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Revoluciones De Revoluciones


Enviado por   •  1 de Junio de 2015  •  1.406 Palabras (6 Páginas)  •  165 Visitas

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REVOLUCIÓN DE REVOLUCIONES

Si el tipo de movimiento que se ejerce desde el zapatismo es antisistémico, no lo es menos por las implicaciones que han tenido lugar en las propias comunidades que dan cuerpo a sus bases, pues si bien el neozapatismo aprendió a obedecer de las formas de gobierno mayanse, éstas retomaron de otros movimientos subversivos contenidos que eran por demás inéditos a dichas tierras, revolucionando incluso a los revolucionarios:

El zapatismo era, desde el comienzo, una revolución dentro de las revoluciones, y la revolución de las mujeres zapatistas una revolución dentro del zapatismo y del pueblo maya. El proceso de liberación hacia los opresores de fuera comenzaba con el enfrentamiento hacia las opresiones tradicionales de dentro. La mujer maya, aunque mucho menos dominada que la ladina, sufría opresiones antiguas. El proceso emancipador se generalizaba y comenzaba por "limpiar la propia casa" (Dussel, 2007b:500-501).

Ello está objetivado en la Ley revolucionaria de las mujeres, una de las más populares del zapatismo que es ya un referente no sólo para los feminismos indianos, sino para multiplicidad de rebeliones feministas. Este hecho resalta un rasgo sobresaliente del neozapatismo: haber hecho de sus reclamos acontecimiento mundial. Neil Harvey sostiene que "[l]os zapatistas han sido capaces de conectar sus propias experiencias con las de otras comunidades en México, y en otros países que también resisten la marginación económica y social" (2011:166). Los marginados entre los marginados se hacen escuchar mediante las grafías de esas voces imposibles, fonemas que se entretejen y tejen utopías en sus comunicados:

La pluma de los zapatistas, sus armas reales, han encontrado un sensible cordón no sólo entre los indígenas, sino en otras partes de la sociedad mexicana: los obreros, las mujeres, los estudiantes, aquellos intelectuales que han elegido alinearse ellos mismos con estas luchas. El lugar del otro en la sociedad mexicana está experimentando una ruptura profunda. Es una ruptura que precedió a la sublevación zapatista, teniendo diversos puntos de fractura a lo largo de décadas desde la masacre de los estudiantes de Tlatelolco en 1968, hasta el terremoto de México DF en 1985. Pero la ruptura ocurrida el primero de enero de 1994 fue tanto la continuación de estas quiebras tempranas como, y a pesar de todo, diferente de ellas. Este es un nuevo comienzo que ha buscado conscientemente al otro(s) de México (Gogol, 2004 [2002]:238).

La alteridad se encuentra no sólo frente a sí, sino hace constitutiva del nosotros, de aquel sujeto de enunciación en el que muchos otros dan soporte amplio a aquellos que hablan, que prestan atención y toman la palabra, en el que "detrás de nosotros estamos ustedes", donde no es posible ubicar quiénes somos y quiénes son los interlocutores, un nos-Otros radical:

No recuerdo bien a cuento de qué vino la plática, pero el Viejo Antonio me explicó que los indígenas caminan siempre como encorvados, aunque no traigan cargando nada, porque llevan sobre los hombros el bien del otro. Pregunté cómo mero era eso, y el Viejo Antonio me contó que los dioses primeros, los que nacieron el mundo, hicieron a los hombres y mujeres de maíz de modo que siempre caminaran en colectivo. Y me contó que caminar en colectivo quiere decir pensar también en el otro, en el compañero. —Por eso los indígenas caminan encorvados -dijo el Viejo Antonio-, porque cargan sobre sus hombros su corazón y el corazón de todos. Yo pensé que para ese peso no bastaban dos hombros (Subcomandante Insurgente Marcos, 2011 [2004]:192-193).

El tercer hombro somos todos y "todos somos Marcos" cuando de hacer valer la voz se trata, una figura paradigmática que a la vez está vacía porque en ella puede caber cualquiera, un excluido u oprimido que haga de la razón de abajo y a la izquierda su causa. La crítica que subyace al zapatismo es contundente, su territorialidad permea su enunciación cargada de paradojas y figuras retóricas propias del oxímoron, lo que hace nada extraño que su ubicación dentro de los géneros propios de la modernidad sean ineficaces:

Considerados como literatura, los comunicados no participan de un género propiamente dicho. Entre ficción y no ficción, ensayo y crónica, epístola y manifiesto, su escritura es un híbrido de formas que tiene lugar fuera de todo encuadre entre los cánones literarios. Más aún, a pesar de que Marcos ha sido nominado para numerosos premios de literatura, algunos analistas literarios han hecho la radical sugerencia de que "leer la escritura de Marcos

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