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Funes El Memorioso


Enviado por   •  13 de Abril de 2014  •  5.341 Palabras (22 Páginas)  •  374 Visitas

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Apertura 2006

Los códigos de Verón

José Luis Petris

Hincha de Boca

Escribo para discutir con un texto que todavía no conozco, y que usted tiene ahí, arriba o abajo de

estas líneas. Si aún no lo leyó estará en condiciones semejantes a las mías, si lo leyó, depende de qué opine

sobre la postura de mi amigo Gastón: sepa que si coincide con él no podrá estarlo conmigo, y que si no le

satisfizo tal vez no lo sea por mis mismos motivos.

Escribo sobre Juan Verón como hincha de Boca. Y usted puede pensar que lo hago con la herida

abierta de la derrota, desde el dolor. No intentaré convencerlo de otra cosa.

"La brujita" Verón es el hijo de "la bruja" Verón. Es el símbolo del fracaso de la Selección Nacional

en el Mundial del 2002, el lavador de culpas de Marcelo Bielsa, el que Carlos Bilardo llevó a Boca.

Verón fracasó en Boca, en el exterior, en la Selección y volvió a la Argentina. Coqueteó con Boca y

con River, pero eligió Estudiantes, la opción menos riesgosa: no había obligación de ganar, y si ganaba: La

Gloria.

Y Verón jugó la final de Estudiantes con Boca, pero no el partido con River, donde Estudiantes

desarrolló su mejor juego. Y se las agarró con Martín Palermo, que también se fue de Estudiantes a Boca,

pero triunfó en Boca, fracasó en el exterior, fracasó en la Selección, tres penales al margen, y volvió y triunfó

en Boca. ¿Qué le dijo Verón a Palermo en la cancha de Vélez?

Poco importa, importa lo que se vio: habló por lo bajo, casi sin gestualidad. ¿Qué hizo Palermo?

Gestualizó desconcierto, primero, y luego malestar. Dos opciones: Verón trató de sacar del partido a

Palermo, ocultándose de todos, exponiendo sólo a Palermo; o arregló cuentas personales amparado por el

espacio público, atiborrado de testigos SÓLO de la posible reacción de Palermo.

La segunda opción no habla de hombría. Pero la primera tampoco de picardía. No hay mejor

contraejemplo para un abanderado de Estudiantes que uno de Gimnasia: Guillermo Barros Schelotto. El

"mellizo" es famoso por "trabajar" los partidos y a sus rivales: es mañero, protesta todo, también habla por lo

bajo, PERO TODOS SABEN QUE ESE ES SU JUEGO. No se esconde debajo de una imagen de jugador

correcto, no esconde su hacer: es leal jugando en los límites del reglamento, y un poco más allá también,

pero haciéndose cargo de su responsabilidad. Barros Schelotto no se esconde del público, se esconde sólo del

árbitro, como buen pícaro que se muestra como tal.

Verón en la cancha de Vélez nos hizo saber que el desgraciado era él y no Juan Pablo Sorín, hoy que

podemos entender su "juego", hoy que lo vimos hacer lo mismo que en esa cancha de Europa antes del

último mundial. Pero el periodismo no lo critica, porque es un ídolo. Se lo perdona como le perdonó el

arañazo desde atrás a Marcelo Gallardo, otro "ídolo". Y porque una epopeya como la de Estudiantes no

puede tener héroes de barro.

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Apertura 2006

Los códigos del fútbol: el caso Verón

Gastón Cingolani

Hincha de Estudiantes de La Plata

"Los códigos del fútbol" son un invento de los medios. O, para ser más justo y no trivializar el

problema, son un invento CON los medios. Nadie sabe -pese a las leyendas contadas por Perfumo, el

Bambino Veira y otros viejos mediáticos ex-futbolistas- si antes de la televisión había "códigos del fútbol".

Y si se sabe, o se supone, es porque ahora se lo cuenta en los medios.

Esta conjunción no es azarosa: los "códigos del fútbol" se definen como la ética del no decir

públicamente -en los medios- lo que ocurre en la intimidad del ambiente del fútbol. Por lo tanto, todo lo

que se ventile en los medios injustificadamente o a contracorriente de lo que se considera no-publicable,

rompe esos "códigos".

Juan Sebastián Verón es uno de los jugadores más mediatizados. Cualquier cosa que haga, será

juzgada bajo esa ética mediática.

Final del campeonato. Verón (jugador e hincha de Estudiantes de La Plata) tiene en pleno partido

una visible actitud de enojo con Palermo (jugador de Boca e hincha de Estudiantes de La Plata); esta actitud

empieza a hacerse más o menos inteligible o imaginable a partir de que la respuesta de Palermo se ve clarita

en sus labios: "¿qué querés que haga, boludo?".1 Termina el partido, Estudiantes es Campeón.

¿Qué le dijo Verón en el campo de juego a Palermo? Nadie lo sabe, salvo ellos (y los jugadores que

estaban cerca).2 Pero Palermo durante los días posteriores se encargó de decir a cuanto micrófono tuvo por

delante que Verón lo insultó y le reclamó estar jugando por Boca contra Estudiantes.

¿Quién rompe los códigos del fútbol? ¿El

...

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