La Docente Y La Tecnologia

De entrada

El título de este escrito nos sitúa en los albores del siglo XXI, sólo por mencionar el momento en que se escribe, no porque se considere que pueda darse una propuesta definitiva para un momento histórico preciso, de la misma manera en que no podemos hablar de un perfil del docente del siglo XXI, porque vendrán situaciones no previstas, para las que, más allá de competencias operativas específicas, se requerirá de valor, creatividad y formación científica para enfrentar las situaciones inciertas. Situaciones que tendrán sus encrucijadas, desafíos, pero también buenas oportunidades para mejorar la educación.

Si damos un vistazo histórico a lo que es el ejercicio de la docencia en general en América Latina con respecto a sus continuidades y rupturas, si bien vemos intentos de innovación, en general no dejan de verse en las prácticas actuales las marcas históricas del pasado, hay inercias y tendencias difíciles de revertir.

Si hacemos un análisis de los avances de las ciencias y las tecnologías para mejorar los procesos de aprendizaje, veremos que las políticas educativas se tardan en incorporarlos y más tardado es que se apliquen en las escuelas y en las aulas. No es extraño que algunos temas se repitan en los discursos reforma tras reforma y en las correspondientes acciones para actualizar a profesoras y profesores. Por ejemplo: “Ahora habrá menos memorización y más entendimiento”, “el profesor ya no será sólo un trasmisor de información, será un facilitador, un gestor” pero no obstante el discurso, no se evidencian cambios significativos.

Un importante aspecto a considerar en las políticas y prácticas de formación y actualización docente, son las experiencias que profesoras y profesores han vivido en ese doble ámbito de sus propios esfuerzos de superación y las acciones derivadas de las políticas educativas, políticas comúnmente asociadas a reformas que coinciden con cada gestión gubernamental y poco con visiones integrales y a largo plazo. En este aspecto habría que poner atención en dos puntos que pueden ser muy significativos, uno, analizar hasta donde las expectativas de las personas y el estado coinciden en sus propósitos y modos de formación y dos, ¿Cómo trascienden las acciones formativas oficiales en el mejoramiento tanto de las prácticas cotidianas como del sistema educativo en general? Impactos, cuya evaluación y seguimiento, si se hace, sus resultados no logran ser conocidos por los propios docentes, cuando ya les avisan de otra reforma.

Los cambios y reformas promovidos por las instancias gubernamentales suelen enfocarse diversas dimensiones de la práctica educativa, entre ellas los medios utilizados como apoyo a los proceso de aprender y enseñar, que es el caso que ahora nos ocupa en referencia a las tecnologías para la información y la comunicación (TIC). Esto nos lleva a una interrogante: ¿Las TIC en las escuelas, para qué y cómo podemos aprovecharlas? Lo que nos lleva, antes que a una respuesta a una reflexión que puede ser un punto de partida, las

La docencia en los

albores del siglo XXI La profesionalización docente y las tecnologías para la educación

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tecnologías, más que una pregunta, deben ser parte de una respuesta a nuestros requerimientos educativos.

El concepto de tecnologías ha llegado a las escuelas por diversas vías, una, la de los setenta ligada a la reforma de corte conductista y otra, entendida como los instrumentos técnicos que se aplican en la educación. Algo en lo que hay que insistir, porque suele confundirse, es que la tecnología no son sólo instrumentos, sino la conjunción de teorías y técnicas aplicadas a nuestra cotidianeidad. Vemos su manifestación en herramientas y máquinas de nuestro trabajo, en el hogar, viajes, diversiones y más ámbitos de nuestra vida, a las que igual se llega desde el conocimiento científico, que desde la sistematización de la práctica.

En resumen, la problemática y en consecuencia la solución, está en las diversas dimensiones de la educación institucional: las políticas educativas: la gestión de las instituciones escolares y el ejercicio de la docencia, en un contexto que se caracteriza: por sus fuertes tendencias al globalismo, la apertura económica y su incidencia en las políticas educativas; el creciente desarrollo de la ciencia y la tecnología y el crecimiento de la importancia de la información y el conocimiento en todos los ámbitos sociales, especialmente en educación, es en este contexto que habrá que ubicar la profesionalización de los docentes y el adecuado aprovechamiento que para ello puede hacerse de las TIC.

Para el tratamiento de este tema empezamos con algunas reflexiones sobre la situación que se vive en el campo de la formación y actualización magisterial, para luego hacer algunas consideraciones como punto de partida y visualizar los retos más apremiantes, para pasar a plantear algunas propuestas con base en las tecnologías de la información y la comunicación para el aprovechamiento de su potencial, tomando en cuenta las diversas dimensiones del aprendizaje. Como cierre se presenta el concepto de innovación hacia el que puede trascender la incorporación de las TIC, para culminar con algunas reflexiones sobre la profesionalización de la docencia y el papel que en ese proceso juegan el conocimiento y manejo de sistemas y tecnologías para la información, la comunicación y la educación.

La situación

La formación de profesores, así como las acciones de actualización con respecto a los avances de las ciencias de la educación y su instrucción con respecto a las políticas educativas, se origina desde los mismos intentos de sistematizar, organizar y legitimar la educación por parte del estado y sus grupos aliados a través de los sistemas escolares. Esa tarea no ha sido sencilla por la tendencia de personas e instituciones a mantener las prácticas que se consideran exitosas o al menos seguras para las prácticas docentes cotidianas. Esta problemática puede apreciarse desde las políticas educativas y la gestión institucional hasta el ejercicio de la docencia cotidiana.

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albores del siglo XXI La profesionalización docente y las tecnologías para la educación

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Las históricas y actuales estrategias de formación y actualización magisterial parten de una visión corporativa que pretenden que los nuevos conocimientos científicos y los avances tecnológicos para mejorar los procesos educativos, necesariamente lleguen a los docentes por la vía

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