Reflexion filosofica de la educación

MATERIA: REFLEXION FILOSOFICA DE LA EDUCACIÓN.

PROFESORA: MOSQUERA, CECILIA.

ALUMNA: PUCURULL, FLAVIA.

Consigna:

Redactar una ensayo contestando a las siguientes preguntas, desde una reflexión de los textos:

“EL ORDEN DEL DISCURSO”. Michel Foucault.

“EL DISCURSO DE FOUCAULT”. Susana Murillo.

“LA ENTREVISTA DE PHILIPPE MIREAU.

¿ Qué es la lectoescritura?, ¿ por qué podría considerarse una herramienta de poder?

En sus reflexiones sobre el poder, Michel Foucault se centra en el estudio de la historia de lo que somos y en lo que nos vamos transformando, para lo cual investigó e intenta revelar cómo, en cada época, las instituciones y las normas influyen y modifican a los individuos.

Foucault piensa el poder como una trama extendida en toda la sociedad, que involucra a todos los individuos y de la que nadie es ajeno. Dice Foucault: “En todo lugar hay poder, el poder se ejerce, nadie es su dueño o poseedor, sin embargo sabemos que se ejerce en una determinada dirección, no sabemos quién lo tiene, sabemos quién no lo tiene”. El poder se encuentra, entonces, en el núcleo de los individuos y alcanza su cuerpo, sus gestos, sus actitudes, sus discursos y su aprendizaje. Es decir que está presente en la vida cotidiana de los mismos.

Foucault hace una critica a la idea trascendental de verdad (como verdad objetiva, neutra, necesaria y universal). Va a criticar también la oposición entre discurso verdadero y discurso falso como un sistema de exclusión. El autor plantea poner en duda toda VERDAD, preguntarnos qué efectos ocultos de poder persigue. Para Foucault, detrás de la VERDAD se esconde toda una voluntad de poder, y esta VERDAD no es más que una justificación para dominar, exigir conformidad y sumisión. Y es que el conocimiento, el saber, impone una doble represión: la que condena al silencio los discursos “excluidos” y la que determina y ordena los discursos “aceptables”.

El poder supone, por tanto, la otra cara del saber y de la verdad, la cual no existe aislada de los sistemas de poder que la producen y mantienen. Así, el poder determina qué discurso es aceptado como verdadero, como qué criterios, procedimientos, instituciones y personas pueden distinguir un discurso “verdadero” de otro “falso”.

Pero el saber no es sólo objeto del poder es también instrumento de éste. No es posible ejercer poder sin haberse apropiado

previamente un saber. Y es que el saber es uno de sus instrumentos de dominación más potentes. El poder controla el

saber ejerciendo distintos procedimientos de control del saber, por ejemplo silenciando aquellos discursos que no se encuentran dentro de los criterios definidos por este poder. Y es que el poder no puede dejar de incluir distintas estrategias de control e imposición que están determinando qué se puede mirar, sobre qué es posible hablar o de qué forma hay que pensar.

Por eso el saber no está,

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