Reseña: Foucault - Nietzche, La Genealogía Y La Historia

Michel Foucault

Nietzche, genealogía y la historia

Michel Foucault (1926-1984) fue un psicólogo, teórico social, historiador de las ideas, y filósofo francés, conocido principalmente por sus estudios críticos de instituciones sociales como la medicina y las ciencias humanas. Foucault se vio muy influenciado por la filosofía alemana, especialmente por la obra de Nietzche.

Nietzche (1844-1900) es considerado como uno de los tres Maestros de la sospecha, junto a Marx y Freud. En el libro Freud: una interpretación de la cultura (1965), el filósofo francés Paul Ricœur (1913-2005) nombra por primera vez a la Escuela de la sospecha, dominada por tres maestros que se excluyen entre sí: Marx (1818-1883), quien afirma que la conciencia se enmascara por intereses económicos, Freud (1856-1939), que cree que es por la represión del inconsciente, y Nietzche, que piensa que es por el resentimiento de los débiles. Aunque estos tres autores no hayan sido contemporáneos, Ricœur los califica como filósofos de la sospecha ya que los tres comparten una actitud crítica hacia la sociedad en la que habitan.

En su libro Nietzche, la genealogía y la historia, Foucault problematiza y discute la historia, partiendo de la postura de Nietzche, que afirma que, en sus diferentes épocas, la historia se entendió como algo lineal, en la que los acontecimientos están ordenados, con sus respectivos ídolos y un origen determinado. Es a partir de esta filosofía que Foucault plantea el asunto de la genealogía.

La genealogía implica entender la historia como algo más complejo que una simple sucesión de eventos, con ídolos y un origen determinado. La genealogía tiene como objetivo considerar todos los posibles orígenes de los sucesos, rechazando la existencia de un metarrelato universal capaz de explicar toda la historia.

Dentro de la historia, la genealogía percibe la singularidad de los eventos, analizando su entorno y los diversos factores que interfieren en ellos. No concibe la idea de identidad, ya que esta implica una pérdida de la diversidad, y esta es esencial en el desarrollo de los sucesos. En cada hecho histórico no existe una única verdad, sino que esta es una creación, un acuerdo social; en realidad, dentro de cada hecho existen muchas verdades completamente subjetivas, que construyen deseos que actúan como fuerzas que luchan por el poder. Es la lucha de estas fuerzas la que escribe la historia.

La genealogía no considera que exista un origen de la historia, sino que se centra en estudiar todos los factores (fuerzas que luchan por el poder), por más mínimos que sean, que puedan llevar a que un acontecimiento haya sucedido de determinada manera.

La historia se resume a una lucha constante de poder, donde existe una relación de dominado y dominante, siendo siempre el dominante el que vive en mejores condiciones y quien manipula las reglas que escriben la historia -es por esto que Nietzche afirma que la historia tiene perspectiva, es decir un punto de vista. A su vez, dentro de cada uno de los actores (dominado y dominante), existen también luchas de poder internas. Cuando la relación dominado-dominante se invierte, nos enfrentamos a lo que conocemos como sucesos históricos. Gracias a la genealogía entendemos que estos sucesos no consisten en una lucha de poder entre dos partes, sino que existen además una serie de otras fuerzas que las hicieron posibles.

Por ejemplo: la versión de la historia que conocemos es aquella del hombre blanco europeo, dejando de lado a todos los demás individuos que actuaron para que la historia sea la que conocemos hoy en día; no estudiamos a los esclavos, a las mujeres, ni a los asiáticos, conocemos la historia de los reyes, de los héroes europeos. La genealogía se interesa por todas aquellas fuerzas que la visión metafísica y trascendental de la historia deja de lado.

La procedencia (herkunft) también es estudio de la genealogía. Pero la procedencia

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