Santo Tomás

Santo Tomás de Aquino

Razón y Fe

En la filosofía de Sto. Tomás, es de muy gran importancia destacar las relaciones que existentes entre fe y razón, este tema, ha sido tratado por Tomás de Aquino desde un gran complejidad y ende también sus planteamiento son muy difíciles de poder estudiarlos.

Dentro del contexto cristiano Tomás de Aquino plante que Dios creó al mundo de la nada, y por consiguiente dio a cada uno de sus seres la naturaleza y a la vez les dotó de dones que en sí para él le eran muy significativos y oportunos.

Además va manifestar que la naturaleza humana, fue creada por Dios en toda su totalidad e integridad y capacidades de desarrollo; el hombre al ser creado en el paraíso recibió de Dios algunos dones sobrenaturales y preternaturales que le complementaban.

Con respecto a los dones sobre naturales se puede decir que suponen la elevación del ser humano al orden sobrenatural en la que son partícipes de la gracia y la filiación divina. Por otro lado los dones preternaturales dan complementariedad a la naturaleza humana, subsanando las imperfecciones existentes en ella y adecuándola al orden sobrenatural; por tanto aquí se somete el cuerpo al alma “dándole al ser humano una impasibilidad e inmortalidad”, también las pasiones inferiores a la razón y la voluntad “involucrando las virtudes intelectuales y morales del ser humano.

Si bien es cierto, Dios creó al hombre en un estado de inocencia y justicia original, pero en el momento en que cometió el pecado original, perdió aquellos dones sobrenaturales y preternaturales, su naturaleza fue herida por la ignorancia, la malicia, la flaqueza y la concupiscencia, dejando a un lado las cuatro virtudes cardinales. Ahora bien, aunque débil, la naturaleza humana sigue teniendo esa tendencia al bien y la virtud.

A partir de aquí, el hombre ya no ha creído necesaria la ayuda y la iluminación de Dios para entender y conocer todo cuanto es cognoscible a partir de los sentidos y las cosas sensibles.

Nos es necesaria la gracia divina para nuestra salvación y no podemos decir que parte de nuestra naturaleza sino que más bien es un don gratuito dado por Dios. Este mismo don no contradice la naturaleza del hombre, más bien, la perfecciona y la prolonga.

Dentro de lo que respecta al conocimiento, todo lo recibido por la fe es una prolongación de lo que se conoce naturalmente, por lo que no lo contradice, sino que lo supone como preparación. Así entonces Santo Tomás afirma que “como la gracia no anula la naturaleza, sino que la perfecciona, conviene que la razón natural esté al servicio de la fe, lo mismo que la natural inclinación de la voluntad sirve a la caridad”.

Santo Tomás, da primacía a la fe sobre la razón (rasgo distintivo de los hombres), ya que se encuentra en una jerarquía de perfección y por consiguiente la primera supone a la segunda como “lo perfecto a lo perfectible”. Pero tal primacía no anula a la razón, sino que con la colaboración de ella permite descubrir

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