Los Origenes Del Conocimiento

Los orígenes del conocimiento y la imaginación

El libro comienza con un poema de WB Yeats que lleva por título For Anne Gregory. Se trata de una conversación entre un hombre que le plantea unas preguntas y ella misma. Bronowski utiliza este poema para preguntarse cómo es que obtenemos una experiencia que no es directamente física a través de unos medios que son físicos. En lugar de yellow hair, se ha de leer la vista, el habla o cualquiera de las facultades humanas mediadas por los sentidos o por las capacidades físicas que en lo cual creemos que nos dan un conocimiento del mundo exterior.

Según Bronowski. J. (1993):

“Llamo filosofía natural a la tentativa de la mente humana de desentrañar las leyes de la naturaleza, viva o muerta, ya que trata mas de la naturaleza de las leyes de la estructura especifica” (p. 18).

Esto es en construir una filosofía natural basada en la capacidad física de los seres humanos de recibir y traducir su experiencia al mundo exterior.

Bronowski menciona algunas de las ideas de Kant en donde dice que no podemos ver el mundo sin la intervención de los sentidos físicos. Jacob se pregunta ¿Qué tipo de animal es el hombre? El hombre no es un animal cualquiera sino un animal muy especial, ya que practica el arte y la ciencia. La primera distinción que establece Jacob entre la ciencia y el arte se debe al órgano mediador.

Bronowski clasifica las artes entre las que están mediadas por la vista como lo es la pintura, la escultura y las que están mediadas por el sonido y el lenguaje en donde se encuentra la novela, la poesía, el teatro y la música. Dentro de esta clasificación el autor da a entender que la vista hace de mediadora con las cosas, mientras que el oído media entre nosotros y los demás seres vivos.

La percepción sensorial está dirigido por mecanismos que hacen que nuestro conocimiento del mundo exterior sea altamente inferencial. Nuestras impresiones sensoriales son construidas por el sistema nervioso de tal modo que automáticamente llevan consigo una interpretación de lo que ven, oyen o palpan. La mayor parte de nuestro conocimiento del mundo exterior lo obtenemos por medio del ojo, el oído es igualmente importante para nosotros puesto que a través de la audición conseguimos la información acerca de las demás personas.

El sentido de la vista como factor humanizador, Bronowski lleva a cabo un estudio de cómo se ve y cómo funciona el ojo humano a diferencia del ojo de otros animales, enlaza esta sutileza de la visión humana con la capacidad de tener una visión interior y sobre todo con la idea de que la idea de visión configura y determina al ser humano, como ejemplo aporta el campo semántico de visión, imagen, imaginería, imaginación, visual, en todas sus acepciones.

Una de las cosas que el ojo no es capaz de hacer es ver la naturaleza con una mirada fresca, abierta o desprejuiciada, como si no tratase de buscar limites rectos y contrastes de color, como los mecanismos de búsqueda son innatos en el ojo somos constantemente engañados acerca de la naturaleza del mundo exterior.

Después de una breve explicación por los mecanismos oculares, señala hasta qué punto la vista ha sido un factor de primer orden en la evolución de los seres humanos. Nos encontramos en un pico de discriminación visual y dependemos absolutamente de ello y no sólo por lo que toca a nuestra capacidad de observación exterior sino también en cuanto se refiere a lo que podríamos llamar la mirada interior.

Nuestras facultades, memoria, imaginación, alusión, simbolización, están todas condicionadas por nuestro sentido de la vista, la vista domina este tipo de secuencia cómo pensamos las cosas que aparecen en nuestra mente y vuelve a visual, visión y visionario, imagen, imaginería, imaginación.

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