Retos y desafíos de la educación superior en República Dominicana
Enviado por adonisrodriguezs • 29 de Febrero de 2020 • Ensayos • 1.577 Palabras (7 Páginas) • 359 Visitas
[pic 1][pic 2]
Retos y desafíos de la educación superior en República Dominicana
Una de las funciones primordiales de las instituciones de educación superior es la producción de conocimientos, y con ello la contribución al crecimiento científico y al desarrollo económico de las naciones, siendo verdaderos motores de movilidad social. Las universidades, como instituciones de educación superior, son protagonistas indiscutibles de las mayores innovaciones que han revolucionado la humanidad, y que han intentado responder a las demandas de una sociedad cada vez más exigente. Esto demuestra la importancia que tiene la educación superior en países como República Dominicana, donde constituye la única esperanza de las poblaciones menos favorecidas, para escalar un peldaño más alto dentro de la pirámide social.
Ahora bien, para que esto sea posible, se requiere satisfacer numerosas necesidades, que aunadas a las académicas y formativas, inciden directamente en que estas esperanzas sean respondidas satisfactoriamente. República Dominicana cuenta con un número considerable de este tipo de instituciones. Para el 2018 el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) reconocía un total de 51 instituciones de educación superior (Observatorio de políticas sociales y desarrollo, 2019) de las cuales apenas una se constituye como única institución de educación superior de tipo pública, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la cual cuenta con el 39% de toda la matricula. Es evidente, que en lo que se refiere al número de instituciones, el país cuenta con una cantidad respetable. Sin embargo esto no necesariamente repercute en la calidad de la educación, una cualidad indiscutiblemente importante, puesto que toda institución de educación superior debe perseguir la excelencia tanto institucional como de sus egresados.
La historia universitaria de República Dominicana es basta, contando con la primera institución universitaria de las Américas, la cual tiene más de 480 años de historia. La Universidad Autónoma de Santo Domingo se ha mantenido como estandarte del pueblo dominicano, símbolo cultural y científico, que ha resistido los embates del tiempo y el trajinar de los ardides de la historia dominicana, que cubierta de sombras intento silenciar el grito iracundo de un pueblo que no ha sucumbido a la bruma de gobiernos déspotas y antidemocráticos, que solo ven por sus propios intereses. Tiempos de oscuridad que no fueron capaces de prever el fervor patriótico de un pueblo, que se alzó exigiendo la restauración de su más alta casa de estudios, en los momentos más nebulosos de la historia dominicana.
Pero en su insaciable deseo de crecimiento y desarrollo, fue necesario expandir el número de instituciones de educación superior. De esta forma se cuenta con un número mayor de universidades, que intentan suplir la demanda de profesionales que exige la sociedad dominicana, algunas con un perfil capaz de responder a las más altas exigencias de un mundo globalizado. Pero estas instituciones se enfrentan a un sin número de obstáculos, que deben sortear en pos de alcanzar su objetivo primordial, que es la formación de profesionales con las competencias necesarias para el ejercicio adecuado y oportuno de sus aprendizajes.
Un caso puntual lo representa la calidad cuestionable de la educación pre-universitaria. Es bien sabido que los estudiantes de secundaria que cursan nivel de grado en las instituciones de educación superior carecen o presentan deficiencias en un número de competencias, que deben haber adquirido o perfeccionado durante sus años de estudio. Conocimientos básicos en áreas tan sensibles como son las matemáticas, literatura, biología, química, aunado a las habilidades como el pensamiento crítico, adaptabilidad, trabajo en equipo, liderazgo, capacidad de comunicación, son algunos de los elementos de los que carecen los estudiantes que concluyen la educación secundaria en República Dominicana. Esto pone en evidencia un sistema educativo primario y secundario deficiente, con problemas que subyacen en estrategias y reformas que no parten de estudios que permitan identificar causas reales de la problemática. La resistencia de maestros y estudiantes, que no aceptan adaptarse a nuevos métodos de enseñanza, impide la implementación de estrategias innovadoras, que pudieran repercutir sustancialmente en la calidad de la educación pre-universitaria, de modo que esta cumpla con su rol esencial, que es preparar al estudiante para su futura vida universitaria.
Otro de los desafíos a los que se enfrenta la educación superior dominicana es la masificación de la misma. El incremento en la matriculación de estudiantes en universidades dominicanas es extraordinario. Según un artículo publicado por el periódico Listín Diario, la matrícula de estudiantes que cursan alguna carrera en instituciones de educación superior aumento en un 59% en los últimos seis años, para alcanzar la cifra de 598,799 estudiantes (Observatorio de políticas sociales y desarrollo, 2019). Aunque el número de universidades también se ha incrementado, esto no es suficiente para responder a las demandas sociales de un número mayor de egresados que, por demás, deben cumplir con un perfil profesional acorde con estándares internacionales. Como respuesta a ello las instituciones de educación superior deberán procurar mayores recursos económicos, programas de formación actualizados y competitivos, y un cuerpo profesoral integrado por profesionales con competencias y habilidades tendentes a la docencia, la investigación y la extensión.
...