La relación entre las propuestas de Sócrates, Platón y Aristóteles

La relación entre las propuestas de Sócrates, Platón y Aristóteles con el pensamiento social, entendido como una forma de analizar lo que acontece en la sociedad.

Para Sócrates pensar y sobre todo vivir en cuestión, es indispensable para comprender lo que no se sabe, en este caso tomo de él, el sentido de cuestionarse todo el tiempo como persona: ¿para qué? y ¿por qué?, preguntas esenciales para llegar al raciocinio de lo universal. Sin embargo, tomando en saber, a través de lo desconocido, lo que se desea saber, para aclarar el no saber. Un ejemplo sería: El plantearse ¿cómo se piensa? y ¿para qué se piensa?, ¿con qué fin?, para darle sentido y moldear una idea para arribar a la razón y seguirla razonando con otras preguntas que se irán formulando a lo largo de la existencia humana. Por ende, nuestro modo de vida y nuestras ideas, van cambiando en base a nuestras preguntas, con la incesante disputa del propio pensamiento, en este caso, social. Originalmente, son hechos construidos, los distintos estilos de pensamiento a base de la misma duda, incluso considero que si se mantiene la incertidumbre en la sociedad, se puede continuar existiendo, aprehendiendo todas las preguntas posibles para construir ideas y estas mismas llevarlas a la práctica.

A continuación, (Platón, 2015) fundamenta en el mundo de las ideas, la propia construcción de un pensamiento social. En donde los hombres, pues, a través de la educación, se pueden volver conscientes de sus actos y actuar por virtud. Un hombre racional es justo, pero ¿qué es justo? a los ojos de otros. Al ladrón se le considera un bandido, empero, el ladrón lo hacía por virtud para darle de comer a su familia o a él mismo. La justicia debe verse como necesidad ajena y no para uno mismo. Si lo llevamos a la práctica, la justicia es para el bien común. Sin embargo, se necesita reflexionar primero y ser conscientes para realizar un acto que beneficie al hombre y a sus allegados.

Así pues, la sociedad va construyendo o reconstruyendo sus propios valores, de lo que considera justo o no justo para ellos mismos, ya sean, sus propias necesidades o su propia filosofía de vida. Por lo tanto, no siempre la sociedad por si misma, tiene las mismas aspiraciones o deseos que otras personas en la vida. Comprendiendo el mito de la caverna, se considera la dualidad constante de la realidad. En síntesis, se podría juzgar al ladrón porque no se sabe su verdad, ya que, solamente se sabe una verdad ideal.

Verbigracia, si se conociera su verdad, se podría justificar o comprender, quitando los prejuicios y estigmas de nuestro propio pensamiento idóneo. Sin embargo, se debe seguir a la luz (conocimiento), para quitarnos la obscuridad (ignorancia) para comprender al mundo. No obstante, es inherente vivir en continuo cuestionamiento del pensamiento, para alcanzar la verdad o la belleza absoluta e inclusive para el autoconocimiento universal, mediante la racionalidad.

Cabe recalcar, que lo esencial es la pasión y la lucha por los valores, de lo que el hombre cree que es la verdad (Aristóteles, 1991). El hombre, tal cual, los lleva a la experiencia, a lo real. Volvamos al ejemplo del ladrón, este individuo se planteó la idea de robar, para hacer el bien para su familia, por lo tanto se basó en su virtud de la justicia y usando la praxis, le dio sentido a su acción (robó). En otras palabras, él mismo generó su propia felicidad, de acuerdo a su conducta, basándose en su habilidad de justicia, y fue sensato a la hora de actuar con certeza bajo su acción.

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