ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Un Innecesario Remordimiento


Enviado por   •  28 de Abril de 2016  •  Ensayos  •  1.539 Palabras (7 Páginas)  •  235 Visitas

Página 1 de 7

“Un Innecesario Remordimiento”

por Marcelo Vincenzi

Recuerdo que, cuando era pequeño, algunas veces cuando andaba aburrido me ponía por las tardes a pasar el rato matando hormigas. Era un extraño pasatiempo que tenía y que llevaba a cabo en las tardes de verano.

No sentía odio por esos insectos (aunque invadieran el jardín de mi casa y se comieran las hojas de nuestras plantas), solamente me sentía aburrido.

No me importaba si esos insectos sentían dolor o no cuando lo hacía, pues el sentimiento de diversión al pisarlas no me hacía pensar en ello. Además, son sólo insectos. ¿Qué razonamiento podrían tener?, ¿acaso sabrían lo que es el dolor?

El hecho de que me halle contándoles esto es que, simplemente me di cuenta de que soy un asesino.

Creo que a cualquiera que le contara esto simplemente lanzaría una carcajada, pues pensarían que mi razonamiento es exagerado al decir esto. Pero sí, soy un asesino. ¿Qué es lo que me hace pensar semejante cosa?

De algún modo, recordé la Masacre de Carmen de Patagones, el famoso y trágico episodio en el que el chico Rafael “Junior” Solich, mató a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco en su escuela, con un arma que pertenecía a su padre, por el hecho que padecía el acoso y sometimiento de sus compañeros, viéndose psicológica y emocionalmente afectado por la situación, por lo cual tomó la decisión de desatar la masacre. Meses más tarde, “Junior” declaró ante la jueza1: “No me pude frenar, sentía odio contra todos”.

Junior también diría que “no era él” y que “se hallaba arrepentido por lo que había hecho”.

El arrepentimiento es un sentimiento que, una vez hechas las cosas, es en vano, pues no hay vuelta atrás. Un sentimiento que ni el mismísimo Adolf Hitler demostró al haber desatado el Holocausto.

Casi seis millones de judíos murieron a manos de este personaje, también por la razón de que los odiaba. Según Hitler, en una carta que el mismo redactó en el año 19192, su  “aversión” surge principalmente “del contacto personal que dejan los judíos, que casi siempre es desfavorable”. Por ello, él proponía la “remoción inquebrantable de los judíos”.[pic 1][pic 2][pic 3]

Sentimiento”. Esa palabra, en los tres casos que narré, se manifestó.

¿Quién no mató, alguna vez en su vida, al menos un mosquito? ¿Por qué lo hizo? Probablemente, porque cuando lo vio acercándose, volando hacia él, pensó que lo iba a picar.

Imagínese en esa situación. ¿Algo le dictó que estaba mal lo que iba a hacer? ¿Sentía odio usted por ese insecto? Lo más probable es que no, inclusive si fuera el mosquito transmisor del dengue. Sin embargo, ¿sintió culpa por lo que hizo?

Así como una persona no siente culpa por haber matado a un insecto, un genocida como Hitler o un asesino como “Junior” no sintieron culpa, o tampoco Yo con las hormigas.

Es cuestión de llevar el caso de las hormigas a una escala mayor, donde el humano, en vez de matar hormigas, mata o hace daño, tanto físico como emocional, a otros humanos, dejándose llevar por los sentimientos.

El humano mata a insectos como las hormigas o  mosquitos u otros animales, ya sean nocivos o no, sin sentir culpa por ello. Pero al matar a otro con una razón establecida, se siente culpable, siempre y cuando se deja llevar por sus sentimientos y no por la razón.

Y seguramente, la idea de “culpa” muchísimo menos haya pasado por su mente al saber que un insecto que acaba de matar era nocivo para el humano y sus pares.

Por eso, el humano es, en gran parte de su naturaleza, un ser mayoritaramente irracional que se deja llevar por sus sentimientos, muchas veces arruinándolo todo.

En este estado, al humano pareciera no importarle otra vida que no fuera la de él mismo. Por eso, soy un asesino. No, somos asesinos.

Pero no. Hay algo dentro de mí que me dice todo lo contrario, a pesar de acabar con una vida. ¿Estoy equivocado?

La meta de la moral es enseñarnos nuestro deber. Por eso, como todo recto juicio acerca de la verdad o la falsedad, debe estar fundada en la forma de ser y la naturaleza humana3. Lo que está éticamente avalado por nuestra moral, es lo que creemos correcto, y lo que no, no lo creemos correcto. Esto, de por sí, deja asentado que el ser humano es un ser racional, ya que posee conocimientos acerca de la moral, adquirir conocimientos para luego determinar moralmente cómo emplearlos, para ordenar su modo de vida, cómo comportarse y actuar ante X situaciones, etc.[pic 4][pic 5]

Ahora bien, supongamos que mi moral está “configurada” de esta manera: “Es incorrecto matar porque estoy acabando con una vida inocente que solo hace sus actividades cotidianas”. En este caso, me horrorizaría de ver en el noticiero acerca de una anciana que fue asesinada a balazos para robarle objetos de valor. Me sentiría triste al recibir esa noticia, porque moralmente sé que “es incorrecto matar” ya que “se acabó con una vida inocente que solo hace sus actividades cotidianas”. Sin embargo, pisé una araña pequeña que vi a escasos metros de mi pie, porque siento odio hacia las arañas, ya que “son insectos que considero asesinos y me dan asco”.  Pero en ningún momento sentiré culpa.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.2 Kb)   pdf (156.5 Kb)   docx (16.7 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com