La Prólogo

Prólogo.

Naces por la misma razón por la que mueres: la sencillez de la vida.

Todo lo que debes hacer entre tu nacimiento y tu muerte es vivir…así de simple.

Vivir (bien) consiste sólo en 3 cosas: haz lo que tú quieras, elige a quien tú quieras, y…

Deshazte de quien tú no quieras.

Si no sabes lo que quieres, mejor no quieras nada, porque obtendrás siempre algo que no es para ti: una profesión miserable, una mala compañía.

Si no sabes qué no quieres, mejor quiere la nada, porque así la nada no te querrá a ti.

Quien no vive bien es quien es infeliz. Quien vive bien es quien es feliz.

¿Cómo saber lo que quieres? Se sencillo: si tienes hambre come, si tienes sed bebe, si tienes sueño duerme: basta un trozo de paz, un vaso de leche con miel y un lecho limpio al lado del fuego… La Felicidad exige sencillez.

Si no eres sencillo serás complicado: (por ejemplo) si no comes te debilitarás, si eres débil serás muy sensible y te enfurecerás cuando debiste solo molestarte; muy fácil entonces será tomar tus necesidades por tus deseos: vendrá la (maldita) Confusión.

¿Cómo diferenciar la necesidad de la voluntad? La necesidad siempre está primero que la Voluntad; no obstante lo necesario no es necesariamente lo sencillo; tu voluntad también lo es. La Necesidad te empuja, la Voluntad te arrastra. La Necesidad es instantánea, la Voluntad también… Sabrás lo que quieres cuando admitas que no lo sabes; ignorar es preguntar, y sólo se pregunta cuando se deja contestar… a lo que puede. Toda respuesta real es instantánea; los motivos son respuestas.

¿Sabes lo que quieres?

Lo complicado es confuso; ahí las preguntas son vagas, porque las respuestas son lentas; Reflexionar (pensar) toma (mucho) tiempo; sólo reflexiona el que teme; sólo teme el que siempre desea ganar… El Eterno ganador no posee sino que es poseído, el eterno ganador se deshace de sus posesiones, por ello siempre gana ¿Cómo podrías siempre ganar entonces, si no te deshicieras de lo ganado siempre? Y sin embrago… quien siempre gana es solo una posesión ¿Cómo podría una posesión por sí sola ganar siempre? ¿Acaso lo poseído sabe lo que quiere? ¿Acaso una posesión quiere? Una posesión cree que quiere y por eso no sabe lo que quiere, y si no lo sabe, cree que ganar siempre es poseer sin nunca deshacerse de lo poseído. El eterno ganador, por tanto, ha de dejar a la posesión falsa para hacerse de otra hasta encontrar a una que sepa y no que crea, así la mejor posesión es la que admite su ignorancia y pregunta… sólo entonces poseedor y posesión son una y la misma cosa (santa comunión)… se sencillo y siempre ganarás en realidad; deja de ser una posesión nada más, y pregunta. El eterno ganador es lo que puede.

¿Sabes lo que no quieres?

Saber lo que no quieres es sencillo: No has de querer lo complicado, porque esto es signo de confusión. No quieras a los complicados porque todos ellos tienen miedo… siempre quieren ganar y ni siquiera saben que ellos mismos no son nada, pues nunca hubo “santa comunión”… por eso tampoco saben lo que quieren, y si no sabes lo que quieres… es mejor no querer nada, y si tampoco sabes lo que no quieres, es mejor querer la nada… así ésta no te querrá a ti.

¿Te quiere la Nada? Notas ya que nada tiene sentido, no quieres nada; volver de dónde has venido: De la nada venimos y a la nada regresamos… al final la nada te quiere cuando la ves por doquier y es muy fácil entonces ir hacia ella, pues no hay a dónde más ir… que no te quiera la nada antes de que tú la quieras a ella. Querer la nada no es

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