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Que Es La Política, Resumen


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2014  •  5.522 Palabras (23 Páginas)  •  393 Visitas

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QUÉ ES LA POLÍTICA?

FRAGMENTO 1

¿Qué es la política?

1. La política se basa en el hecho de la pluralidad de los hombres. Dios ha creado al hombre, pero los hombres son un producto terrenal y humano. La filosofía y la teología se ocupan siempre del hombre, pero no hay disciplina que se ocupe de los hombres. Por eso, sostiene Arendt, que la pregunta “¿Qué es la política?” sigue abierta.

2. La política trata el estar juntos y los unos con los otros de los diversos. Los hombres se organizan según comunidades a partir de un caos absoluto de diferencias. Las familias constituyen un modo de comunidad para reducir este caos, pero con ella se disuelven tanto la variedad originaria como la igualdad esencial de todos los hombres (más adelante, Arendt se explaya sobre familia y autoritarismo). Para Arendt, la ruina de la política resulta del desarrollo de cuerpos políticos a partir de la familia.

3. La familia intenta, en vez de engendrar a un hombre, se intenta, a imagen fiel de sí mismo, crear al hombre. La familia adquiere un significado que se funda sobre la seguridad que brinda en un mundo inhóspito y extraño. Pero este hecho conduce a la perversión fundamental de lo político, pues suprime la cualidad fundamental de la pluralidad.

4. El hombre sólo existe en la política con los mismos derechos que los más diversos se garantizan.

5. La filosofía tiene dos buenos motivos para no encontrar nunca el lugar donde surge la política:

a) Zoon politikon: Se cree que en el hombre hay algo político intrínseco en su esencia. Pero esto no es así; el hombre es apolítico. La política nace entre - los hombres, por tanto, completamente fuera del hombre.

b) Se dice que el hombre ha sido creado por Dios a su imagen y semejanza. Pero los hombres parecen ser un producto inferior, que en ausencia deDios, se mantienen en una guerra los unos contra todos los otros.

6. Sólo hay libertad en el ámbito del entre de la política.

7. En la pluralidad, está contenida la creación del hombre por Dios. Pero ahí la política no tienen nada que hacer, pues la política organiza de antemano a los absolutamente diversos en consideración a una igualdad relativa y para diferenciarlos de los relativamente diversos.

INTRODUCCIÓN A LA POLÍTICA I

FRAGMENTO 2A

I. Capítulo: Los prejuicios

a) El prejuicio contra la política y lo que la política es hoy de hecho

Todos albergamos prejuicios contra la política, si no somos políticos de profesión. No podemos ignorarlos porque forman parte de nosotros mismos, y no podemos acallarlos porque apelan a realidades innegables y reflejan fielmente la situación efectiva en la actualidad. El peligro en esto, es que lo político desaparezca absolutamente. Los prejuicios van demasiado lejos y confunden con política aquello que acabaría con ésta (prejuicios como el temor a que la humanidad desaparezca por la bomba atómica, o por todos los medios de violencia que la política posee a su disposición). Si queremos disolver los prejuicios, primero debemos redescubrir los juicios pretéritos que contienen.

Juicio significa dos cosas: por una parte, subsumir lo singular y lo particular bajo algo general y particular, al medir, acreditar y decidir lo concreto mediante criterios regulativos. Por otra, juzgar puedealudir a algo completamente distinto: cuando nos enfrentamos a algo que no hemos visto nunca y para lo que no disponemos de ningún criterio. Este último, es un juicio sin criterios, lo que significa un juicio estético o de gusto. No se puede disputar pero sí discutir y llegar a un acuerdo.

En toda crisis histórica los prejuicios se tambalean. Si la función del prejuicio es preservar a quién juzga de exponerse abiertamente a lo real y tener que afrontarlo pensando, las cosmovisiones e ideologías cumplen tan bien esa misión que protegen de toda experiencia, ya que en ellas todo lo real está, al parecer, previsto de algún modo. Pero cuando ya no se confía en los prejuicios, como tampoco en los criterios del juicio ni lo que han pre-juzgado, por muy firmes y reconocidos que sean, se observa un nihilismo inherente a la época.

La capacidad de juicio consiste en juzgar directamente sin criterios, en el llamado juicio de gusto, no se toma en serio porque lo juzgado no tiene nunca carácter concluyente. Que al juzgar en general le sea propio algo irrefutable, es en ello mismo un prejuicio. Demostrables irrefutablemente son sólo el clasificar, medir y aplicar criterios. La pérdida de los criterios es una catástrofe para el mundo moral si se acepta que los hombres no están en condiciones de juzgar las cosas en sí mismas, sólo puede exigírseles aplicar correctamente reglas conocidas.

Es catastrófico, porque si el hombre que actúa, que es el artífice delos acontecimientos constatables en el mundo, se reduce a un simple objeto de una investigación sistemática, se rebaja su condición simplemente a un ser que tiene una mera conducta, al que se puede someter a experimentos e incluso poner definitivamente bajo control.

La preocupación hoy en día es el hombre, la esencia del mismo. La respuesta que sitúa al hombre en el punto central de la preocupación presente y cree deber cambiarlo para poner remedio, es profundamente apolítica, pues el punto central de la política es la preocupación por el mundo y no por el hombre. No se cambia un mundo cambiando a los hombres, tampoco se cambia una organización o una asociación empezando a influir sobre sus miembros. Sólo puede renovar su constitución, leyes, estatutos, y esperar que todo lo demás se dé por sí mismo.

El problema es de mundo. Es este “espacio entre” donde tienen lugar todos los asuntos humanos. El mundo y las cosas de mundo son el resultado de que los hombres son capaces de producir algo que no son ellos mismos. Siempre será el mundo el que causará la destrucción de los hombres y no ellos mismos. Lo grave y angustiante de la preocupación por el hombre, es que ella se desentiende por completo de estos peligros “exteriores”, y los elude desde una interioridad donde como máximo se puede reflexionar pero no actuar ni cambiar nada.

Podría objetarse con facilidad que el mundo de que aquí se habla es el mundo humano, o sea el resultado deproductos y acciones humanas. ¿No debería cambiarse la esencia del hombre antes de pensar en cambiar el mundo? Arendt responde: “Platón ya reprochó a Pericles que tras la muerte de éste, los atenienses no fueran mejores que antes”

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