LA FILOSOFIA

FILOSOFIA

La filosofía ha sido luz para la humanidad, un faro que ilumina en la oscuridad de la ignorancia y el sin sentido humano. Desde sus inicios en las comunidades griegas, en las academias y las universidades, en los salones y en cualquier lugar en el que un hombre en sociedad se pregunte por si mismo y por los demás, por su conocimiento y por su actuar, desde su propio asombro y su necesidad por encontrar la verdad, la filosofía ha sido para toda la humanidad una razón para darse a sí mismo razón y sentido.

Por medio de estas lecturas se ha tratado de conocer el origen de la filosofía, exactamente el cual es planteado desde el momento en que los primeros filósofos, habrían viajado desde Egipto y Babilonia en donde habrían adquirido conocimientos matemáticos y astronómicos siendo transmisores del saber oriental el cual tiene contacto con la civilización griega. En conclusión y

después de analizar varios autores se concluye que la filosofía, si bien enraizada en el mito, parece ser una creación original del pueblo griego. Su rechazo de lo sobrenatural, de lo mágico, de la ambivalencia, son signos de una racionalidad que difícilmente podemos encontrar en otras formas de pensamiento anterior.

Si bien, la filosofía hace parte de nuestras vidas como algo inherente a ella, hace que el hombre desde épocas de antaño, así como en el presente busque intensamente las respuestas a lo desconocido, de manera individual y social. En medio de esta búsqueda entre ellas la de la razón como único elemento que manifiesta la igualdad y libertad del hombre y la hace su acción más propia, nace la filosofía, la fuerza pasional por buscar el conocimiento de la vida y su sentido. Pues no es otra la búsqueda del hombre, sino la de darle sentido, razón de ser, a sus existencia perdida en las sombras de la incertidumbre. Dentro de esta búsqueda, se analiza si la filosofía es una ciencia. A esta pregunta contestan las diversas escuelas con respuestas muy variadas. Por ejemplo, entre otras, que la filosofía estudia la posibilidad del conocimiento mismo, los presupuestos y límites del conocimiento posible. Investiga lo que debe ser. Tiene al hombre por su objeto propio. Además, estudia el lenguaje de las otras ciencias desde el punto de vista de su estructura. Se distingue de otras ciencias por su método como por su punto de vista. Muchos de los filósofos la vieron como un estudio serio y sereno. Como una ciencia universal.

El primer período de la Filosofía comienza en el siglo VI a. C. y su objeto de estudio es el cosmos.. Comprende escuelas como la jónica, eleática, atomista y Pitagorica.

Los principios, aún tocados por las costumbres pasadas, aquellas inundadas de magia y fantasía, los hombres de una isla de Mileto, consideraron la observación y el análisis de la misma como herramienta para encontrar el “arjé”, es decir, el principio de la naturaleza. Encontrar el principio de las cosas, la causa primera, era, tal vez, la explicación de todo el devenir de la manifestación en las cual estamos incluidos.

Las primeras explicaciones se centraron en los elementos de la naturaleza, el agua como Tales de Mileto, el aire, el fuego como Heráclito y la tierra, serían la materia inicial. La controversia se presentó inmediatamente, puesto que los dioses y la estructura presente por estas explicaciones místicas, sufrían un golpe de duda. Además, principios sin voluntad no explicaban bien la dinámica humana.

Vendrían hombres dispuestos a continuar el esfuerzo de los hombres precursores de la filosofía, llamados “Presocráticos”, ya no centrados únicamente en la naturaleza, estarían enfocados a buscar las entrañas del hombre. Las preguntas por el bien y la verdad humana se buscarían, no fuera de la tierra, al contrario, nos lanzariamos al fondo del mismo hombre para encontrar lo que somos.

Filósofos como Anaximandro, quien fue el que introdujo el término arjé, o sea, principio, buscó la materia primordial, de la cual derivan todas las cosas con el convencimiento de que esta materia era al principio, es actualmente y será siempre. O sea, es infinita.

Luego, Heráclito quien coloca el arjé en el fuego y la característica principal del cosmos es el cambio. Todo fluye, nada permanece.

Surge Parménides con su doctrina en la que afirma que necesariamente hay que pensar y decir, que sólo lo que es, existe. Porque el ser es, y el no ser no existe.

En el siglo V a. C., la vida intelectual de Grecia se trasladó de sus colonias a la tierra natal. Atenas llega a ser el centro de

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