Jean Paul Sartre
antoniozamApuntes5 de Mayo de 2021
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Capítulo 1. Sartre: Una vida marcada
- Francia invadida
Para poder analizar la postura existencialista de nuestro autor Jean Paul Sartre, es verdaderamente necesario dar un vistazo a su contexto histórico - social, no solamente como una vertiente meramente bibliográfica, que también es necesaria para entender y ubicarnos en el mapa de la historia de la filosofía, más que eso, precisamos adentrarnos y entender la Francia del S.XIX, así concebir de una manera apropiada la causa del pensar existencialista de Sartre, que lo llevó a pensar de tal manera; y que no solo un autor desarrolla su teoría en un lugar aislado sin algo que lo mueva y que toda teoría surge dentro de una sociedad, ésta tomará el rumbo de acuerdo a sus problemáticas personales, influencias, intereses, incluso afectos, que mueven al autor a decidir sobre que reflexionará
En este apartado vamos a investigar de manera general la situación de Francia en el S. XIX, época donde nace Sartre, para así determinar el porqué de su reflexión, la familia en que nació, incluso los pensadores de la época a los cuales les daría o no seguimiento.
El S.XIX en Francia, se le conoce como “el siglo de las revoluciones”, donde se pasa del Antiguo Régimen al mundo moderno: el de la democracia, uno de los sistemas políticos que mas impera actualmente, en Paris hacia el año de 1789 estalló la revolución contra el Antiguo Régimen y a partir de ahí cambiaron muchos modelos sociales, un pensamiento orientado a la libertad sobre todo, poder decidir dentro de una sociedad. Mismo año en que nacen los EE. UU, con George Washington como su primer presidente. Así mismo se originó la revolución industrial con la instalación de la primera maquina de vapor en Manchester, todos estos datos al parecer “desconectados” con la filosofía, pero en realidad son necesarios para comprender que el hombre en ese tiempo buscaba hacer algo por la humanidad, su deseo de decidir e innovar es cada vez más fuerte a tal grado que explotaba contra los sistemas políticos opresores que rechazan la idea de que un hombre común y corriente no puede pensar por si solo, mucho menos decidir en una sociedad, dando origen a guerras necesarias que trajeron consigo grandes cambios, marcando épocas, pensadores y sobre todo en nuestro caso, teorías filosóficas.
Desde 1848 hasta 1940, se produjeron en Francia una serie de luchas, enfrentamientos y conflictos socio-políticos, constituyendo la II y III República; la II encabezada por grupos radicales, obreros de París, con la idea de poner fin a la Monarquía, aunque sus intentos fracasaron ya que en las elecciones presidenciales de 1848 resultó triunfante el sobrino de Napoleón Bonaparte, Carlos Luis Napoleón, prevaleciendo los miembros del grupo conservador, fue en 1851 donde terminaba su mandato constitucional y como no había una forma legal de reelección, éste tomo la decisión de producir un golpe de estado, proclamándose como emperador bajo el nombre de Napoleón III, este imperio eliminó la II República extendiéndose hasta 1870 cuando sufrió una derrota frente al ejército prusiano, en ese mismo año en septiembre se proclama la III República, siendo Adolfo Thiers el presidente después de derrocar a la comuna de París, la Iglesia perdía la propiedad de sus bienes que pasaban a manos del estado y la religión era excluida de sus enseñanzas en los colegios, las iglesias además de usarse para el culto religioso, se usaban como sitio de reunión política, la comuna francesa se rehusaba a dejar el poder, hasta que sus miembros tuvieron que ser juzgados como criminales y siendo fusilados, recuperando la República su poder bajo la presidencia de Thiers hasta 1940; fue el régimen más duradero en Francia de casi un siglo y medio.
Cuando se analiza la historia en la filosofía, se toma en cuenta la filosofía que hay detrás de esa historia, para eso es siempre necesario el contexto cuando se va a reflexionar sobre la teoría de un autor en específico, porque no se estudia al autor aislado, se estudia dentro de una sociedad y época de la historia específica ya que son una serie de factores sociales que hacen que un autor desarrolle una teoría de cierta inclinación, o que le den continuidad a un autor anterior.
El pensamiento de Sartre se conoce como existencialismo ateo, y no solo es ateo por convicciones propias o por algún interés personal del autor sino que influye la condición se su tierra, Francia, ya que en 1905, año en que nació el filósofo francés, también fue el año en que se propone una ley que será la base de la República de Francia, por el primer ministro Émile Combes, que separa a la Iglesia del Estado que será fundamental en el laicismo francés y que rompe con el galicanismo, lo que significa que el Estado dejará de nombrar obispos y cardenales, además que la Iglesia debe empezar a mantenerse sola, éste suceso es de gran relevancia, aunque el autor apenas nacía en ese año, crecerá con un Estado laico en donde el conocimiento ya no solo le pertenece a las escuelas católicas como lo es en la escolástica y principios de la edad moderna, sino que el conocimiento es para “todos”, hay mas libertad de pensamiento en teoría, y cada quien es libre de “aceptar” o no a Dios en sus vidas, esto hasta la guerra mundial, la opresión para poder expresarse, incluso llego a ser encarcelado el autor, pero en el fondo, libre, decidiendo y viviendo.
El ya citado historiador británico Eric Hobsbawm, habla del largo siglo XIX, siglo de crecimiento de las potencias europeas cuya absurda carrera imperialista los lleva a aniquilarse en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y dar paso a la nueva hegemonía bipolar, ruso americana. Con ello el corto siglo XX comienza en las llanuras de Bélgica, en las planicies de Champaña, en torno a Verdún, en los lagos Masurios o en Caporetto, con millones de hombres airados bajo el fuego de los morteros, de la Gran Berta y los cañones del 105. Millones de hombres morirán en un conflicto que inflamará el nacionalismo victorioso o revanchista, dependiendo del lado. En Francia la Primera guerra Mundial lastrará la política, la sociedad hasta 1945[1]
El S.XIX en Europa fue para formar alianzas, consolidar acciones, asentar sociedades de ideologías firmes, como fue en el caso de Francia, donde estalló la primera Guerra Mundial, teniendo como base del país millares de cadáveres de soldados franceses que consolidaron los ideales de su nación, Francia busca aislar a Alemania, aliándose con Gran Bretaña rompiéndose el tratado de paz invocado por Alemania a Serbia en 1914, la Guerra Mundial dejó grandes estragos, trayendo como consecuencia a una Francia devastada tanto humana como económicamente, después de todo el lastre que dejó la guerra de ahí en adelante solo se buscará la paz como el fin último, donde los supervivientes solo buscan ser felices; la crisis de 1930 deja a Francia al borde de una guerra civil antes de la II Guerra Mundial.
Francia se organiza de forma defensiva frente a la guerra que todos ven próxima. La construcción de la Línea Maginot, sistema defensivo de fortificaciones que van desde la frontera suiza hasta Luxemburgo, será el arma que proteja los deseos de los franceses que no quieren guerra. Francia con la complicidad británica abandonará a su suerte a la República española, a Austria, a Checoslovaquia, hasta que en 1939 la invasión de Polonia de inicio a la II Guerra Mundial.[2]
Anteriormente presentamos algunos datos históricos que nos ayudan a entender mejor como Francia siempre ha velado por sus intereses personales y que de esta manera repercute en su ideología y condición social, ya que como podemos analizar en la propuesta filosófica de Sartre, siempre somos dueños de nuestras decisiones y es culpa nuestra todas las consecuencias que acarrean una decisión mal encausada, la situación en la que actualmente vive un país, es resultado de su historia, ningún partido político, funcionario, político, etc., ha llegado a donde está sin antes haber pasado por una historia desarrollada en un tiempo determinado con personas específicas, siendo así una cadena de decisiones que los han llevado hasta este punto.
El problema en la Filosofía en general, es buscar la verdad, hacer una compilación de todas las pruebas posibles sobre algún tema en específico, formular tantas preguntas como nos sea posible para intentarles buscar respuesta y así acrecentar el conocimiento y poder aportar algo a los demás que es el fin del conocimiento, compartirlo y crecer, es por eso que cuando analizamos la vida de un autor, la situación de algún país, o cualquier interrogante sobre alguna vertiente metafísica, epistemológica o lógica, siempre necesitamos el contexto, realizar una proposición A, para encontrar la B y por ende, sacar una conclusión C, como lo es en el caso de Francia, usando la lógica se puede interpretar que son causa de su egoísmo y falta de empatía las principales raíces del existencialismo ateo, por ejemplo, o de una sociedad que no crece con el fin del bien común no solo de su país, si no de toda la UE, porque cuando un grupo social crece sin un ideal que los trasciende en tiempo y espacio, entonces no tiene un punto de referencia al cual encaminar sus acciones.
Hay un dato un tanto curioso pero que en el fondo nos dice mucho sobre el existencialismo y es que, en Francia, específicamente en París es donde mas se ha desarrollado dicha corriente de pensamiento. Tenemos al danés Soren Kierkegaard, seguido de Heidegger, Unamuno, Ortega y Gasset, pero floreció en París, con Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Albert Camus. París no siempre ha sido una ciudad afortunada, aunque parece que se ha salvado de múltiples catástrofes como les pasó a Londres, en donde han pasado bombardeos, ataques, etc. En París cuando fue la II Guerra Mundial, una vez que dejaron de ocupar la ciudad las tropas alemanas, se dio la orden de quemar la ciudad, el general encargado de las tropas prescindió de hacerlo porque él mismo se enamoró de la ciudad ya que la percepción urbanística de París es única en Europa, fue en esa ciudad donde se origina el existencialismo, que plantea cuestiones entre la realidad y la existencia, la libertad del ser, la muerte y la angustia.
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