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Las condiciones del hombre alejado del conocimiento y cegado por su ignorancia


Enviado por   •  15 de Abril de 2021  •  Apuntes  •  7.625 Palabras (31 Páginas)  •  77 Visitas

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Capítulo I

Las condiciones del hombre alejado del conocimiento y cegado por su ignorancia

  1. El conocimiento.

Para platón el conocimiento no es relativo al igual que la idea de verdad, en su pensamiento tiene la convicción de que la conducta ética del hombre, se ha de basar en el conocimiento, y este conocimiento debe servir de base, al hombre para el conocimiento de valores eternos, las cuales no están sujetas al cambio, sino son eternos e idénticos para todos los hombres, por más decirlo que también para los mismo pueblos y, perenne en todas las edades, todo este entendimiento y forma de ver el conocimiento la heredo de su maestro, gran parte de sus doctrinas del conocimiento a lo largo de su vida y plasmada en sus libros, nos habla de que “la percepción no lo es todo en el conocimiento” (Copleston, 1999, pág. 157). Pues gran parte de lo que conocemos como conocimiento consiste para Platón en verdades que implican términos que no pueden ser objetos de la percepción, dado que todo lo que conocemos acerca de los objetos sensibles, lo conocemos gracias a la reflexión intelectual y no por la percepción, es por ello que podemos decir, si suponemos que alguien ve en el desierto o cualquier lugar un espejismo, no puede haber una percepción sensible que afirme la existencia del objeto que percibe en ese espejismo, solo con su reflexión racional, ese alguien discernirá la existencia o inexistencia de tal objeto, es por ello que la percepción no puede ser para Platón, considerado como conocimiento ni si quiera en su propio plano, pues la sensación, por si sola en el caso de los entes de la realidad, solo nos puede dar, digamos una silla de madera y otra silla de madera, pero para juzgar acerca de la semejanza o el verdadero conocimiento de esa silla, necesitamos de la actividad de la mente.      

  Basándonos en los pensamientos de platón acerca del conocimiento y tomando como punto de inicio de nuestro estudio el libro VII de su república en la famosa alegoría de las cavernas desarrollaremos los siguientes puntos.

  1. Los modos de conocimiento.
  1. Conocimiento sensible (opinión) (doxa).

Llamado también el conocimiento del mundo de los  Sentidos, donde se halla nuestro cuerpo, que sirve de recipiente o cárcel en cuyo interior se halla aprisionada nuestra alma, en el cual solo son posibles las opiniones y las creencias, este mismo mundo según Platón, suele estar sometido a constantes cambios y por lo tanto no puede ser la fuente del conocimiento ya que las cosas que son ahora, dejan de serlo con el tiempo y tienden a ser relativos  a nuestros sentidos, por lo tanto son limitadas a ellas, porque son y no son, es decir son hoy y mañana dejan de serlo. Por ejemplo en el caso de los teléfonos móviles y autos de último modelo, están nuevos y caros (hoy) y con el paso del tiempo dejan de ser nuevos y pierden su valor. Para platón, las cosas sensibles son carentes de valor ya que, si nos dejamos guiar, por estos jamás alcanzaremos cumplidamente lo que anhelamos, los placeres materiales y corporales no sólo no nos conducen a la felicidad, sino que incluso nos la impiden llegar al verdadero conocimiento.

La opinión, sin embargo, para Platón es casi siempre falaz. Puede ser veraz y recta, pero nuca puede tener en sí la garantía de la propia corrección y queda siempre lábil, como es lábil el mundo sensible al que ella se refiere. (Reale & Antíseri, 1995, pág. 229)

Vale decir que por este motivo, platón hace mención o compara con una caverna nuestro mundo, donde según la lectura nos encontramos desde niños, en el interior de esta, provistas de cadenas que van desde los pies hasta el cuello el cual impide nuestro movimiento tanto corporal y en especial de nuestra alma, por ello es preciso decir que “El cuerpo es para el alma solo un vehículo, donde su relación no pasa de ser un mero accidente” (Hirschberger, 1997, pág. 118).

El término  como tal nos hace referencia a aquel tipo de conocimiento que no nos ofrece certeza absoluta, y que no podría ser, pues más que una creencia razonable, un conocimiento aparente de la realidad, como un conocimiento superficial, poco fiable, aparente, relativo y que tiene como fuente, no la inteligencia, sino los sentidos.

  1. Imágenes o conjeturas

Según el filósofo las Imágenes, son los seres que se encuentran el nivel más inferior de la opinión, pues según platón son aquellas sombras que ven los prisioneros en la caverna, siendo de tal manera un tipo conocimiento muy ciego de la realidad, productos de una mera ilusión que vienen como datos reales al encuentro de nuestros sentidos o nuestro pensamiento, las cuales tienen en su interior la condición ilusoria de una existencia real aunque en realidad no existen como tal, persistiendo de tal manera que ciegos por nuestros prejuicios podemos ver las cosas reales de forma muy distinta, como el reflejo de un mundo imperfecto, el cual limita el conocimiento a la mera ilusión que va desde nuestro sentidos como base, ya que  según Platón solo estos son aquellos que no puedes proporcionar este vago conocimiento llevándonos así a pensar como aquellos prisioneros en el fondo de la caverna, que las cosas que vemos o sentimos con nuestra vista nuestro tacto y demás sentidos son reales y son los únicos que existen como tal y no hay otros que puedan ser en realidad los verdaderos.

Estos hombres no han visto la luz, sólo ven en las tinieblas los objetos que les son mostrados. Estos personajes son en realidad las personas que no tienen el conocimiento de las cosas y que se dejan guiar por la opinión y no por la razón. (Calva González, 2013, pág. 8)

Es entonces este tipo de conocimiento aquello que nos ata a nuestras propias cadenas de la ignorancia, convirtiéndonos así en aquellos hombres descritos en el mito, que nunca vieron la luz y ciegamente creen ver la realidad, entre las sombras que se les muestra, pues “la experiencia sensible no es suficiente para el conocimiento del ser verdadera; éste solo puede ser aprehendido por el alma” (Yarza, 1992, pág. 106). Pues sola esta que proviene del mundo de las ideas, tiene la capacidad de alcanzar realidades inmutables.

Podemos afirmar entonces que según Platón y nuestro parecer, que estos prisioneros representan a la mayoría de nosotros, que subsistimos durante toda nuestra vida en un estado de tal contemplación de realidades aparentes, ciegos por nuestra ignorancia, o por vivir inmersos en los prejuicios de nuestra época, hacemos caso omiso y vivimos ajenos a nuestra realidad y la de nuestros prójimos.

Su opinión sobre el mundo es lo más inadecuada, pues están deformada por sus propias pasiones y sus prejuicios, y por los prejuicios y pasiones de los demás, que les son transmitidos por el lenguaje y la retórica. (Copleston, 1999, pág. 171) 

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