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Teniendo en cuenta el documental: "Salir del rebaño"


Enviado por   •  11 de Agosto de 2021  •  Informes  •  2.737 Palabras (11 Páginas)  •  833 Visitas

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Teniendo en cuenta el documental: "Salir del rebaño",

 1. Resumen del documental

R=/ En el principio del video Nietzsche nos dice que en el prefacio de su clásica obra Genealogía de la Moral, Nietzsche escribió: “¿Cuántos hombres buenos han sido acechados por un rasgo regresivo que ha puesto su presente a servicio de su futuro? Un veneno, un capricho, un narcótico, una tentación. Cualquier cosa que les haga refugiarse en la trampa del confort. Lo que muchos de ellos desconocen es que no exponerse a la incertidumbre acaba empequeñeciendo el carácter. En tal caso, ¿sería dicha moralidad la que ha impedido que ese individuo logre alcanzar su máximo potencial? ¿podría decirse, pues, que esa moralidad es el peligro de los peligros? Queda a juicio del espectador permanecer hasta el final de este corto-            documental. Lo que puedo afirmar desde este preciso instante es que el tema que hoy nos concierna es el más polémico que he traído hasta la fecha. Y es que Friedrich Nietzsche siempre ha sido así: muy controversial. ¿Existe un tipo de ser humano verdaderamente superior al resto? ¿y una moralidad verdaderamente superior a las demás? A fin de cuentas, ¿quién narices se atrevería a afirmar algo así? Concédeme la oportunidad de actuar como mensajero. Bienvenido a la psicología del rebaño, ya se empieza acá hablar sobre salir del rebaño y a contarnos sobre el hombre superior y el hombre del rebaño. Por un lado, el hombre superior se caracteriza por una gran capacidad para controlar sus impulsos viscerales, así como por una sana ambición por profundizar en conocimiento de valor desde una perspectiva histórica lo suficientemente amplia como para que los efectos de su trabajo perduren incluso después de su muerte. Su proyecto de vida es enriquecedor, sólido y unificador, acompañado de unos objetivos elevados que le estimulan a continuar con su labor. Así pues, como bien describe el autor en Humano, demasiado humano, los superiores saben que el valor intrínseco que proporciona la gratificación a largo plazo es infinitamente superior al de la gratificación instantánea: “el individuo moderno se enfoca en arrancar el fruto del árbol lo antes posible en lugar de seguir plantando más árboles que los produzcan. Este es el rasgo más distintivo de la putrefacción del ser humano”. Mientras que el hombre del rebaño piensa a sus adentros: “la vida es corta y tengo que vivirla desenfrenadamente”, el hombre superior adopta una visión más holística del cosmos: “la vida es corta y tengo que dejar huella antes de mi partida”. Por esta razón, los superiores veneran su propia presencia más que ninguna otra cosa, ya que no sólo les permite alejarse de la manada irracional, sino que da pie al desarrollo de la concentración, la planificación y la creatividad. Cito textualmente: “la excelencia implica pasar tiempo en soledad para cultivar las dotes intelectuales y espirituales que el rebaño desechó de antemano”.

Además, la soledad aporta un componente tan indispensable como virtuoso:     la autonomía. Curtiéndose de sus propios medios de forma independiente, el individuo superior desliga su valía personal a las críticas ajenas que carezcan de utilidad. Da exactamente igual si se trata de un juicio de valor positivo o negativo: si las palabras salen de la boca de un necio o no aportan nada al crecimiento personal, lo más conveniente es hacer caso omiso de las mismas. Por tanto, tanto los elogios como los reproches son, en última instancia, la misma sustancia polarizada inversamente en apariencia. Como bien expresa el autor en Voluntad de Poder: “el sentido de justicia del hombre superior está más allá de toda apelación. Por ende, las alabanzas y las culpas son totalmente impenetrables a las grandes mentes”. En el video hay una parte que cuando el que está narrando dice como recoge este mismo libro, no hace falta ser un genio irrepetible que cautive al mundo con bellísimas obras, asombrosos descubrimientos o disruptivas invenciones para formar parte del selecto grupo de individuos superiores. A fin de cuentas, estos grandes portentos son producto de una rara combinación genética, ambiental, cultural, educativa y azarosa.

Junto con los genios creativos, existe un conjunto más amplio de personas que, si bien su presencia a la vista del público es más reducida, gozan de unos atributos y cualidades que en nada se diferencian a los del genio y, por supuesto, que los distinguen del rebaño.

No tienes que ser Marie Curie para contribuir al campo de la química.

No tienes que ser Albert Einstein para contribuir al campo de la física.

No tienes que ser Bill Gates o Steve Jobs para contribuir al campo de la informática.

No tienes que ser Gabriel García Márquez para contribuir al campo de la literatura.

Sólo debes actuar con propósito, firmeza y seguridad en el futuro, sobre todo al afrontar los contratiempos que la vida brinda sin previo aviso. De esta manera, forjarás la identidad de un individuo superior que se mira al espejo con orgullo y satisfacción.

Por otro lado, los individuos del rebaño se dividen a su vez en dos clases distintas:

– El último hombre representa la típica figura del mediocre. Dicha palabra procede de la unión entre los vocablos medius (medio o central) y ocris (montaña o peñasco escarpado). Por lo tanto, la etimología de la palabra hace bastante justicia a lo que el último hombre simboliza: un ser que se ha quedado a mitad de la montaña, que está a media altura. Este individuo lucha únicamente por la comodidad y el placer hedónico, fines que lo delatan como perezoso y conformista. Dado que su marco mental está limitado a actividades que le permitan subsistir holgadamente, se encuentran desprovistos de cualquier impulso creativo e ignoran los valores que posibilitan la consecución de sus objetivos. Este grupo constituye la amplia mayoría de la masa social. ¿Existe algo todavía peor? Desde luego.

– El esclavo es un ser humano débil y enfermizo que sufre de sí mismo. Aparte de cumplir todas las condiciones del mediocre, está cargado de un veneno letal: el resentimiento. Se trata de un odio enconado hacia la vida misma que surge por un sentimiento de impotencia frente a la realidad. Perciben el mundo como un lugar tan hostil, punitivo, amenazante y abrumador que buscan consuelo en distintos vicios de forma mucho más pronunciada que los mediocres. Como dice Nietzsche en Más allá del bien y del mal: “hay entre todos los hombres, como en el resto de especies del reino animal, un exceso de sujetos enfermizos, degenerados y fracasados que cuyo único destino posible es el sufrimiento. Los casos de éxito son la excepción, no la norma”. Como puedes observar, no se corta ni un pelo.

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