Información en la vida pública

Es casi imposible minusvalorar el papel de la información en la vida pública. La información pública es básica para el ejercicio del resto de los derechos ciudadanos y para una vida democrática digna de tal nombre. Si falta información o la información se percibe como deficiente o pervertida, se cortocircuitan otras cuestiones de nivel superior —en el sentido de que se basan en ella— como la participación en la vida pública, el control del gobierno por los ciudadanos o el ejercicio de derechos individuales, que quedan automáticamente disminuidos en ausencia de información fidedigna, precisa y actual.

En este artículo se desarrolla una reflexión sobre la transparencia desde el punto de vista de la gestión del conocimiento y la información. Su objetivo consiste en ofrecer un punto de vista alternativo sobre el problema de la transparencia de los poderes públicos, que generalmente se plantea desde la perspectiva de los derechos ciudadanos, el control de los gobiernos o la rendición de cuentas. Sin menoscabo de la importancia central de dichas cuestiones, en este artículo la transparencia se relaciona con una perspectiva sistémica de la información y con algunos de los mecanismos cognitivos que explican su procesamiento humano.

Transparencia es un concepto frecuente en el ámbito de la discusión política que todavía no se ha abierto camino en el lenguaje legal, en parte porque está recogido por otros conceptos como el de libertad de información o el de acceso a la información, y, en parte, por su novedad.

El Diccionario de la lengua española (Real Academia Española, 2009) define transparencia como la cualidad de ser transparente. Sobre este adjetivo, dice en primer lugar: ‘Dicho de un cuerpo: A través del cual pueden verse los objetos claramente’. De forma fascinante, en la medida en que transmite quizá un universal cultural, la segunda acepción lo hace sinónimo de translúcido. Las acepciones tercera y cuarta suponen la traslación al ámbito de la comunicación de las dos acepciones primeras, aunque de forma invertida. Así, en tercer lugar, transparente significa ‘Que se deja adivinar o vislumbrar sin declararse o manifestarse’ y, en cuarto lugar, ‘Claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad’. De esta manera, queda en la definición de la Real Academia de la Lengua recogida la tensión entre la transparencia entendida como dejar ver y dejar entrever que es todavía tan propia de la vida política y de las administraciones españolas.

Una perspectiva informacional de la información pública se puede sustentar en modelos diferentes. En nuestro caso, partiremos de cuatro de ellos: la teoría de la comunicación de Shannon y Weaver, la teoría de sistemas, el modelo del procesamiento de la información o paradigma cognitivo, y el modelo gerencial de la gestión del conocimiento.

Entre otras aportaciones, la teoría de la comunicación muestra la comunicación

como un proceso complejo donde se perciben al menos el nivel de la transmisión de la señal, del significado y de los fines o pragmática. Para comprender el proceso comunicativo, se debe entender cada uno de esos niveles; y, para culminar su éxito, se debe asegurar el de cada uno de ellos. La teoría de sistemas plantea que cualquier ámbito público necesita del flujo adecuadamente de la información para asegurar su evolución en un entorno cambiante. Esos flujos están —deben estar—sometidos a bucles y procesos de control, pero en cualquier caso son imprescindibles. De hecho, cuanto más complejo es el sistema o más rápida y profundamente se modifica su entorno, mejor debe ser el intercambio de información dentro del sistema y con el medio. Esta situación es la que se produce en los regímenes de libertades, y, en general, en el contexto actual de cambio tecnológico y globalización. La ciencia cognitiva abunda en la misma perspectiva de forma más precisa. Desde este punto de vista, los seres humanos recaban información del medio de acuerdo a estructuras de conocimiento almacenadas en sus memorias y desempeñan su actividad para conseguir sus objetivos. Está claro que sin un procesamiento adecuado de la información ningún sistema cognitivo puede desenvolverse de forma eficaz y eficiente en su medio. Analógicamente,

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