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Hegel Y La Dialectica


Enviado por   •  29 de Octubre de 2013  •  1.652 Palabras (7 Páginas)  •  507 Visitas

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Hegel y la dialectica

La historia de esta palabra se suele dividir en dos periodos, separados por Hegel. Se llama “dialéctica antigua”, tal como se entendió antes de Hegel, exceptuando a Heráclito. La “nueva dialéctica” es la dialéctica tal como se entiende desde Hegel a nuestros días. Según Paul Foulquie en la dialéctica, los caracteres más llamativos de la dialéctica antigua son dos: el de referirse al campo de conocimiento y el de fundarse en el principio identidad.

La dialéctica antigua y el principio de identidad. La palanca de la dialéctica como discusión y dialogo es el principio de identidad o de no contradicción.

La dialéctica moderna se opone a la antigua en dos putos fundamentales de esta es en cuanto a las relaciones con la realidad y en cuanto al principio de contradicción.

Hegel fusiona la dialéctica antigua, que se refiere solo al pensamiento, y la teoría de los contrarios de Heráclito, con la vigencia solo en la realidad exterior. La dialéctica de Hegel es lógica y ontológica. La razón de esta fusión es la siguiente. Como veremos en seguida, Hegel era idealista y, en cuanto tal, cree que la realidad en general esta constituidas por ideas y, en definitiva, por la razón. Para Hegel lo real es racional y lo racional es real. En el fondo de la dialéctica hegeliana, como la antigua, continúa refiriéndose al campo del pensamiento, de la razón.

Según la dialéctica moderna, todo acontecimiento, todo hecho se explica a base de la contradicción existente entre los protagonistas del hecho.

No es fácil entender la dialéctica de Hegel sin tener, al menos, unas ideas acerca de su idealismo. Se entiende por idealismo la tendencia filosófica que consiste en reducir toda existencia a pensamiento, tomando esta palabra en su sentido más amplio.

El “espíritu absoluto” es entendido por Hegel en términos de razón. Tal concepto lo deriva de la razón kantiana. En Kant esa espontaneidad consiste en que la razón, sirviéndose de las categorías, constituye el objeto de conocimiento. Hegel por el contrario, cree que esa espontaneidad de la razón debe universalizarse y hacerse absoluta. Dice: “El principio de la independencia de la razón, de su absoluta suficiencia y espontaneidad en sí misma, hay que mirarlo desde ahora como un principio universal de la filosofía, como uno de los tiempos del tiempo.” Más en ese preciso momento se produce un giro en el pensamiento hegeliano, por cuanto esa razón, originalmente humana, deja de ser la razón del hombre para transformarse en una expresión y manifestación de una especie de espíritu cósmico, el espíritu absoluto hegeliano. Pero ese espíritu absoluto ya no es la razón humana, sino algo que la ha presidido desde el principio de los tiempos.

Según Hegel, lo primero en el tiempo es el espíritu; más tarde aparece la naturaleza como efecto del despliegue del espíritu. Para el marxismo, por el contrario, el espíritu, la conciencia, es un producto tardío de la evolución de la naturaleza material.

Según muchos intérpretes, la tesis fundamental de la filosofía de Hegel es que cualquier aspecto de la realidad o del pensamiento, tomado en sentido parcial y aisladamente respecto del todo, es radicalmente insuficiente por cuanto necesita del todo para ser comprendido racionalmente.

En el mundo del pensamiento. Desde el punto de vista del pensamiento, lo parcial recibe el nombre de abstracto:” se abstrae cuando se piensa aisladamente aquello que no está hecho para existir aisladamente.

Toda consideración abstracta, o parcial, contiene contradicciones en su interior; para resolver esas contradicciones nos veremos obligados a acudir a otra idea menos abstracta y más completa, y así sucesivamente hasta que el proceso terminara únicamente cuando lleguemos a la “idea absoluta”. El método dialectico es, ante todo, un procedimiento para explicar las cosas y los hechos. Más tradicionalmente, hasta Hegel, esa explicativa era atribuida a la causalidad.

El principio de causalidad es aplicable a cualquier ser aislado: todo ser determinado a causa de otro ser. Por tanto, ese principio es acreedor de la insuficiencia de lo parcial. La parcialidad es inseparable de la causalidad. El principio de causalidad no tiene en cuenta para nada el otro principio, irrenunciable para Hegel, de que el mundo en su desarrollo ha de comportarse de un modo análogo al despliegue dialectico de la razón. La idea de Hegel al respecto es la siguiente: puesto que pensar y ser son una misma cosa, es necesario que entre el ser y la razón pensante haya homogeneidad legal.

Se ha dado en llamar “razón analítica” a lo que, en términos generales, pretende conocer y explicar el mundo sirviéndose del método casual, mientras que por “razón dialéctica” se entiende la razón

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