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Teoria De Conocimiento En Platon

bsbpao22 de Octubre de 2012

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TEORIA DEL CONOCIMIENTO EN LA TEORIA DE PLATÓN

Platón considera que el conocimiento es básicamente de universales (Ideas), afirmando que del mundo sensible sólo tenemos opinión, por lo que el conocimiento es intuitivo.

La teoría del conocimiento en Platon comprende dos mundos interrelacionados, el de lo inteligible y lo sensible y por medio de sólo uno de ellos podemos conocer. Para ello dividiremos este problema en tres preguntas fundamentales, ¿Cuáles son los diferentes ámbitos de conocimiento?, ¿En qué consiste conocer? y ¿Cómo se llega al conocimiento?

El primer nivel de reflexión tiene que ver con el problema siguiente: ¿Qué podemos conocer? El problema del conocimiento es muy importante, ya que no debemos olvidar la polémica entre Heráclito y Parménides que afecta también al ámbito del conocimiento, y principalmente a que podemos llegar a conocer, y por qué. Para mostrar mejor cuáles son los ámbitos de conocimiento (los dos mundos), Platón en "La República" nos lo explica a través del Símil de la Línea: Así, el conocimiento sería similar a una línea dividida en cuatro segmentos:

1.Sombras e imágenes.

2.Objetos sensibles.

3.Entidades matemáticas.

4.Ideas.

El Mundo Sensible, del que no podemos conocer nada, ya que el conocimiento de una realidad como la material, que cambia constantemente, es imposible (recordemos la teoría de Heráclito). Pero tampoco podemos afirmar que de este mundo tenemos ignorancia, sino que diremos que de este mundo sólo podemos llegar a tener opinión (Doxa) que será definida como el término medio entre la ignorancia y el conocimiento. En segundo lugar el Mundo inteligible, la auténtica realidad formada por Ideas (universales). Al ser inmaterial e inmutable es perfectamente cognoscible y, por eso es el ámbito del conocimiento (Episteme).

Así tenemos que destacar el diferente nivel de conocimiento al que podemos llegar con respecto a cada uno de los mundos postulados por Platón: la opinión como término medio entre el conocimiento y la ignorancia, con respecto al Mundo Sensible, y el conocimiento pleno respeto a la Realidad inteligible del Mundo de las Ideas.

El ser humano está dividido en cuerpo y alma, siendo el Alma la parte más importante. Este aspecto del pensamiento de Platón sobre el alma lo encontramos ya a Pitágoras. Esto es importante ya que es el Alma la encargada de conocer. Si analizamos el proceso de conocimiento tendremos que decir que nosotros ya sabemos qué es conocer, ya que somos capaces de reconocer lo que significa el conocimiento. Si esto no fuera así, cuando llegáramos a conocer no sabríamos que ya hemos llegado a alcanzar el conocimiento, y como esto no sucede, la única posibilidad es afirmar que nuestra Alma ya conocía plenamente antes de unirse a nuestro cuerpo. Así, conocer no es sino recordar lo que el alma ya sabía cuando vivía sola en el Mundo de las Ideas contemplando la Idea de Belleza, y que ha olvidado al unirse a un cuerpo. A este proceso de recuerdo de lo que el alma ya conocía se le llama Reminiscencia. Esto conectará directamente con la concepción platónica del Alma.

Ya que el conocimiento sólo es posible respecto al Mundo inteligible, y por tanto se trata de un conocimiento de universales, podría pensarse que el método de conocimiento es la inducción, es decir, a partir de los objetos particulares, llegar a los universales. Pero eso significaría aceptar como base inicial del conocimiento a los particulares sensibles, lo que no será aceptado por el pensamiento de Platón. El Hombre sólo puede llegar a los universales a través de la Inteligencia por el camino de la abstracción: la Intuición de la realidad inteligible, sin utilizar nunca como herramienta la Realidad Sensible.

En el dialogo de Teeteto muestra que el conocimiento no puede referirse a lo que se ofrece a los sentidos o cosas sensibles pues dichas cosas conducen al relativismo y el relativismo al absurdo; por ello es preciso suponer que el conocimiento estricto o absoluto necesita referirse a entidades absolutas a las que llamará Ideas; en muchas ocasiones Platón dice que la única alternativa al relativismo es su Teoría de las Ideas.

Según Platón, términos universales como los nombres comunes (“mesa”, “casa”…), los adjetivos (“bueno”, “bello”…) o los sustantivos abstractos (“virtud”, “belleza”, “bien”…) no se refieren directamente a las cosas individuales que se ofrecen a los sentidos (esta mesa concreta, este hombre concreto, este cuadro bello concreto…) sino a entidades universales como la Belleza, el Bien, el Hombre… Estas entidades o Formas son lo que tradicionalmente se denominan esencias de las cosas pero, desde su punto de vista, separadas de las cosas individuales, las cuales participan o imitan a dichas Formas (la mesa concreta es mesa porque de algún modo participa de la Idea de Mesa…); Aristóteles llamará a esta prueba argumento del “uno sobre muchos”.

La problemática del conocimiento ya había sido abordada por otros filósofos como Parménides, que proponía dos formas de conocimiento: una basada en los datos de los sentidos y la otra basada en la razón.

También pensaban que el verdadero conocimiento nos lo ofrece la vía de la razón, al estar basada en el ser y rechazar, por lo tanto, toda contradicción. Para los sofistas, sin embargo, el conocimiento sensible es, simplemente, el conocimiento. Y esto depende de la sensibilidad ya que, la razón debe partir de los datos sensibles para realizar sus operaciones, por lo que depende absolutamente de ellos.

Platón niega que el conocimiento se pueda obtener a través de la sensibilidad, porque decía que la verdad se expresa en el juicio, que no puede haber un juicio verdadero, ya que podría estar basado en datos erróneos, Platón dice que el conocimiento sensible es relativo, pero no descarta la existencia de otras formas de conocimiento. Cree que hay una forma del conocimiento propia de la razón, que serían las Ideas.

En el Teeteto, sin embargo, Platón realizará una crítica de las explicaciones del conocimiento dadas por Protágoras negando que el conocimiento se pueda identificar con la percepción sensible, ya que la verdad se expresa en el juicio y no en la sensación; que ni siquiera se puede identificar el conocimiento con el “juicio verdadero” ya que podría formularse un juicio que resultara verdadero y estuviera basado en datos falsos; que tampoco se puede identificar el conocimiento con el “juicio verdadero” más una razón, pues ¿qué podría añadirse, mediante el análisis, a un “juicio verdadero” que no contuviera ya, y que le convirtiera en verdadero conocimiento? Platón admite, con Protágoras, que el conocimiento sensible es relativo; pero no admite que sea la única forma de conocimiento. Cree, por el contrario, con Parménides, que hay otra forma de conocimiento propia de la razón, y que se dirige a un objeto distinto del objeto que nos presenta la sensibilidad: las Ideas. El verdadero conocimiento ha de versar sobre el ser, no sobre el devenir, y no puede estar sometido a error, ha de ser infalible. El conocimiento sensible, pues, no puede ser el verdadero conocimiento ya que no cumple ninguna de esas características.

El ser humano se identifica con los prisioneros, las sombras son las apariencias, que percibimos a través del mundo sensible y pensamos que es real, las cosas que son naturales y el mundo que esta afuera de la caverna sería el mundo de las ideas en el cual la idea del bien está representada por el sol,el prisionero que se escapó debe guiar al resto, es el filósofo. Platón nos muestra con este mito la pluralidad de su pensamiento, la visión de la naturaleza humana, la teoría de las ideas, el doloroso proceso mediante el cual los humanos llegamos al conocimiento y una visión más filosófica de las ideas.

Platón con este mito distingue 3 dimensiones: la antropológica, ontológica y epistemológica, moral y política. La antropológica Platón dice que los prisioneros representan al hombre e la medida que vive inserto en el mundo sensible y sus valores, la liberación del prisionero es el descubrimiento de un mundo verdadero, el mundo de las ideas, el filósofo libera moral e intelectualmente su alma de las limitaciones y ataduras del cuerpo y del mundo sensible y aciende al mundo de las ideas, esto es la práctica de la dialéctica o filosofía. Dimesión ontológica y epistemológica, las sombras son el reflejo del mundo exterior, los objetos reflejados corresponden a los objetos del exterior, en el exterior los objetos reflejados en el agua serían las matemáticas, el sol sería la idea del bien. Dimensión moral y política, el destino del hombre no es el mundo físico, si no que es el mundo absoluto y divino de las ideas, por lo que es necesaria la filosofía para el cumplimiento de dicho destino, el filosofo tiene la obligación moral de ayudar a la liberación de las demás personas, el sol representa la idea del bien.

El amor es considerado por Platón una vía privilegiada de acceso al mundo de las Ideas. Sería una especia de “dialéctica emocional”, en la medida en que, por medio del amor, también nos vemos involucrados (de un modo emocional

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