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Macbet Mas Alla Del Bien Y El Mal


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2013  •  3.598 Palabras (15 Páginas)  •  290 Visitas

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Mácbeth: la trampa de la ambición

Análisis del Acto I (esc.III, V, VII)

Trabajo realizado por la Prof. Paola De Nigris

La tragedia de Mácbeth es la tragedia de la ambición desmedida, que convierte al hombre en un monstruo. El deseo de poder de Mácbeth lo lleva a cruzar la línea entre lo humano y lo bestial. Es el desequilibrio el gran tema de Shakespeare, un desequilibrio que proviene del interior del hombre. Ésta es la tragedia de la naturaleza desatada, donde la oscuridad, la tormenta y el color de la sangre tiñen el paisaje.

Estas fuerzas de la naturaleza desatadas están encarnadas por las brujas, personajes oscuros y sobrenaturales que mostrarán a Mácbeth lo que él mismo quiere y ambiciona. Ellas expresarán lo que él quiere escuchar, pero todo su accionar será consecuencia de su deseo interior, y no necesariamente de un poder que ellas tengan.

Las escenas elegidas mostrarán este aspecto y a la relación entre Mácbeth y Lady Mácbeth, personaje crucial para provocar el salto del Mácbeth al abismo.

La escena III comienza con la aparición de estos personajes sobrenaturales. Ya en la primera escena habían mostrado su discurso ambiguo, en el medio del páramo. Habían demostrado que no pertenecían al mundo humano: “¿Cuándo nos volveremos a ver? ¿En el trueno, en la lluvia, en la tormenta?”; o también el lenguaje misterioso, ambiguo que usaban, tales como “lo bello es feo y lo feo hermoso” o cuando “haya derrota y victoria”. Ese lenguaje oscuro también lo empleará Mácbeth en el primer parlamento que utilice, dando a entender que realmente él comprenderá el lenguaje de las brujas, ya que ellas hablarán de lo que nadie más que él y su esposa sabían hasta el momento.

Mácbeth es presentado indirectamente, pasan tres escenas antes de que realmente él aparezca. Primero es mencionado por las brujas, luego en la escena II por su victoria que es comunicada al rey quien decide darle el título de Señor Cawdor, ya que el Señor de Cawdor era un traidor y por tal motivo será sacrificado. Es interesante ver que las ropas con las que vestirán a Mácbeth son las ropas de un traidor, siendo luego él también uno. Pero Duncan confía plenamente en su pariente, y no sospecha que de él vendrá la traición. Todo esto va preparando el terreno para la aparición de Mácbeth y para mostrar en la trampa que cae.

El lenguaje de las brujas suena incoherente al oído humano, y es su musicalidad lo que nos permite descubrir el poder del conjuro. Su fuerza será la de la palabra, al menos en Mácbeth. Ellas se muestran vengativas, y juguetonas con una mujer que ha rechazado sus poderes, y entonces han hecho que su marido no pueda dormir jamás: “no podrá entregarse al sueño/ ni de noche ni de día;/ su vida será maldita./ En pena un mes y otro mes,/ ha de menguar y caer;/ y aunque el barco no se pierda, / lo batirán las tormentas”. Esto que las brujas han pronosticado para el esposo de aquella que rechazó sus poderes, será precisamente lo que vivirá Mácbeth, quien en la obra se dirá que ha matado el sueño, y cuyo futuro será no poder dormir nunca dominado por el miedo a perder el poder, a ser descubierto, y las tormentas de su interior lo destruirán. Por lo tanto esta pequeña historia que antecede a la aparición de Mácbeth no es otra cosa que un anticipo de su tragedia. Él aceptará los dichos de las brujas, pero igual terminará como este hombre.

Además de esta historia que antecede y anticipa la caída del protagonista, el dramaturgo pone una acotación importante en la obra, ya que las obras de Shakespeare carecen de ellas, dado que como las obras las escribía y dirigía la misma persona, no eran necesarias. Sin embargo, esta es importante porque lo que se quiere mostrar es la grandeza del personaje que entra en escena. Es el protagonista, y su ambición es el poder, así que la acotación que dice “tambor dentro” es crucial para anunciar esa llegada con pomposidad.

Este tambor también le anuncia a las Hermanas Fatídicas la llegada de Mácbeth, así se preparan para realizar un hechizo antes de que éste aparezca.

El primer parlamento de Mácbeth ya lo pone en conexión con estas fuerzas del mal: “un día bello y feo”, es esta antítesis la que también han usado las brujas. Es un día bello porque vienen victoriosos de la batalla, y feo porque está gris y lloviendo. Lo mismo ha sucedido con aquel extraño parlamento en que las brujas predijeron “cuando haya derrota y victoria”, porque Mácbeth vendrá victorioso, pero su derrota empezará con la aparición de estas Hermanas Fatídicas.

Es importante aclarar que la expresión “fatídica” viene de “fatalidad”, así que estas hermanas representarían el destino de Mácbeth, lo que lo transforma en un héroe trágico, dado que es imposible que pueda luchar contra su destino. Sin embargo, en algún momento Banquo le dice que a veces estas apariciones nos anuncian trampas, en la que él no cae. Por lo cual cabe la pregunta de si el hombre es capaz de elegir su destino en el mundo de Shakespeare.

Cuando Banquo ve a las brujas, en seguida las describe, dando a entender que no parecen seres de este mundo, no parecen humanas, pero comprenden lo que dicen, le hacen un gesto silencio, no parecen mujeres ni hombres, no hay nada en ellas normal, sin embargo Banquo no se amedrenta, habla, aunque le hayan mandado callar. Esta actitud del personaje lo va a definir, ya que a él también le van a dar alguna predicción, pero él no la tomará en serio, a diferencia de Mácbeth que desde el primer momento que las vio, quedó callado y no pudo hablar, porque él intuía qué significaba esa aparición.

Recién después que Banquo termina su larga descripción, Mácbeth habla, escueto, con miedo, pero no de ellas, sino de lo que ellas saben de él. Por eso las increpa a hablar.

Las brujas presentan su trampa, habían dado tres vueltas antes de que Mácbeth apareciera, y tres van a ser los títulos que le den. El primero es “Barón de Glamis”, el segundo “Barón de Cadwor”, y el último el de Rey. La trampa radica en que el primero es cierto, y él lo sabe, con lo cual ya es extraño que ellas lo llamen por sus títulos cuando en realidad él nunca las vio. El segundo él no lo sabe, pero en la escena anterior, el espectador había visto que ese título ya se lo habían dado a él, y que los mensajeros del Rey venían en camino para anunciárselo. Esto provocará una gran conmoción en él cuando descubra que lo que le dijeron las brujas se cumpliría, pero el tercero no sucedió ni va a suceder si él no hace algo. Cuando él descubra que

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