo es también un autor realista, primero:
Trata de describir la realidad, no idealizarla.
Maquiavelo es pesimista en cuanto a la naturaleza humana: los seres
Humanos están naturalmente corrompidos y dispuestos a satisfacer sus pasiones a cualquier precio, por eso es necesario mantenerlos controlados para hacer posible la vida en sociedad; la sociedad no puede subsistir sin orden, y éste no es posible sin la coacción y la fuerza que los príncipes ejerzan.
Además Maquiavelo define de un modo concreto, preciso y realista lo que el príncipe debe hacer para mantenerse en el poder; su obra es una muestra de técnica política para conservar el poder y mantener el orden –por eso es necesario un conocimiento de la naturaleza humana-, por eso las características fundamentales del príncipe deben ser:
Astucia. “Tan astuto como una zorra, tan fiero como un león”
Sin escrúpulos morales,
Debe saber humillarse cuando sea menester hacerlo pero para imponerse luego sobre aquel o aquellos ante los que, por conveniencia, se hubiese humillado.
Debe saber ejercer la violencia,
Halagar a las multitudes cuando sea necesario para luego poder manejarlas a su gusto.
Su poder debe estar por encima de cualquier otro, incluida la iglesia, la cual debe poner hábilmente a su servicio. La iglesia, efectivamente, debe tener un lugar, preeminente en el Estado, no por la verdad que transmite, sino como vínculo social.
Hay tres bienes políticos especialmente importantes para Maquiavelo: seguridad nacional - La política se declara independiente de la moral: un acto será conveniente o no según sea beneficioso o perjudicial para conseguir el fin de mantener y acrecentar la seguridad del Estado, su valor moral es indiferente-, la independencia nacional y tener una constitución ordenada, capaz de repartir los derechos legales entre el príncipe, los nobles y el pueblo. En definitiva, Lo fundamental es que el Príncipe sepa mantener la libertad y la seguridad de la república a cualquier precio y la ciencia política debe ocuparse de arbitrar los medios necesarios para llegar a ese fin.
El príncipe debe estar por encima del bien y del mal, es decir, es un ser amoral y, en cualquier caso, para él el fin, conseguir el poder y mantenerse en él, justifica siempre los medios. En este sentido, Maquiavelo es el primero, con la excepción quizá de los sofistas, en valorar las acciones, no solo como acciones, sino en virtud de las consecuencias; también en esto Maquiavelo es precursor de autores modernos.
Al príncipe debe suponérsele la virtud, entendida como la fuerza y astucia, vigor y salud, necesarias para colocarse a la cabeza del Estado y mantenerse en el poder. La virtud sintetiza bien el carácter y la naturaleza del Príncipe. Los reveses de la fortuna el príncipe debe vencerlos y dominarlos gracias a esta virtud.
La Ciencia
Pero el hecho más sobresaliente del renacimiento es la revolución científica, de hecho en el renacimiento se van a poner las bases de la ciencia moderna. Destacable es la teoría heliocéntrica del universo auspiciada por Copérnico, sin duda, y también la elaboración de un nuevo método científico caracterizado por la matematización de la física; en este punto la figura primordial va a ser Galileo Galilei (Pisa. 1564 – 1642). Galileo se propuso hallar una explicación definitiva al gran problema de la Física aristotélica, los movimientos violentos y la aceleración en la caída de los graves y, a la vez, demostrar que es físicamente posible que la Tierra se mueva sin que ello contradiga los hechos observados.
Galileo: La obra de Galileo viene marcada por el objetivo de demostrar que la teoría heliocéntrica de Copérnico describe los hechos con más precisión que la teoría geocéntrica. Galileo no es propiamente un filósofo, es más un científico que profundiza en su trabajo de científico y que, por ello, propone un nuevo modo de pensar, una nueva manera de abordar el estudio de la naturaleza, y en esta labor siempre hay filosofía.
Galileo defiende el heliocentrismo: Galileo defendió el sistema heliocéntrico de Copérnico frente a la astronomía antigua, y su gran ambición fue tratar de hacer compatible la nueva física que él descubrió con el movimiento terrestre.
Copérnico había propuesto –primera mitad del siglo SVI- un sistema alternativo al modelo ptolemaico porque este se había hecho demasiado artificioso y complicado –se necesitaban más de 80 epiciclos para describir las trayectorias planetarias y ya, desde el principio metodológico de Ockham, el principio de economía, se tendía a buscar explicaciones cada vez más simples y sencillas a los fenómenos naturales. Copérnico, además conocía el sistema heliocéntrico de Aristarco (S. III, a. C) y estaba influido por la creencia pitagórica y platónica en la unidad, perfección y armonía matemática del cosmos, armonía que el sistema Ptolemaico estaba lejos de conseguir (Aunque es una obviedad, quiero resaltar que Platón nunca, nunca, nunca,
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