Sun Tzu "El Arte De La Guerra"

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo versa sobre la obra titulada “El arte de la guerra” de Sun Tzu, en el cual se le da un énfasis a la guerra como elemento esencial de cualquier Estado, pero no entendiendo la guerra como el hecho de que mueran millones de personas para la causa de algunos, sino desde una perspectiva más moral e intelectual para obtener la victoria ejemplificando diversas situaciones en las que se podrían encontrar en el momento de una guerra. Destaca lo innecesario que resulta cualquier guerra prolongada, desde una perspectiva económica.

En todo momento considera que más que tener armas, tropas numerosas o cualquier otra cosa, lo más importante es pensar en todas las situaciones a las que se puede enfrentar y de esa manera valorar las acciones que han de realizarse para conseguir la victoria por medio de la estrategia y sin necesidad de tener numerosas bajas o un ejército numeroso, pues ni una ni otra son garantía de victoria o derrota.

Además de ser un manual de estrategias militares, se ha aplicado a muchos otros ámbitos de la vida cotidiana, por el hecho de que no se busca eliminar el oponente con violencia sino con estrategia. Nos da otra perspectiva desde la cual podemos comenzar a pensar más en la estrategia para atacar que en atacar por atacar.

Necesitamos comprender de manera amplia a pensar estratégicamente para conseguir la victoria sin necesidad de desgastar nuestros recursos pero sí aprovechando los recursos del oponente a nuestro favor.

DESARROLLO

Considera al engaño y el uso adecuado de las estrategias como la base de la victoria. Por tanto para lograrlo es necesario hacer una evaluación acertada de diversos aspectos, donde Sun Tzu considera 5 factores fundamentales:

El primero de ellos es la doctrina, la forma como se logrará que nuestro ejército luche a nuestro favor; el segundo el tiempo donde se desarrollara la batalla porque podemos aprovechar el clima o estar en desventaja por él; el tercero de estos factores fundamentales es el terreno, se plantea que es necesario conocer el terreno para aprovechar al máximo las condiciones de este o para estar prevenidos por todas las situaciones que se nos puedan presentar dentro del mismo; un cuarto factor es el mando, es decir, la inteligencia, honestidad, sinceridad, humanidad y todas las cualidades que harán que un general cualquiera se convierta en uno con verdadero poder de mando y lleve a su ejército a lograr la victoria; por último debe haber disciplina para tener control.

En todo momento debemos saber engañar a nuestro enemigo para que podamos tomarlo por sorpresa en situaciones que nos favorecen y actuar siempre estratégicamente logrando ponerlo en una verdadera desventaja.

Distinguiendo en el comandante que sabe cuando luchar y en que momento no, entre el que sabe cómo usar todas y cada una de las fuerzas que posee y el que no lo sabe, el ejército que esta unido y el que no lo esta, el comandante que es prudente y sabe esperar a su enemigo para atacarlo y aquel comandante que tiene generales que le obedecen

Sun Tzu afirma que al conocer estas 5 cualidades de cada uno de los ejércitos que contienden sabrá con certeza quién ganará la batalla, por ser predecibles sus conductas y acontecimientos entre ellos.

Siempre debemos buscar estrategias que nos ayuden a dividir al enemigo, y por tanto debilitarlo para atacarlo cuando no esté preparado, siendo también necesario mantenerlo bajo presión y desgastarlo.

Lo esencial en una guerra es la victoria y no la persistencia con la cual todos perderán personas, dinero, tiempo, fuerza, en fin, nunca es favorable alargar una batalla, es mejor buscar la victoria de la manera más rápida posible para que realmente se gane sin perder tantos recursos.

Para tener posibilidades de ser invencibles es necesario desarrollar una buena defensa y la de la victoria tiene que ser con buenas estrategias de ataque.

Tenemos que conocernos a nosotros mismos y a los demás. Esto disminuye el riesgo de conocer la derrota, y aumenta la probabilidad de conocer la victoria. Explotar las debilidades del enemigo, conocer sus capacidades para atacar, defenderse, retardar y obtener refuerzos, es lo que debo conocer para poder atacarle en el lugar y momento específico para obtener la victoria. El espionaje y el engaño son herramientas claves.

Pero siempre tenemos que ser cuidadosos de no ser víctimas de espionaje o engaños, porque de igual manera que son herramientas claves, son armas que nos pueden destruir por completo en cualquier batalla.

La información no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario. Si no se trata bien a los espías, pueden convertirse en renegados y trabajar para el enemigo.

No se puede obtener la verdad de los espías sin sutileza. Cada asunto requiere un conocimiento previo. Siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de los servidores del enemigo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades.

Hay que anticipar la acción enemiga, para poder atacar sus esquemas y estrategias planeadas, sorprenderlo y ganar la iniciativa.

El cuidadoso planeamiento para tomar la decisión permite obtener buenos resultados o al menos poder acomodarse satisfactoriamente a una situación cambiante, no podemos dejarnos llevar por la emoción del momento.

Todos en la estructura tenemos que estar sintonizados en la misma frecuencia, la misma intención, objetivos y la voluntad de cooperar. El conocer esa intención permite ser flexibles y actuar en combate en ausencia de instrucciones, y fácilmente acomodarnos a las situaciones cambiantes.

Emitir las órdenes de forma clara, los planes complicados, y en cambio constante no son bien asimilados, no se procede con confianza, más bien con incertidumbre. Colocarnos al otro lado de la mesa, del lado enemigo, permite asumir la reacción de este acuerdo a sus capacidades y limitaciones a mi plan. Esto permite perfeccionar y prever acciones en situaciones que se presenten de forma inesperada.

“Vencer sin

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