Teorias Axiologicas
jackollns30 de Marzo de 2015
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TEORÍAS AXIOLÓGICAS
La axiología es el sistema formal para identificar y medir los valores. Es la estructura de valores de una persona la que le brinda su personalidad, sus percepciones y decisiones.
La Axiología es la parte de la Filosofía que estudia los valores, con el objeto de formular una teoría que permita explicar la existencia y la vigencia de todo un mundo de producción humana que tiene importancia definitiva para la vida del hombre y su desarrollo histórico social.
La palabra axiología la emplearon por primera vez, en el siglo XX, el francés Paul Lapie en su obra Logique de la volonté, 1902, y el alemán Eduard Von Hartmann en su obra Grundriss der Axiologie, 1908; si bien la expresión "valor" fue empleada originariamente por los economistas para designar el valor de uso o de cambio que poseen las cosas.
La Axiología aparece aproximadamente a principios de siglo y alcanza gran desarrollo a través de dos grandes pensadores alemanes: Max Scheler y Nicolai Hartmann.
Las personas somos diferentes, todos pensamos de manera distinta el uno del otro. La axiología es la ciencia que estudia como pensamos. En específico, la axiología estudia como las personas determinan el valor de las cosas.
Autores
DIOGENES
Diógenes de Sínope, también llamado Diógenes el Cínico, fue un filósofo griego perteneciente a la escuela cínica. Nació en Sínope, hacia el 412 a. C. y murió en Corinto en el 323 a. C. No legó a la posteridad ningún escrito; la fuente más completa de la que se dispone acerca de su vida es la extensa sección que su homónimo Diógenes Laercio le dedicó en su Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres.
Diógenes de Sínope fue exiliado de su ciudad natal y se trasladó a Atenas, donde se convirtió en un discípulo de Antístenes, el más antiguo pupilo de Sócrates. Diógenes vivió como un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud. Se dice que vivía en una tinaja, en lugar de una casa, y que de día caminaba por las calles con una lámpara encendida diciendo que “buscaba hombres” (honestos). Sus únicas pertenencias eran: un manto, un zurrón, un báculo y un cuenco (hasta que un día vio que un niño bebía el agua que recogía con sus manos y se desprendió de él). Ocasionalmente estuvo en Corinto donde continuó con la idea cínica de autosuficiencia: una vida natural e independiente a los lujos de la sociedad. Según él, la virtud es el soberano bien. La ciencia, los honores y las riquezas son falsos bienes que hay que despreciar. El principio de su filosofía consiste en denunciar por todas partes lo convencional y oponer a ello su naturaleza. El sabio debe tender a liberarse de sus deseos y reducir al mínimo sus necesidades.
Teoría del Eudemonismo
El eudemonismo o eudaimonismo, cuyo principal representante fue Aristóteles, es un concepto filosófico de origen griego (de eudaimonia palabra griega) compuesto de lo bueno y la divinidad menor, que recoge esencialmente diversas teorías éticas.
Tiene como característica común ser una justificación de todo aquello que sirve para alcanzar la felicidad.
Se ha considerado eudemonismo, al hedonismo, la doctrina estoica, así como también al utilitarismo. Todas estas doctrinas basan sus normas morales en la realización plena de la felicidad, entendida como estado de plenitud y armonía del alma, diferente del placer y pudiéndose presentar ésta de forma personal, como en Demócrito, Sócrates, Aristóteles, Arístipo y la escuela cirenaica, el estoicismo o el neoplatonismo, o bien de forma colectiva, como se estableció a partir de David Hume.
Entre los eudemonistas cabe destacar a Aristóteles que fue uno de los primeros y el más importante, y además, a los eudemonistas que afirmaban que para llegar a la felicidad hay que actuar de manera natural. Es decir, con una parte animal (bienes físicos y materiales), una parte racional (mente) y una parte social, que se concretaría en practicar la virtud, que según Aristóteles se situaba en el punto medio entre dos pasiones opuestas.
Los seguidores de esta teoría ética afirmaban que no se puede ser siempre plenamente feliz. Los eudemonistas pensaban que el placer era un complemento de la felicidad.
Diógenes, considerado en general como el fundador de los cínicos, la escuela fundada (siglo III a.C.) en el gimnasio de Cynosarges («el perro blanco») De ahí deriva probablemente el nombre de cínicos o perros, establece en su teoría La Felicidad Individual, Evitando las preocupaciones, Apartándose de la vida en sociedad
Los cínicos consiguen la felicidad evitando las preocupaciones, básicamente, evitando la vida en sociedad. Los cínicos vivían de una forma parecida a la de los vagabundos.
Esta no es una ética universalista, puesto que todos no podríamos ser cínicos porque los cínicos, a pesar de vivir apartados de la sociedad, dependen de la sociedad para vivir. Si todo el mundo fuese cínico viviríamos (durante poco tiempo) en un mundo insostenible.
El núcleo de su doctrina consiste en considerar que la felicidad se logra como libertad radical del individuo frente a las normas y las instituciones.
Para los cínicos el hombre es bueno por naturaleza. El sabio es el hombre que vive conforme a la naturaleza:
Valorando la libertad de acción y de palabra, el esfuerzo y la austeridad.
Despreciando las convenciones sociales, los placeres y las instituciones políticas.
En definitiva, para los Cínicos, ser feliz consiste en bastarse a sí mismo (autarquía), y esto se puede lograr mediante el ascetismo y el autodominio de uno mismo.
Autarquía
La autarquía, autarcía (ambas del griego) o autosuficiencia es un término que indica la condición de las personas, lugares, mecanismos, sociedades, sistemas industriales o naciones que luchan por su autoabastecimiento o que rechazan toda ayuda externa.
Se aplica a formas más limitadas de autosuficiencia, como cultivar un estilo de vida en el cual la persona se desliga del sistema social en el que está inmerso para, por sí mismo, satisfacer sus necesidades básicas. Como medios para una supervivencia autosuficiente los individuos y los grupos humanos van desde, por ejemplo, producir sus propios alimentos, hasta condiciones más extremas, como Recluirse de los demás.
En la Antigua Grecia varias corrientes filosóficas vieron en la autarquía un ideal de vida. Para las escuelas cínica, estoica, epicúrea y cirenaica, la autarquía es la situación propia del sabio, que se basta a sí mismo para ser feliz, pues no necesita para ello otra cosa que el ejercicio de la virtud. En este sentido, es la independencia del sabio, que junto a la autonomía (libertad) y la ataraxia (imperturbabilidad) configuran las características ideales del sabio.
EPICURO
Epicuro (griego: Επίκουρος; Samos, aproximadamente 341 a. C. - Atenas, 270 a. C.) fue un filósofo griego, fundador de la escuela que lleva su nombre (epicureísmo). Los aspectos más destacados de su doctrina son el hedonismoracional y el atomismo.
Defendió una doctrina basada en la búsqueda del placer, la cual debería ser dirigida por la prudencia. Se manifestó en contra del destino, de la necesidad y del recurrente sentido griego de fatalidad. La naturaleza, según Epicuro, está regida por el azar, entendido como ausencia de causalidad. Sólo así es posible la libertad, sin la cual el hedonismo no tiene motivo de ser. Criticó los mitos religiosos, los cuales, según él, no hacían sino amargar la vida de los hombres.
El fin de la vida humana es procurar el placer y evadir el dolor, pero siempre de una manera racional, evitando los excesos, pues estos provocan un posterior sufrimiento. Los placeres del espíritu son superiores a los del cuerpo, y ambos deben satisfacerse con inteligencia, procurando llegar a un estado de bienestar corporal y espiritual al que llamaba ataraxia. Criticaba tanto el desenfreno como la renuncia a los placeres de la carne, arguyendo que debería buscarse un término medio, y que los goces carnales deberían satisfacerse siempre y cuando no conllevaran un dolor en el futuro. La filosofía epicureísta afirma que la filosofía debe ser un instrumento al servicio de la vida de los hombres, y que el conocimiento por sí mismo no tiene ninguna utilidad si no se emplea en la búsqueda de la felicidad.
Aunque la mayor parte de su obra se ha perdido, conocemos bien sus enseñanzas a través de la obra De rerum natura del poeta latino Lucrecio (un homenaje a Epicuro y una exposición amplia de sus ideas), así como a través de algunas cartas y fragmentos rescatados.
Teoría de Hedonismo
El hedonismo es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor y de las angustias, como objetivo o razón de ser de la vida.
La doctrina que predicó Epicuro de Samos, algunos lo toman como un libertino mientras que otros lo consideraron un asceta, él consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer, porque para muchas personas el placer es concebido como algo que excita los sentidos. Epicuro consideró que no todas las formas de placer se refieren a lo anterior, pues lo que excita los sentidos son los placeres sexuales. Según él, existen otras formas de placer que se refieren a la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción. También afirmó que ningún placer es
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