La empresa personal

Introducción

Cuando nacemos necesitamos la protección de nuestros semejantes, y esto se mantiene así a lo largo de muchos años. Sin embargo, el periodo más tardado para nosotros es el descubrirnos como personas y desarrollarnos en el ámbito deseado para subsistir en un futuro. De hecho el desarrollo de nuestra personalidad es algo que dura toda la vida, pues como seres humanos vamos cambiando nuestra forma de pensar al vivir diferentes situaciones día a día.

Sabiendo todo esto, nosotros descubrimos o visualizamos al menos quienes queremos llegar a ser y conforme a esto vamos desarrollando actitudes y valores que nos ayuden a cumplir esa meta. Si bien vamos a encontrar obstáculos en el camino, si nos aferramos a nuestros ideales y a lo que creemos que es correcto llegaremos a sentirnos exitosos, y con esto, alimentar nuestra alma.  

“El vocablo responsabilidad se deriva de la palabra respuesta, Cuando trabajamos en desarrollarnos, en realidad estamos dando respuesta al llamado que proviene de nuestra realidad más profunda.” (Mario Gutiérrez Garza Treviño, la empresa personal, 2007).

El ser humano siempre está en constante crecimiento, día a día trabajamos para alcanzar nuestras metas y modular aquellos valores y actitudes que nos ayuden a alcanzarlas. También tomamos en cuenta el conocimiento y nuestro desarrollo espiritual… Todo lo anterior en conjunto nos lleva a trascender más allá de lo previsto, con esto hago referencia a la meta, pues nos exigimos un cambio radical cuando la persona que somos hoy no nos llevará a ese camino el día de mañana.

Es primordial invertir esfuerzo y tiempo en esto que Mario llama empresa, pues es la mejor inversión que podemos realizar, ya que obtendremos muchas ganancias a corto y largo plazo.

Este aspecto viene de la mano con el tema tratado anteriormente, pues como humanos nos propondremos diferentes metas, ya que al ser entes diversos aspiramos a diferentes cosas. Estas están ligadas a nuestros gustos, ambiente en el que nos desarrollamos como personas o influencia de personas que admiramos.

Conforme avanza el tiempo, se abren más campos de trabajo, lo cual abre oportunidades a desarrollarnos en el ámbito que más deseemos, pero de igual forma obstruye una correcta división de responsabilidades en el trabajo para satisfacer las necesidades de la sociedad, lo cual es un gran problema actualmente.

Muchas personas tardan en descubrir su vocación personal o llegan a no descubrirla al no haber tomado su empresa personal como una prioridad, pues no tienen metas desarrolladas.

El ideal de perfección va ligado a la vocación, pues cuando la descubrimos el amor hacia ella es “un llamado a la perfección” como menciona Mario. Nos proponemos ser excelentes en nuestra elección, pues con ella logramos cierta satisfacción para nuestro espíritu. Al forjarnos este ideal de perfección también estamos desarrollando nuestra “empresa personal”, pues seguimos avanzando en conocimientos y mejorando actitudes, así como también creciendo espiritualmente ya que vamos sintiéndonos una mejor persona al haber alcanzado la meta propuesta con anterioridad.  

Se tiene un deseo natural por justamente alcanzar el mayor nivel posible en cual sea la actividad en la que nos desempeñamos y que consideramos como la de nuestra elección. Este ideal de perfección se ve en el entorno empresarial y personal del nuevo milenio, por la necesidad de tener mejoría constante y de destacar, sin embargo es la búsqueda de mejoría y no el deseo enfermo de tener perfección absoluta.

Al tomar decisiones siempre optamos por lo que creemos es la mejor opción para nosotros en ese momento, otorgándoles un valor a las personas, cosas, o situaciones que merecen ser prioridad. Como seres humanos continuamente estamos valorando las cosas, ya que buscamos rodearnos de cosas que nos hagan sentir en nuestra zona de confort, es decir, nos relacionamos con personas y lugares acorde a nuestros gustos. Al momento de tomar decisiones también valoramos las posibles soluciones a nuestros problemas, considerando las ventajas y desventajas que puede implicar el decidirnos por algo en específico.  

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