Los Aportes
305180129 de Octubre de 2014
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Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Filosofía y Letras
Departamento de Ciencias de la Educación
Cátedra de Historia de la Educación y de la Pedagogía (Curso General)
Ciclo Lectivo 2010
Textos Curriculares para Lectura y Reflexión de los Alumnos
Los Aportes Educativos de Enrique Pestalozzi (1746-1827)
Por Georges Piaton
Autor del Libro: “Pestalozzi. La Confianza en el Ser Humano”
Edición Trillas, México, 1989
Pestalozzi con los huérfanos Con sus alumnos en Neufeld
Datos Biográficos
Pestalozzi nació en la ciudad de Chiavenna (Italia) en el año 1746. Era un escolar soñador y de comportamiento desconcertante que fue la desesperación de sus maestros a quienes angustiaba su porvenir. Abandonó sus estudios de teología y decidió dedicarse a la "jurisprudencia", la única carrera que, a su juicio, le permitiría actuar políticamente en bien de los humildes. Acusado de intenciones subversivas, sospechoso de complots "revolucionarios" peligrosos para el orden establecido, Pestalozzi comprendió que debía abandonar toda esperanza de hacer una carrera pública. Ni pastor ni jurista: sólo le quedaba convertirse en lo que harían de él su pasión por la justicia y su bondad.
Para subsistir económicamente, una vez comprometido con su esposa, optó por la agricultura en la que no le fue tan bien por lo que -cuatro años después- renunció a los cultivos para entregarse a la cría de ganado y convertirse en productor de leche y quesos. Al cabo de tres años de esfuerzos encarnizados y desafortunados, debido a la aridez de la tierra, tuvo que reconocer, de nuevo, su fracaso. Y en 1774 -tres años más tarde- Pestalozzi decidió montar un taller de hilado de algodón en el que empleo a niños pobres para que pudiesen tener la oportunidad de aprender un oficio y recibir instrucción; a cambio de una subvención. Se comprometió a enseñar a leer, escribir y calcular, a los niños recogidos en su casa, a iniciar a los muchachos en las tareas agrícolas, a las niñas en las tareas domésticas y en el cuidado del huerto familiar.
Esta experiencia le permitió exponer sus concepciones acerca de la educación. Sólo que económicamente, su empresa resultó ser un fracaso cada vez más grande; cuestión que empeoró rápidamente. La situación del instituto se deterioró, hasta el punto en que renunciaría a él y así terminó la aventura, sólo le quedó el dolor.
Luego de esta amarga experiencia, su angustia era grande, su abandono total, su miseria inaudita. Los campesinos del lugar lo rechazaban, sus hijos le gritaban cosas, mientras él caminaba por los campos, sumido en su dolor, siempre desaliñado. Situación que superó, gracias a Elizabeth Naff que, cuando murió su antiguo patrón, ofreció sus servicios a Pestalozzi; era una mujer laboriosa, buena ama de casa que recreó de tal manera el hogar, al grado de que la vida volvió a ser posible en él. Treinta años más tarde Pestalozzi diría: "Sin ella, hace tiempo que ya no viviría".
Su Obra
A continuación describiremos las facetas más relucientes de este autor que trasciende la historia. Dado que se dedicó tanto a escribir como a educar, hemos elegido ambos ejes para dar una visión general sobre sus principales ideas.
El Escritor
La primera obra fue La velada de un solitario que terminó hacia 1779. Se trata de una serie de reflexiones sobre la moral, la religión y la educación. Fue Leonardo y Gertrudis (3ª obra) la que haría célebre a Pestalozzi, la idea del libro era contar historias edificantes, concebidas para el pueblo; fue un éxito indiscutible: todo el mundo hablaba de él y la Sociedad económica de Berna le otorgó una recompensa de treinta ducados y una medalla de oro con valor de otros veinte.
Mientras tanto Pestalozzi había comenzado una nueva obra: Cristóbal y Elsa, en la que revela la fidelidad a sus principios: no había más educación verdadera que la familiar, mediante el ejemplo y el trabajo en común, que ocupase, a la vez, a la mente, el corazón y los dedos. Esta obra tenía un carácter excesivamente didáctico pero no fue apreciada ni obtuvo los beneficios que de ella esperaba, pues su publicación se redujo a cero. Pensó entonces en editar un periódico que le permitiera obtener ingresos regulares y se lanzó solo a la empresa. En aquel periódico semanal Pestalozzi proponía cuentos y ensayos, hablaba de moral, de política, de derecho, de educación, explicaba cómo estaba educando a su hijo que entonces tenía 12 años de edad. Por falta de dinero, después de un año, suspendió la publicación y en 1783 aparecieron dos nuevos escritos y luego un tercer volumen de Leonardo y Gertrudis, con un tono distinto, obra en la que propone reformar la escuela y la iglesia. Y en el cuarto y último tomo propone una nueva legislación capaz de transformar profundamente la sociedad, establecer entre los hombres nuevas relaciones de justicia y amor, y dar a todos la dicha y la paz. Pestalozzi defendió a los oprimidos, apoyando con sus escritos la causa del pueblo.
El Maestro de Escuela
A sus cincuenta años, decepcionado, destruidos sus sueños y con sentimientos de inutilidad, gobernantes amigos suyos, queriendo acudir en su ayuda, le ofrecieron algún puesto importante y bien remunerado, que rechazó diciendo: "Quiero ser maestro de escuela". En las recomendaciones que envío al Consejo del Cuerpo Legislativo, propone los fundamentos de una "reforma completa y sistemática de todas las instituciones de enseñanza", sostiene que no hay más enseñanza auténtica ni más educación verdadera que la democrática. La situación de las escuelas era deprimente, él aspiraba a mejorarla radicalmente, muy en particular las escuelas rurales que se encontraban en estado lamentable. Cuando fue nombrado Director del orfanato de Stanz, encontró una forma de ver realizados sus sueños de revolucionario ardiente, ya era tiempo de triunfar. Allí aplicó su método, trabajos manuales e intelectuales se alternaban y conjugaban en el calor de un hogar recreado, en el que todo estaba impregnado de amor, hasta la severidad que en ocasiones consideraba necesaria, porque llevaba a los alumnos a la concentración, el aprendizaje y las buenas relaciones.
Ahora bien, cotidiana y materialmente la situación era confusa, la administración torpe y el desorden indudable. Pestalozzi elaboró su pedagogía casi en la intuición del momento, andaba a tientas, la hacía y volvía a empezar, siempre a la carrera y a menudo rebasado. Cuando se creó la escuela normal de maestros en Berthoud, se pidió a Pestalozzi -para experimentar allí- un método nuevo de enseñanza de la lectura. Lo que allí hacía Pestalozzi y para decirlo con sus propias palabras, se puso a "vociferar el abc de la mañana a la noche" tratando de simplificar lo más posible los elementos del deletreo y del cálculo, de presentarlos bajo formas adecuadas a las leyes de la psicología, y que condujeran al niño, gradualmente y sin lagunas, del primer paso al segundo, y así sucesivamente.
Pestalozzi rebosaba confianza, era feliz. Después de un examen aplicado a sus alumnos, el informe de los inspectores estuvo lleno de elogios. Reconocidos sus méritos, Pestalozzi recibió, a los cincuenta y cuatro años, el nombramiento de profesor, fue entonces cuando comenzó su carrera de "maestro de escuela". Y fue cuando se asoció con Krusi (que tenía una escuela para la enseñanza de jóvenes pobres) cuando comenzó una nueva era: perfeccionó sus ejercicios de lenguaje y de cálculo. Dada la excelencia del trabajo realizado, la "Sociedad de amigos de la educación" dio su apoyo total a la obra, luego de lo cual renunció a sus funciones de maestro comunal y anunció la apertura de un instituto de enseñanza, de cuya dirección se encargó. Con lo que comienza otra aventura.
El Fundador
En “Cómo educa Gertrudis a sus hijos” se expone el "método" de Pestalozzi. Y de esta obra podemos rescatar:
1º Que Pestalozzi no había perdido nada del amor que sentía por sus hermanos ni de su fe en la humanidad. Su dedicación a la causa de los más desheredados, su deseo de regeneración personal y social. Tanto las resistencias como sus fracasos tuvieron como consecuencia reforzarlo en su convicción de abrir el camino de un mundo nuevo, más justo y más amoroso.
2º Que existe, efectivamente, un método Pestalozzi, o "conjunto de medios puestos en práctica racionalmente para la obtención de un resultado determinado". El método no es más que un medio asignado a un fin que lo trasciende. Cómo educa Gertrudis a sus hijos, obra de apóstol y de militante, es una obra impregnada de lirismo y de pasión, orgullosamente "popular", dividió las opiniones y escandalizó a los burgueses, a los regentes, a los dómines y a los miembros del clero.
Dicho método esta sustentado en los siguientes Principios pedagógicos
- Naturalidad: Pestalozzi indicó que solo la educación podía realizarse conforme a una ley (armonía con la naturaleza). De este principio se deriva la necesidad de libertad en la educación del niño; es necesario que esté libre, para que pueda actuar a su modo en contacto con todo lo que le rodea (ambiente).
- Educación elemental: Debía partir de la observación de las experiencias, intereses y actividades educativas; de no enseñar nada que los niños no pudiesen ver (idea tomada de Rousseau) y consideró que la finalidad principal
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