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La Mente - Searle


Enviado por   •  1 de Noviembre de 2013  •  1.951 Palabras (8 Páginas)  •  353 Visitas

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JOHN SEARLE

LA MENTE - UNA BREVE INTRODUCCIÓN

EL OBJETIVO DE LA LECTURA

Con este capítulo, el autor describe la causación en la relación ente la mente y el cuerpo, o mucho mejor, entre la mente y la acción.

I. Hume y su explicación de la causación

En este apartado Searle hace una breve descripción de la posición escéptica de la causación presentada por Hume en su libro el Tratado de la Naturaleza Humana.

Hume comienza por preguntarse cuáles son los componentes de nuestro razonamiento al considerar la causa y el efecto. Dichos componentes son:

a) Prioridad: las causas no pueden venir luego de los efectos

b) Contigüidad en el espacio y el tiempo, con lo cual se refiere a que la causa y el efecto deben ser adyacentes

c) Conexión necesaria: la causa y el efecto deben estar conectadas por necesidad, de la manera que la primera produzca realmente el segundo, lo haga suceder y lo necesite.

La primera conclusión escéptica de Hume es que no existe conexión necesaria entre la llamada causa y efecto. Debemos examinar los principios subyacentes de la causa y el efecto, que son: El Principio de Causación y el Principio de Causalidad

a) Principio de Causación: todo suceso tiene una causa

b) Principio de Causalidad: A iguales causas iguales efectos

Estos dos principios NO son equivalentes, pues podría ocurrir que todo suceso tuviera una causa y no hubiera coherencia en el tipo de efectos de una causa específica ni en el tipo de causas de un efecto determinado. Podría ser, así mismo que cuando hubiera causas y efectos, iguales causas tuvieran iguales efectos, aunque no todos los sucesos tuviesen una causa. Sin embargo, dice Hume, estos dos principios tienen un rasgo común: no parecen ser demostrables. No son verdaderos por definición, es decir no son verdades analíticas, por tanto deben ser verdades empíricas sintéticas. No hay manera de establecerlos (a los principios) mediante métodos empíricos, porque cualquier intento de establecer algo a través de esos métodos, presupone justamente esos dos principios. Esta conclusión recibe el nombre de problema de la inducción.

Problema de la inducción de Hume

Un argumento Deductivo es válido porque la concusión ya está contenida de manera implícita en las premisas. Por ejemplo:

Premisas: Sócrates es hombre / Todos los hombres son mortales

Conclusión: Por tanto, Sócrates es mortal

Premisa (P) Conclusión (C)

P ≥ C

La validez está garantizada porque en la conclusión no hay nada que no esté en las premisas.

AHORA.

Cuando consideramos los argumentos científicos o inductivos para probar una premisa como por ejemplo: Todos los hombres son mortales. Vamos de la evidencia E a la Hipótesis H. Pasamos de la evidencia a la hipótesis, pero la hipótesis siempre es algo más que un mero resumen de la evidencia.

E ≤ C

Cuando pasamos de la E a H, cuando decidimos que la primera respalda la segunda, la establece o la confirma, no lo hacemos de manera arbitraria, sino que tenemos algunos principios o reglas R que podríamos considerar como reglas del método científico. Entonces, no establecemos arbitrariamente

E H

Sino que pasamos de E a H sobre la base de R

ER H

Pero, ¿Qué es R?

R: todo suceso tiene una causa y causas iguales tienen iguales efectos (conexión entre la causación y la causalidad). También puede decirse que los casos no observados (entre causa y efecto) se asemejarán a los casos observados, que la naturaleza es uniforme o que el futuro se parecerá al pasado. Tizada por la causalidad

Si no presuponemos algún tipo de uniformidad de la naturaleza, la uniformidad garantizada por la causalidad y la causación, no tenemos fundamentos para plantear argumentos inductivos. Pero entonces, como en la naturaleza no hay conexiones necesarias y tampoco existen una base racional para la inducción.

Hablábamos anteriormente de la prioridad y la contigüidad, pero cuando buscamos conexiones necesarias no encontramos ninguna que se sumara a estos dos conceptos, pero sí al concepto de conjunción: una cosa que llamamos causa siempre es seguida por la cosa que llamamos efecto. Esa conjunción permanente de instancias semejantes da origen a cierta expectativa en nuestra mente, en virud de la cual cuando percibimos la cosa que llamamos causa, automáticamente esperamos percibir la cosas que llamamos efecto. La Determinación sentida de la mente” nos da la convicción de que en la naturaleza hay conexiones necesarias: pasamos de la percepción de las causas a las expectativas vividas del efecto y de la idea de la causa a la idea , del efecto, lo que nos lleva a pensar que en la naturaleza hay algo más que prioridad, contigüidad y conjunción constante. Sin embargo, dicha convicción no es más que una ilusión. La única realidad es la regularidad: hay una regularidad en el modo como una cosa sigue a otra y esa regularidad es la que nos da la ilusión de que existe algo más. La existencia de la regularidad en casos previamente observados no es razón alguna, empero, para suponer que el caso siguiente se parecerá a los precedentes, sólo nos da una ilusión, porque con la determinación sentida de la mente hemos descubierto una conexión necesaria, pero esa conexión sólo está en nuestra cabeza y no en la naturaleza misma.

Hume afronta el problema de la inducción mostrando que la causalidad es anterior a la causación. La existencia de regularidades (causalidad) genera en nosotros la ilusión de la conexión necesaria y esta ilusión nos da la convicción que de todo suceso tiene una causa (causación)

Por lo tanto, el legado de hume sobre la causación implica al menos dos principios fundamentales:

a) En la naturaleza no hay conexión necesaria

b) En la naturaleza encontramos regularidades universales en vez de conexiones causales

Esperábamos que hubiera un vínculo causal entre la causa y el efecto, pero lo que encontramos es, de hecho una secuencia de

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