TEORÍA CRÍTICA DE HABERMAS

Para nadie es un secreto que los estudiantes de carreras vinculadas a las ciencias sociales, la educación y las humanidades hemos sido desmeritados por aprendices de profesiones como ingenierías, administración, ciencias exactas, etc; por la supuesta complejidad que estos últimos le suponen a los conocimientos que adquieren. Pese a esto, si analizamos la teoría crítica de Habermas, nos damos cuenta de la gran diferencia que existe entre nosotros y que va más allá de la dificultad que posee cada saber que cada uno recibe.

Para sostener la tesis previamente planteada, es necesario esclarecer conceptos que el filósofo alemán Jürgen Habermas aborda en su Teoría de la Acción Comunicativa y que de cierta forma, proporcionan suficientes bases al anáisis de las condiciones socializadoras en las sociedades modernas.

Habermas establece diferentes tipos de acción en los que interviene la comunicación. De un lado, distingue entre las acciones que se llevan a cabo en un contexto social y las que lo hacen en uno no social. Por otro lado, en función del objetivo que tiene la acción, Habermas establece otro criterio de clasificación. Así establece tres tipos de acción: En aquellos casos en que la acción está orientada al éxito en un contexto no social, habla de acción instrumental. Cuando la acción se realiza orientada al éxito pero en un contexto social, lo denomina acción estratégica y finalmente, en aquellos contextos sociales en que el objetivo es la comprensión mutua es cuando, según Habermas, aparece la acción comunicativa.

Con base a las significaciones anteriores y teniendo en cuenta los objetivos que poseen los estudiantes de cada una de las carreras mencionadas en la tesis del presente ensayo, es válido afirmar que los representantes de profesiones vinculadas a las ciencias exactas y los números en general, se desenvuelven en los actuares instrumentales-estratégicos y que por el contrario, los estudiantes relacionados con las ciencias sociales, la educación y las humanidades, nos movemos en el mundo de las acciones comunicativas.

Se dice que la Teoría del actuar comunicativo no es una metateoría, sino el comienzo de una teoría de la sociedad que intenta identificar sus criterios críticos. Si bien es cierto que carreras como la administración de empresas, los distintos tipos de ingenierías y las ciencias exactas juegan un papel indiscutiblemente importante dentro de nuestra sociedad, también es completamente válido anotar el hecho de que somos los estudiantes y los profesionales de las ciencias sociales, la educación y las humanidades, quienes investigamos, proponemos y contribuimos a la transformación de los criterios críticos manejados en la estructura social.

Habermas afirma que las competencias comunicativas permiten, dentro de la comunicación humana, el consenso y el disenso. Esto es completamente válido si tenemos en cuenta el hecho de que todos los seres humanos somos diferentes en cuanto a pensamiento y costumbres se refiere, y que la diversidad debe ser respetada. Sin embargo, en áreas como la administración, las ciencias exactas y las ingenierías, los resultados a un problema, a unas cuentas o unas estadísticas, deben ser siempre los mismos sin importar el proceso que se llevó a cabo o incluso, el sujeto que los resolvió.

En torno al tema del consenso-disensión y de la simetría-asimetría de la comunicación humana versa una polémica importante. Más de un teórico destacado de la interacción social, como es el caso de Thomas Luckmann, sostiene que la característica constitutiva de la comunicación humana es precisamente la de la existencia de asimetrías y, por tanto, de disenso. Retomando el argumento anterior, estas disensiones resultantes de las asimetrías, sólo son posibles en las áreas de las ciencias sociales, la educación, las humanidad, etc.

La teoría del actuar comunicativo de Jürgen Habermas

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