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La eutanasia como práctica moralmente aceptada


Enviado por   •  28 de Febrero de 2022  •  Ensayos  •  1.097 Palabras (5 Páginas)  •  75 Visitas

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Jhuliana Velasquez Fernandez

La eutanasia como práctica moralmente aceptada

La eutanasia es la terminación voluntaria de la vida de una persona que padece una enfermedad, esta palabra procede del griego “eu” que significa bueno y “thanatos” que significa muerte. La aplicación de este procedimiento que consiste en asistir la muerte de un enfermo ha sido un problema moral persistente en la historia de la humanidad debido a las diversas ideologías éticas, científicas y religiosas que han existido desde los tiempos de Aristóteles y Platón hasta la actualidad. En la Antigua Grecia donde prevalecía el pensamiento de los filósofos clásicos no se consideraba la eutanasia como un problema moral ya que la concepción de la vida era diferente, según lo que plantea el teólogo Enrique Miret en su escrito “Eutanasia, filosofía y religión”; Platón al igual que Aristóteles perciben la eutanasia cómo algo valido ya que «quien no es capaz de desempeñar las funciones que le son propias, no debe recibir cuidados, por ser una persona inútil tanto para sí mismo como para la sociedad». Por su parte, los estoicos decían que «la puerta está siempre abierta», concibiendo la muerte como una salida cuando, por la causa que sea, el peso de la vida se hace intolerable. De igual forma pasa con los epicureistas y su idea de que «el mayor placer que le es dado encontrar al ser humano es, básicamente, la eliminación o la amortiguación del dolor que acompaña necesariamente a toda vida humana».

Con el pasar del tiempo, en la Edad Media se adopta una postura contraria a la antes mencionada sobre la eutanasia, para la religión cristiana esta práctica es considerada como pecado, ya que se parte de que la vida no es propiedad nuestra, sino de Dios, y no podemos disponer libremente de ella, sino tan sólo hacer con ella lo que Dios nos diga. En este tiempo empiezan a surgir conflictos referentes a este pensamiento, ya que el pueblo muchas veces tenía una idea diferente a la religión, un ejemplo de esto es una práctica que se realizaba de manera burda y popular, similar a la eutanasia, en la que se le llamaba “misericordia” a un puñal corto y afilado usado para quitarle la vida a los malheridos. Así cómo también existían pensadores religiosos que estaban de acuerdo con la eutanasia, como el filósofo francés Montaigne en el siglo XVI que era catalogado como un pensador pagano al hacer referencia que «Dios nos da licencia suficiente cuando nos pone en un estado tal que el vivir es para nosotros peor que el morir». En el mundo contemporáneo se deja un poco más de lado la perspectiva religiosa y se discuten pensamientos asociados a los antes mencionados de la Antigüedad Clásica desde un ámbito científico, un ejemplo de esto es el pensamiento del filósofo Francis Bacon quien defiende que la muerte de un enfermo ayudado por el médico no constituye un problema religioso o moral ya que es al científico a quien le corresponde determinar cuándo un hombre enfermo debe morir o no.

En los últimos días el tema de la eutanasia ha tomado protagonismo en Colombia debido al caso de la señora Martha Sepúlveda, una mujer que sufre de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad progresiva que afecta el sistema nervioso ocasionando la pérdida del control muscular. Martha quiso optar por la eutanasia luego de que la Corte Constitucional extendiera el derecho a una muerte digna a quienes sufran de un intenso sufrimiento físico o psíquico por causa de una enfermedad incurable, esto con el fin de evitar tener una muerte lenta y dolorosa como lo es la ocasionada por su enfermedad, sin embargo, un día antes su procedimiento fue cancelado por decisión de su IPS Incodol. Todo un debate moral surgió en las redes, por una parte, estaban quienes argumentaban que la paciente estaba en su derecho de elegir una muerte digna y por otro lado quienes afirmaban que Dios es el único que puede decidir sobre la vida, incluso la Conferencia Episcopal Colombiana invitó a la ciudadana a desistir de su decisión argumentando que “De acuerdo con nuestras profundas convicciones cristianas, la muerte no puede ser la respuesta terapéutica al dolor y al sufrimiento en ningún caso. La muerte propiciada mediante el suicidio o la eutanasia no resulta compatible con nuestra interpretación de la dignidad de la vida humana”, según lo indicado por el Monseñor Francisco Ceballos.

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