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Se puede encontrar una solución al conflicto, que tenía su propia naturaleza durante miles de años


Enviado por   •  20 de Agosto de 2011  •  Trabajos  •  7.896 Palabras (32 Páginas)  •  813 Visitas

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En nuestra época la problemática de los valores ha adquirido una relevancia de primer orden, y está en el centro de agudas disquisiciones teórico - filosófica. Ante las preguntas: ¿Puede el hombre hallar solución al conflicto que durante milenios ha tenido con su propia esencia? ¿Podrá el hombre realmente llegar a ser feliz? ¿Cuándo el hombre será hermano del hombre y no su lobo? Las respuestas menudean, y por supuesto, son múltiples los puntos de vista en dependencia de la concepción del mundo de quien interprete este fenómeno; respuestas a veces con un marcado énfasis reaccionario.

El problema incide en que el hombre moderno inmerso en su vorágine, que ha traído como resultado la formación de un mundo unipolar a cuya cabeza se encuentra el país más poderoso y agresivo del planeta, la situación del mal llamado fin de la guerra fría, la desideologización de las relaciones internacionales, el proceso de globalización y la política neoliberal de algunos estados del tercer mundo, llega uno a preguntarse si existe algo en el ser humano indestructible que le permita establecer un diálogo fraterno con sus semejantes y al mismo tiempo dar su vida por los mismos.

El estudio de la personalidad constituye una de las problemáticas más importantes de la ciencia filosófica, pedagógica y psicológica por las variadas manifestaciones y especificidades que la caracterizan en correspondencia con las condiciones concretas de vida y existencia. Para la educación cubana, el objetivo de formar una personalidad armónica e integralmente desarrollada responde a un propósito esencial de la política del Estado .

Este tema es objeto de análisis de diferentes ciencias en especial de las sociales, a su vez, es una cuestión evidentemente práctica, lo cual se refleja en múltiples investigaciones acerca de la personalidad y su formación que se realizan en el mundo contemporáneo.

Dentro de las temáticas más importantes que han sido estudiadas relacionadas con la formación de la personalidad en general y en particular sobre la educación en valores, la moral ocupa un destacado lugar, por lo que constituye una preocupación no sólo en la formación de la juventud sino también en los trabajadores, empresarios que son personas adultas.

Es importante analizar que las formaciones morales como parte de la regulación inductora de la personalidad guían y dirigen la actuación del hombre y hacen que asuma una actitud correcta y acertada frente a las exigencias que la vida y la sociedad contemporánea plantean. Al respecto, el Dr. Juan Morí Loas expresa: "La educación debe priorizar los valores y revelar los ideales, preparar al hombre para la vida. "(1).

Uno de los propósitos esenciales de nuestra educación es formar un hombre con principios y valores que les permitan enfrentar las complejas situaciones, asimilar los cambios y buscar soluciones acertadas a los problemas complejos del mundo moderno.

La formación moral no puede ser impuesta al hombre desde el exterior, requiere de cierto sistema individual de valores, puntos de vista, ideales, los cuales se exigen en el sujeto de forma determinada y que en la misma medida que revelen sus relaciones con los que le rodean, reflejen además un sistema individual de significados, modelos a seguir, los que consecuentemente deben ser la guía de la actuación.

La moral, como forma de la conciencia social, origina en el hombre motivaciones decisivas que permiten orientar su conducta hacia objetivos concretos. Su particularidad específica, como forma de la conciencia social, está dada en que refleja los vínculos del ser social, sus relaciones con los demás personas, la actitud del individuo, ante el trabajo, el colectivo y todo lo que le rodea, es decir, hacia su entorno natural y social.

De aquí se deriva que en el análisis del desarrollo moral se tenga en cuenta, además de las relaciones del hombre con su medio, las formas en que cada uno interiorice dichas normas, principios y valores, cómo los instrumente en sus acciones tanto externas como internas y podemos agregar, en su lenguaje o proceso comunicativo.

Es a partir de lo apuntado que la asimilación de los valores morales por los estudiantes en

general adquiere una importancia capital, pues los mismos forman parte de su ética profesional.

un sistema organizado de influencias. En el centro de este proceso se encuentra "el propio hombre como sujeto y objeto de la actividad y jugando el rol de eje fundamental de dicha transformación".

Con el perfeccionamiento de los procesos educativos y el esclarecimiento de cómo se desarrollan en el hombre sus particularidades psicológicas es como la personalidad asimila las influencias de la sociedad.

Al respecto el Dr. Juan Mari Lois señala: "El proceso educativo es correlacionar la ideología con las necesidades y expectativas de los ciudadanos y a partir de esta correspondencia, trazar las finalidades esenciales que deben atravesar. Permear todo el sistema educativo." (5)

En la Cuba de hoy donde la actividad fundamental está encaminada a preservar las conquistas de la Revolución, en los marcos del llamado Período Especial, el fortalecimiento de valores en el estudiante resulta ser una tarea que no se encuentra en la periferia de la labor educativa, sino en su línea principal.

Se hace necesario el tratamiento de este tema especialmente por dos razones:

Primero, si consideramos como un principio ético lo que sabiamente expresara José Martí:

"La educación, empieza con la vida y no acaba sino con la muerte"(6), segundo, porque la educación de valores no escapa a las exigencias del progreso tecnológico, al bienestar y al desarrollo ético de los estudiantes, por la constante elevación de la calidad de vida realmente humana.

Para formar un estudiante que sea capaz de reflexionar racional y consistentemente ante el reclamo de los demás, de emitir juicios, de sensibilizarse con el compañero, de tomar decisiones justas y acertadas hay que educarlo en una cultura de valores, para que pueda poner en claro el sentido de su vida, para que construya su marco referencial, más allá de lo puramente material o inmediato, y configure la naturaleza misma de su ser. En fin, para educar un estudiante con la capacidad de situarse en una posición digna en el mundo contemporáneo.

Debe ser propósito social, en los momentos actuales, dar marcada prioridad a los aspectos educativos, especialmente a la formación de valores, riqueza legada por los pueblo, por sus mejor de sus tradiciones patrióticas, culturales y familiares.

El carácter de los valores morales como orientadores y reguladores internos,

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