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Kant Metafisica De Las Costumbre


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2013  •  1.042 Palabras (5 Páginas)  •  444 Visitas

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Análisis del texto

En primera instancia, hay que comenzar planteando, que para Kant existen separaciones en la filosofía (esto fundamentado en las separaciones concebidas por los griegos), separaciones que había adoptado los griegos: la lógica, la ética y la física, a raíz de esto logra distinguir dos tipos de filosofías, la formal y la material, dándole énfasis a la material que requiere imperantemente fundamentos basados en la experiencia, donde se ve involucrado la voluntad del hombre, donde la voluntad posee diversas aristas, tales como el entendimiento, la facultad de discernir , el valor, etc.. En ese sentido, Kant manifiesta de una manera muy fuerte que nuestros actos no configuran en ninguna medida la característica de buenos o malos, solo la voluntad podría responder a esa categoría. Sin embargo la voluntad siempre respondería a una concepción de “buena voluntad”, pero la voluntad no es buena por lo que se haga a través de ella, sino que la voluntad buena se considera como buena solo en sí misma, por lo que nada de lo que realicemos podría tener algún atisbo de llegar al nivel de la buena voluntad, sino que solo sería acciones, que no tendrían ninguna connotación. Incluso, estos actos podrían hacerse mediante una bueno o mala voluntad, y considerarse como buenos actos, por ende la categoría de voluntad trasciende todo lo relacionado con el acto, según esto, la voluntad pertenecería a una categoría mucho más elevada que la del acto. De este modo la voluntad determinaría muy fuertemente a un acto a priori, puesto que todo acto estaría determinado por una voluntad determinada. Otro punto importante que no se debe dejar de mencionar es que para Kant, el hombre posee la facultad de la razón, la cual nos delimita fuertemente nuestro obrar, dado que la es está razón la que nos mueve a realizar distintas acciones, lo que Kant llama “inclinaciones”, y son justamente estas “inclinaciones” las que nos llevarían a obrar de una o de otra manera, sin embargo los actos no guardan ningún interés para Kant, puesto que lo que interesa no es realmente como se haga, o que fin logramos haciéndolo, sino como buscamos perpetuarlo, y eso solo se podría llegar a hacer mediante una buena o mala voluntad, lo que confirmaría todo lo anteriormente expuesto.

Por otra parte, Kant plantea también que las acciones no siempre son motivadas por una voluntad determinada, sino que son movidas en función de un deber, en tanto deber sea comprendido como algún tipo de obligación, ya sea moral, social, etc. Este deber, al igual que la voluntad posee una determinación muy fuerte para la acción o la obra (esto es en relación con lo que motiva a realizar dicha acción) debido a que el deber vendría siendo como un concepto que va totalmente de la mano con lo que es la voluntad, ya que en cierta medida el deber contiene también a la voluntad, es decir una buena voluntad. Acá también entra en juego la inclinación que se tenga al momento de realizar la acción, porque la inclinación pudo haber

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