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ORIGEN, DESPLIEGUE Y EXCESO DE LA RAZON


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2015  •  Resúmenes  •  1.636 Palabras (7 Páginas)  •  132 Visitas

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ORIGEN, DESPLIEGUE Y EXCESO DE LA RAZON

La razón es un descubrimiento de los griegos. Las leyes del pensamiento fueron observadas en la antigua Grecia y posteriormente expresadas por los filósofos. La historia de la filosofía asigna principalmente a Tales el mérito de introducir la vocación por la razón en los griegos. La cual produce una desconfianza en los mitos y da inicio a nuevas formas de pensar y explicar.

Principios del siglo VI, surge en la ciudad de Mileto, en Jonia (Tales, Anaximandro, Anaximenes) un modo de reflexión en el cual las divinidades primordiales son reemplazadas por elementos de la naturaleza; el orden y origen del mundo es representado como un problema  cuya respuesta se busca acudiendo a recursos de la experiencia y del pensamiento. Entra en escena un tipo de conocimiento libre e imperfecto, que requiere ser defendido y justificado; así se instalan las bases de la ciencia. Por esa fecha también contribuyen a la decadencia del mito los siete sabios, quienes representan un tipo de inteligencia práctica al servicio de la comunidad, una sabiduría vital. Ponen en discusión el orden humano, tratan de traducirlo a formulas accesibles al pensamiento. Representan un intento por definir las bases de un nuevo orden que sustituye el poder divino.

Los griegos no carecen de explicaciones antes de Tales. Bajo la forma del mito se dispone de un gran recurso para descifrar el origen de los fenómenos ya que explica y ofrece soluciones, organiza la experiencia. Es un relato que consigue auto validarse, se asienta en una base sólida. No se divulga para ser debatido, no necesita el sustento de un argumento razonable; ordena al mundo y está allí para ser aceptado.

Cada propuesta ahora debe estar dispuesta al debate y a la crítica. Finalmente, sólo en el diálogo se puede establecer su legitimidad. En un sentido fundamental, surge el filósofo como alguien que cultiva una actitud interrogante frente al mundo, encarnando el poder de la especulación, alguien que no repite lo que se dice si no que asume siempre la responsabilidad de lo dicho. Aspira a comprender el mundo y a sí mismo mediante el conocimiento, al que concibe como algo que se construye pacientemente. Cualquier diferencia entre un discurso y otro expresa una contradicción que naturalmente da origen al diálogo, en el cual únicamente son válidos los argumentos, y no la apelación a la autoridad. Los filósofos tendrán distintos estilos y formatos. Pitágoras tiene un espíritu sectario, opta por tener en secreto sus hallazgos y comunicarlos a un grupo selecto de iniciados. Heráclito, pensador solitario que evade el contacto social, desprecia los cargos públicos. Sócrates convierte el ágora en aula, introduce el diálogo como la forma propia del intercambio filosófico.

En todos ellos, la argumentación se convierte en una propiedad del lenguaje intelectual. Cada cosa tiene valor mientras puede ser defendida. La argumentación, la discusión y el diálogo comienzan a ser las condiciones que posibilitan el despliegue intelectual y el avance en las materias del conocimiento. A continuación también serán condiciones para abordar asuntos ciudadanos y dearrollar las relaciones políticas.

En el comienzo no hay oposición. El mito es palabra formulada, pertenece al ámbito de logos (al universo de lo que se dice). Logos primero es palabra y discurso pero terminara representando la razón. Progresivamente se establece una oposición entre ambas; por una parte el logos como discurso racional, originando la palabra lógica, y por otro lado el mito como algo ajeno a lo real y fuera de la racionalidad.

La escritura deja de ser destinada a producir los archivos del rey y se convierte en el instrumento que permite extender el conocimiento y poner al alcance de todos, las reflexiones sobre los distintos aspectos de la vida social y política. Su rápida extensión favorece a la oposición entre mitos y logos. La palabra escrita trae un nuevo pensamiento, que desplaza el ambiente creado en torno a la oralidad. En los discursos escritos el logos se convierte en sinónimo de argumentación racional, en tensión con el mito.

Un aspecto decisivo de este proceso se despliega con la aparición de la POLIS (ciudad-estado), representa en la Hélade un verdadero cosmos social. Encarna un sistema que posibilita la superioridad de la palabra por sobre las restantes formas de poder interpersonal, al punto de llegar a ser la herramienta de influencia por excelencia, la manifestación de la autoridad intelectual, la clave para el ejercicio del poder político. En este ámbito surgen los sofistas, en el siglo V, maestros de la retórica, el arte de persuadir a través de la palabra.

La palabra va cobrando más fuerza, su poder se extiende a otros ámbitos. Hacia el siglo V se constituye una práctica terapéutica de la palabra, emerge un decir placentero, la palabra persuasiva se aplica a sanar y se dirige a producir un efecto en el receptor.

En la polis la palabra es la materia prima del debate, del intercambio ciudadano. La polis hace posible la máxima extensión de los aspectos de la vida espiritual y social. Es una profunda transformación: el conocimiento y las formas de pensar son llevados a la plaza pública. Sócrates introduce el diálogo, incorporando la presencia activa del oyente.

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