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Genealogia De La Moral De Nietzche Por Jorge Manzano, SJ

princessacecilia20 de Abril de 2013

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1887 GENEALOGIA

DE LA MORAL

Sils María, Alto Engandin. Notas de Elizabeth: Los tres tratados se escribieron de mediados de junio a principios de julio 1887. La 3a. parte, refundida en agosto 18X7 prepara y complementa el tema Nihilismo europeo,

pensado para LA VOLUNTAD DE PODER.

La obra, a costas del autor, y dada en comisión a Naumann. Apareció en noviembre 1887.

La 2" parte se hizo célebre por un serie de alaques equivocados.

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GM pref, 1 Como insectos alados que apetecen la miel del espíritu nos lanzamos al conocimiento. Pero ¿quién se ocupa de lo referente a la vida y de lo que se Ilama acontecimientos? No tenemos para ello ni corazón ni oído. Un hombre absorto que oye dar al reloj las doce campanadas dei mediodía, pregunta sobresaltado: ¿qué hora está dando? Así a veces nos frotamos las orejas y nos preguntamos confusos: ¿qué me pasa? Mejor aún: ¿qué somos nosotros en último análisis? Fatalmente permanecemos extraños a nosotros mismos. Rcspecto de nosotros, no somos de esos que andan buscando el conocimiento.

GM pref, 2 Mis ideas sobre el origen de nuestros prejuicios morales tuvieron su primera expresibn en HUMANO, DEMASIADO HUMANO . Comencé a escribirla en Sorrento, durante el invierno 1886-87. Me detengo ahora en esas ideas, esperando que habrán ganado en madurez, claridad, solidez, perfección. Nacieron de una voluntad fundamental de conocimiento. Así como es necesario que un árbol dé sus frutos, nuestros sí y nuestros no salen de nosotros mismos, de una voluntad, de un estado de salud, de un terror, de un sol.

GM pref, 3 Ya a los trece años me obsesionaba el problema del origen del mal. Entonces mi solución era en honor de Dios, al cual yo hacía padre del mal. Aprendí pronto a distinguir el prejuicio teológico del prejuicio moral, y no busqué ya el origen del mal más a1lá del mundo. Cierta educación histórica y filológica y un cierto tacto innato transformaron mi problema en otro: ¿En qué condiciones ha inventado el hombre estas dos evaluaciones: el bien y el mal? Y ¿qué valor tienen en sí mismas? ¿Son un síntoma de miseria, de empobrecimiento vital, de degeneración? ¿O la plenitud, la fuerza, la voluntad de vivir, el valor,. la confianza en el porvenir de la vida?

GM pref, 4 Nunca he leído nada que despertase en mí la contradicción con tanta energía como el libro DEL ORIGEN DE LOS SENTIMIENTOS MORALES, del Dr. Paul Rée, de 1887.

GM pref, 5 Schopenhauer habla bellamente del valor del no-egoísmo, de los instintos de piedad, renunciación, abnegación; los diviniza y eleva a las regiones del mas allá, tanto que para él fueron los valores en sí, y se basó en ellos para su negación de la vida y de sí mismo. Contra esos instintos se elevaba mi desconfianza. Veía yo en ellos la tentación y seducción suprema que lo conduciría ¿a la nada? Yo veía ahí la última enfermedad, el viraje hacia un nuevo budismo, un budismo europeo: ¡hacia el nihilismo! Platón, Espinoza, Le Rochefoucauld y Kant, tan diferentes y unidos en un punto: el desprecio por la piedad.

GM pref, 6 Urge conocer las condiciones y medios que han dado nacimiento a los valores morales. La moral en cuanto consecuencia, síntoma, máscara, tartufería, enfermedad o error, estimulante, traba o veneno. El valor de estos valores se consideraba como dado. ¿Qué sucedería si el hombre bueno fuera un retroceso, una seducción, un veneno, un narcótico, de suerte que la moral fuera el peligro por excelencia?

GM pref, 7 He buscado colaboradores, y sigo buscando. El Dr. Rée ve, de una manera por lo menos divertida, cómo el bruto humano de Darwin gentilmente tiende la mano al humilde afeminado de la moral. El saber alegre es la recompensa de un esfuerzo atrevido, tenaz, subterráneo. El día en que digamos que nuestra vieja moral también entra en el dominio de la comedia, habremos descubierto, para el drama dionisíaco del destino del alma, una nueva intriga.

GM pref, 8 No quiero que nadie se jacte de conocer bien mi ZARATUSTRA si antes el lector no se ha sentido profundamente herido; y después, secretamente seducido. La forma aforística de mis escritos ofrece cierta difícultad. No basta leer los aforismos para descifrarlos. Hay un arte de la interpretación. Hace falta rumiar.

Parte 1ª Bien y Mal, Bueno y Malo.

GM I, 1 Los psicólogos ingleses se ocupan en poner en evidencia la parte vergonzosa de nuestro interior, y en buscar, en la línea de la evolución, el principio activo del origen de la moral, ahí donde el orgullo intelectual del hombre pensaría menos en encontrarlo: en la inercia del hábito, o en el olvido, o en una maraña de ideas, o en no sé qué de pasivo, automático, molecular, estúpido. ¿Qué los ha impulsado? ¿Será algún instinto pérfido de empequeñecer al hombre? ¿O la desconfianza del idealista desilusionado convertida en hiel? ¿O una pequeña hostilidad subterránea contra el cristianismo y contra Platón? ¿O un gusto perverso por las extravagancias de la existencia? ¿O un poco de todo?

GM I, 2 Dicen los psicólogos ingleses que las acciones no egoístas fueron consideradas buenas por aquellos a quienes eran útiles; luego se olvidó este origen; y se siguieron considerando buenas por hábito, como si fueran buenas en sí.

Más bien son los poderosos, los hombres de distinción, quienes se han considerado buenos, y los

que juzgaron sus acciones buenas, esto es, de primer orden. Desde lo alto del sentimiento de la distancia se arrogaron el derecho de crear valores y determinarlos. iQué importaba su utilidad!

El utilitarismo es lo más extraño a la mirada de una fuente viva y radiante de supremas evaluaciones. Con un acto de autoridad dispusieron los vocablos del lenguaje. Gracias a este origen el vocablo bueno no se aplica a las acciones no-egoístas. Fue el instinto de rebaño el que logró aplicarlo así.

GM I, 3 Además no parece posible aquel olvido. La utilidad no desapareció, sino que es de todos los tiempos. La teoría de Spencer, igualmente errónea, es más lógica: es bueno lo que en todo tiempo se ha manifestado útil.

GM I, 4 El método a seguir es preguntarse sobre el sentido etimológico de bueno en

las diversas lenguas. Descubrí que en todas la idea de distinción, de nobleza, en el sentido de rango social, es la idea madre de donde nace la idea de bueno, de privilegiado en cuanto al alma. De manera paralela, las nociones de vulgar, plebeyo, bajo se transforman en malo.

Ejemplo notable es la palabra alemana schlecht (malo) en relación con schlicht (simple), que en su origen designaban al hombre del vulgo. Sólo después de la Guerra de los Treinta años se pasó al sentido actual.

GM I, 5 Los nobles se denominan verídicos, en contraposición al hombre mentiroso del vulgo. La palabra ™sqlÒj signifíca, según su raíz, alguno que es real, que es verdadero. Por modificación subjetiva lo verdadero se convierte en verídico. Al decaer la nobleza, la palabra no designa más que la nobleza de alma, y toma el sentido de algo maduro y suavizado. Las palabras kakÒj y deilÒj indican cobardía. Eso nos indica en qué línea debemos buscar el sentido de ¢gaqÒj [bueno], que se puede interpretar de muchas maneras. El latín malus [malo] (al que doy el sentido de mšlaj, negro) podría haber designado al hombre vulgar por su color oscuro, y sobre todo por sus cabellos negros (hic niger est [éste es negro] ), diverso de los conquistadores rubios. ¿Quién nos garantiza que la democracia moderna, el anarquismo, y la tendencia a la Commune no sean, en su esencia, un monstruoso caso de atavismo, y que la raza de los conquistadores arios no esté en trance de sucumbir incluso fisiológicamente? Creo poder interpretar el latín bonus por el guerrero, el hombre del duelo, de la disputa. El alemán gut [bueno] ¿no debería significar der Göttliche [el divino], el hombre de extracción divina?

GM I, 6 El concepto político se transforma en psicológico. La casta más alta forma la casta sacerdotal. El contraste entre puro e impuro sirve por primera vez para distinguir las castas. Al origen el sentido era grosero, brutal, no simbólico: puro es el que se lava, el que se abstiene de alimentos que provocan enfermedades de la piel, el que no cohabita con mujeres del pueblo bajo, el que tiene horror a la sangre. Después eso se espiritualiza. En las aristocracias sacerdotales hay algo morboso: ayuno, abstinencia, continencia sexual, huída al desierto. Y esto se une a la metafísica sacerdotal, hostil a los sentidos, que los hace perezosos y refinados, al hipnotismo por sugestión, a la manera de fakires y de brahmanes. La aspiración a la unión mística

con Dios no es otra cosa que la aspiración budista a la nada. En el sacerdote todo se hace peligroso: tratamientos, terapias, orgullo, venganza, perspicacia, libertinaje, amor, ambición, virtud, enfermedad.

GM 1, 7 La casta de los sacerdotes y la de los guerreros se mirarán de reojo sin llegar a entenderse ya. Los juicios de valores de la aristocracia guerrera están fundados en una poderosa constitución corporal, sin olvidar lo necesario para el mantenimiento de este vigor desbordante: guerra, aventura, caza, danza, juegos. Los sacerdotes son los enemigos más malvados porque son los más incapaces. La impotencia hace

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