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Sun Tzu "EL ARTE DE LA GUERRA"

20199110 de Octubre de 2012

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RESUMEN

Sun Tzu

“EL ARTE DE LA GUERRA”

El Sun Tzu, fue un general chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo. Esta obra es la más antigua que se conoce sobre el tema. Además es uno de los textos clásicos chinos más importantes, y todos sus consejos que contiene son útiles.

El “Arte de la Guerra” es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos, que inspiró a Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung y muchas más figuras históricas.

Este libro es un tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación. No es un libro sobre la guerra; es una obra para comprender las raíces de un conflicto y buscar una solución. “la mejor victoria es vencer sin combatir”, “y ésa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”.

El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra descansa en estos dos principios: Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño y El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar. Hoy en día la filosofía del arte de la guerra ha ido más allá de los límites estrictamente militares, aplicándose a los negocios, los deportes, la diplomacia e incluso el comportamiento personal (muchas frases clave de los manuales modernos de gestión de empresas, son autenticas citas literales de la obra de Sun Tzu).

 CAPÍTULO I. SOBRE LA EVALUACIÓN

“La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien”.

No reflexionar seriamente, es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que más queremos.

Debemos valorar en términos de cinco factores (doctrina, tiempo, terreno, mando y disciplina) y hacer comparaciones entre las condiciones de los bandos rivales, estos factores deben ser conocidos por cada general, porque aquel que los domina vence, y aquel que no, sale derrotado.

La doctrina es aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.

El tiempo es la noche y el día, el frío y el calor, días despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones.

El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia.

El mando ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina.

La disciplina es la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.

En tanto también se deben trazas planes, para compararse con los siguientes siete factores; y con este estudio se podrá adivinar cuál de los dos bandos ganara y cuál será derrotado (el que siga su consejo, es seguro que vencerá, y el que ignore su consejo será derrotado):

 ¿Qué dirigente es más sabio y capaz?

 ¿Qué comandante posee el mayor talento?

 ¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno?

 ¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las instrucciones?

 ¿Qué tropas son más fuertes?

 ¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas?

 ¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa?

El arte de la guerra se basa en el engaño, cuando se es capaz de atacar, se debe aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Golpear al enemigo cuando esta desordenado.

 CAPÍTULO II. SOBRE LA INICIACIÓN DE LAS ACCIONES

La batalla se comienza con el único objetivo de ganar, pero si se llega a este resultado satisfactorio, hay que saber controlarlo, de lo contrario se agotaran las fuerzas y el quipo se agotará. Las armas son instrumentos de mala suerte, porque, “los que a hierro matan, a hierro mueren”. Así mismo nunca es beneficioso para un país(o algún otro proyecto y/o cosa) dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo. También se deber ser consciente y proporcionar alimentos.

Se deben tener en cuenta todas las posibilidades que puedan afectar a la victoria, ya que siempre se trata de tener un beneficio y bienestar para la mayoría de la población. Se deben controlar los recursos, para que haya un equilibrio y perdure la felicidad. Ante todo debe existir respeto.

Hay que tener inteligencia y saber cómo quitarle sus pertenencias al enemigo, para causar imprudencia sobre él, y bajar su motivación, al igual que a toda su tropa, así tomaras el poder de tu enemigo.

Donde hay grandes recompensas, hay hombres valientes. Las recompensas son importantes, porque con esto motivas a los demás.

Se debe tratar bien a los prisioneros, para conseguir que en un futuro luchen para ti. Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas y lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia.

 CAPÍTULO III. SOBRE LAS PROPOSICIONES DE LA VICTORIA Y LA DERROTA

Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo. Hay que calcular la fuerza de los adversarios, hacer que pierdan su ánimo y dirección, de manera que aunque el ejército enemigo este intacto, sea inservible, es muy importante ganar sin violencia y no haya que ganar a la fuerza ("El que lucha por la victoria frente a espadas desnudas no es un buen general”).

Los que ganan las batallas no son realmente profesionales, mientras que los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin batallas, los que conquistan otras ciudades sin asediarlas, son los mejores maestros del “arte de la guerra”, también deshace los planes de los enemigos, estropea sus relaciones y alianzas, le corta los suministros o bloquea su camino.

Para hacer un ataque se aconseja que se tome tiempo en la planificación y coordinación del plan, ya que nunca se debe atacar con prisas. Y lo peor que se puede hacer es atacar a una ciudad. Pero es imprescindible luchar contra todas las facciones enemigas para obtener una victoria completa, de manera que su ejército no quede acuartelado y el beneficio sea total. Esta es la ley del asedio estratégico: La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia.

La regla de la utilización de la fuerza es la siguiente: si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; si son cinco veces superiores, atácalo; si son dos veces superiores, divídelo. Si tus fuerzas son iguales en número, lucha si te es posible. Si tus fuerzas son inferiores, mantente continuamente en guardia, pues el más pequeño fallo te acarrearía las peores consecuencias. "Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil, serás derrotado."

 Triunfan aquellos que:

Saben cuándo luchar y cuándo no, saben discernir cuándo utilizar muchas o pocas tropas, tienen tropas cuyos rangos superiores e inferiores tienen el mismo objetivo, se enfrentan con preparativos a enemigos desprevenidos, tienen generales competentes y no limitados por sus gobiernos civiles.

Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.

 CAPÍTULO IV. SOBRE LA MEDIDA EN LA DISPOSICIÓN DE LOS MEDIOS

Los guerreros expertos se hacían a sí mismos invencibles en primer lugar, y después aguardaban para descubrir la vulnerabilidad de sus adversarios, porque hacerte invencible es conocerte a ti mismo, esperar para conocer la vulnerabilidad del adversario que significa conocer a los demás.

La invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad, una cuestión de ataque. Mientras no hayas observado vulnerabilidades en el orden de batalla de los adversarios, oculta tu propia formación de ataque, y prepárate para ser invencible, con la finalidad de preservarte. Cuando los adversarios tienen órdenes de batalla vulnerables, es el momento de salir a atacarlos. La defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia. Prever la victoria cuando cualquiera la puede conocer no constituye verdadera destreza.

Las victorias no son casualidades, son debidas a haberse situado previamente en posición de poder ganar con seguridad, imponiéndose sobre los que ya han perdido. Cuando eres capaz de ver lo sutil, es fácil ganar. En consecuencia, un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.

Servirse de la armonía para desvanecer la oposición, no atacar un ejército inocente, no hacer prisioneros o tomar botín por donde pasa el ejército, no cortar los árboles ni contaminar los pozos, limpiar y purificar los templos de las ciudades y montañas del camino que atraviesas, no repetir los errores de una civilización decadente, a todo esto se llama el Camino y sus leyes.

Las reglas militares son cinco: medición, valoración,

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