Héctor Garzón, docente – actuación, asociación teatreros
Enviado por Hector Tomas Garzon Gonzalez • 29 de Enero de 2016 • Tareas • 1.059 Palabras (5 Páginas) • 211 Visitas
Héctor Garzón, docente – actuación, asociación teatreros
Tarea de escritura previa al Taller sobre INTEGRACIÓN DE LA LECTURA Y ESCRITURA EN TODAS LAS MATERIAS, dictdo por la Psic. Educt. Paula Carlino, el 18 y 19 de enero de 2016, organizado por la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, la Universidad de las Artes y la Red Ecuatoriana de Lectura y Escritura Académicas (RELEA).:
Nota reflexiva sobre su experiencia docente en la universidad, consignando si ha trabajado con la lectura y/o la escritura en su materia y/o tutoría, porqué y cómo. Especificar qué ha hecho y ponderar aspectos positivos y negativos -los alcances y limitaciones- de ocuparse de la lectura y la escritura en su labor de enseñanza. Al final, incluir una pregunta que se hace sobre su labor, o una duda o cuestión que quisiera que el taller abordara.
La presenta tarea recoge las experiencias de mis actividades docentes respecto al uso de la lectura en el ámbito de la enseñanza del arte de la actuación en diferentes centros educacionales, formales y no formales, siendo aportes desde talleres continuos con niños, adolescentes, jóvenes y adultos usando procesos de enseñanza – aprendizaje aunados al método de actuación de Mijail Chejov y de las acciones físicas de Stanislasky.
Lo primero que debo destacar es el valor motivador que posee la práctica de la actuación desde las técnicas metodológicas que nombramos. Es un “motorcito” que está activado siempre desde la propuesta de aquellos que se incluyen en el juego del quehacer teatral. Esto posibilita que los participantes vayan aportando desde su propia experiencia a la construcción de los saberes y de sus habilidades, al mismo tiempo que recogen de los demás, en una especie de feed-back continuo, sus experiencias dentro del saber hacer- saber ser.
La naturaleza del trabajo actoral se convierte siempre en un desafío, conocer hasta donde podemos llegar con nuestras habilidades. En este ámbito el “saber decir” ocupa una parte primordial del entrenamiento del actor. Si bien es cierto que la lectura en el campo de la actuación no fortalece la comprensión sintágmica, si lo hace a nivel de la comprensión fonética, la modulación de la voz y el reconocimiento del aparato fonador para emitir los sonidos, proteger los órganos de la vocalización y proporcionar el conocimiento para la impostación y proyección de la voz son también partes importantes en el proceso de la lectura.
El tiempo que se aprovecha con los estudiantes en lograr un mejor empleo de las técnicas de la fonética y manejo del aire al momento de emitir su voz debe ser considerado como parte de los métodos que servirán para crear una mejor cultura de la lectura en la vida diaria. Una persona intimidada por continuos errores de pronunciación, voz extremadamente baja, uso pobre de la respiración al momento de enfrentar un texto o una modulación repetitiva, que no valora la significatividad de aquello que está escrito, simplemente no encontrará interés en “ser escuchado”, pues todas las resultantes de su discurso personal generarán un estado continuo de malestar y falta de valoración personal tan profunda que lo obligan a retraerse, considerando una y otra vez la validez de su exposición ante los públicos y de la lectura, como medio por el cual puede comprender lo conceptual, pero no puede expresarlo de una manera clara ante los demás.
Nuestro enfoque no pretende competir con los saberes profesionales de la pedagogías de la lectoescritura, pero si necesitamos detenernos con una reflexión y cuestionamientos acerca de la práctica áulica.
Una primera interrogante la planteo desde lo que decía Juan Amós Cominos, enseñar «todo a todos y, si es posible, con alegría», escrito en su Didáctica Magna (1592-1670). ¿En qué medida los maestros podemos salir de nuestra “zona de confort” y usar metodologías de la dramática creativa para generar nuevas motivaciones que acerquen a los estudiantes a la práctica “alegre” de la lectoescritura desechando para siempre la rutina de las repeticiones de lo enseñable y aprendible”?
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